Saving You [carl grimes]

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Nota:

Antes de empezar a leer esta novela, además de saludarlos y agradecerles por darle un vistazo, quisiera avisarles que la escribí hace un tiempo atrás por lo cual me avergüenzo un poco por las reacciones dramáticas de la protagonista (sí, llora demasiado) y mi forma medio boba de escribir, pero espero que entiendan que yo era alguien más pequeña con diferente personalidad que ahora jaja (inmadura, you know).
Pensé en archivarla pero buenos recuerdos quedan aquí, por lo cual la dejaré y espero que la disfruten de todas maneras.

Les recomiendo que se pasen por mi otra historia llamada Danger, también es de Carl Grimes y está mas actualizada a mi manera de escribir.

—Mac and cheese y Kat.

• I n t r o d u c c i ó n •
Nos tuvimos que ir. Habíamos dejado a nuestro grupo. No queríamos hacerlo, pero teníamos qué. No podía seguir viviendo con la incertidumbre sobre qué le habrá pasado a mi madre. Se separó de nosotros cuando todo empezó, y desde entonces, vivimos en la tortura de cada día.

¿Estará viva? ¿Escondida? ¿Habrá encontrado refugio? ¿Personas buenas? ¿Estará...muerta? ¿Será uno de ellos? Miles de suposiciones negativas se arremolinaban en mi cabeza, confundiéndome hasta frustrarme. Sentía que cada pregunta se abalanzaba sobre mí, hundiéndome en el mar de la angustia, temor y preocupación. Despertar y saber que no está allí. Dormir y saber que no volverá.

A menos de que la busquemos. Por eso tomamos la decisión. La decisión de abandonar nuestro grupo, nuestra familia, nuestra...salvación.

Pero fue nuestro peor error. Al principio todo iba bien, pasó un año y seguíamos sin encontrar a nuestra madre. Perdí la esperanza, sabía que no la íbamos a encontrar. No quería pensar en eso, pero era inevitable hacerlo. Mi papá se había deprimido, había planteado la opción de volver con los nuestros, pero nos negamos. No íbamos a retroceder, habíamos recorrido un largo camino. No, no lo haríamos.

Pero pasó algo, y perdimos. Lo habíamos hecho de nuevo. Habíamos perdido.

Pero eso nos costó la casi muerte de nuestro padre. Decidimos volver, y lo hicimos.

Pero sin nuestra madre.

Pasaron dos años desde que habíamos dejado el grupo para comenzar la búsqueda, y nuestro grupo se ofreció a acompañarnos como último recurso para quedarnos, pero no. No podían dejar el refugio que habíamos conseguido con esfuerzo y sudor. Se resignaron, y lo aceptaron.

Dos años después, y habíamos vuelto.

Aunque tenía miedo. ¿Nuestro grupo seguirá ahí? ¿Lo habrán arreglado? ¿Han hecho de ese lugar un hogar? ¿Se fueron? ¿Escaparon? ¿Los robaron? ¿Estarán muertos? Deseaba que no. No sé con exactitud sobre como sentirme respecto a mi madre. Estaba lastimada, confundida, deprimida. No sabía que pensar de ella. La extrañaba, muchísimo, pero me asustaba que yo ya lo estaba aceptando. Me asustaba pensar que jamás volveré a ver a mi madre. Me asustaba no saber que fue de ella. Desearía saberlo, y que fuera lo más pronto posible. Solo quiero saber que pasó con ella.

¿Por qué? ¿Por qué tuvo que desaparecer? Ella no lo merecía. Pero, ¿y sí...?

¿Y si no desapareció? ¿Y si la secuestraron? ¿Y si no se escapó de nosotros y se perdió? ¿Qué tal si se la llevaron lejos?

No había pensado en eso. Pero ahora que si lo hago...es una probabilidad bastante grande. Es solo que no tengo claro porqué gente raptaría a otras. ¿Con qué motivos? ¿O beneficios? ¿Con qué fin? Aunque si tenía clara una cosa: buscar a mi madre por tanto tiempo entre...tantos muertos, fue el peor error que pudimos haber cometido. Debimos quedarnos a salvo. Con los nuestros. Debimos...simplemente dejarla ir. No estar aferrados a una gota de esperanza fabricada por nuestras mentes. Nos empeñamos en que debíamos buscarla, pero pasó un año mientras eso pasaba. Tiempo suficiente como para saber que ella ya no está, o no regresará jamás a nuestras vidas y que probablemente esté muerta.

Solo perseguíamos el fantasma de mi madre.

«Fui la primera en subir la empinada colina, apoyándome con los árboles y ramas para impulsarme hacía arriba. Cuando llegué a la cima, miré el paisaje que se extendía ante mi. Árboles, árboles, árboles y ¡oh! Más árboles. Se escuchaban los crujidos de las hojas y ramas detrás de mi, pero ya sabía que eran mis hermanos. Barbie, fue el primero en llegar a mi lado, después Jamie, Axel y después mi padre. Solo para cuidarnos las espaldas.

"¿Barbie, esa es la...?" Comencé a preguntar mientras entrecerraba los ojos, intentando distinguir y señalando entre la oscuridad una imponente figura a lo lejos.

"Sí" Asintió mi hermano mayor mirando fijamente en donde yo señalaba. "Es la prisión". »

C A S T RECURRENTE INVENTADO POR MI

Mike Voguel como Dale Barbara "Barbie"

Julija Steponvacutie como Marie