"Apocaliypto": El 'rigor histórico' en una historia de ficción. 4/5⭐

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Mark Zuckerberg dijo en una entrevista que "La red social" no se equivocó en una sola camiseta: cada camiseta que usa Jesse Eisenberg en esa película, es una camiseta que en efecto usó él alguna vez. Ese "elogio" sarcástico es un buen ejemplo del modo en que una película NO debe ser adecuada a los hechos reales: a nadie le importa un bledo si las camisetas están bien. Mel Gibson entendió esto claramente en "Apocalypto" (2006). El film no prestó a tención a las camisetas, a los detalles de la Historia real. Empezando por el principal: No hubo ningún eclipse de sol visible en Mesoamérica en el siglo XVI. Las principales críticas (serias) que se le han hecho al film es que atribuye a los mayas creencias religiosas que eran más bien aztecas y que las creencias de la tribu de Garra-Jaguar son sospechosamente cristianas. Y esto es verdad. Pero el film, en cambio, refleja la cultura mesoamericana en toda su barbarie, sin suavizarla ni un poquito. Y esto filmado cuando todavía duraba la moda aborigenista que se había iniciado en 1992 con el 500 aniversario del descubrimiento. 

Sobre la "gran peste americana" del siglo XVI, asunto en el que los historiadores no se ponen de acuerdo, el film es deliberadamente ambiguo: muestra a unas personas con manchas oscuras en la cara y no dice más. Las hipótesis más comunes son: (a) Viruela. (b) Antrax. (c) Varias enfermedades distintas llegadas de Europa y África. (d) Una enfermedad hoy desaparecida. Y hay documentos que respaldan cada hipótesis. El film simplemente no toma partido: Hay peste y ya. 

Había visto "Apocalypto" hace más de una década y me había parecido una remake encubierta de "Corazón valiente", como toda película de Mel Gibson: Corazón valiente en la revolución americana, corazón valiente en Mesoamérica, Jesucristo corazón valiente,... Y, si bien en parte esto es verdad (cazador pacífico que vive con su familia en el medio de la nada - malvado imperio que ataca a su pueblo - cazador pacífico que se convierte en un guerrero temible para defender a su gente del malvado imperio que los atacó), se me había pasado el tema central de este film: Esa civilización no se colapsó por la peste o los invasores europeos; esa civilización YA estaba acabada cuando llegaron los europeos. El maniqueísmo es una constante en los films de Mel Gibson: hay un bando que son "los buenos" y el otro bando que son "los malos". Los malos son irredimiblemente malos, no tienen una sola cualidad que los vuelva empáticos. En este caso, la tribu de cazadores yucatecos son "los buenos" y, los mayas, "los malos". Pero en esta película ese pensamiento en blanco y negro, sin grises, sirve a un mensaje más profundo que en otras: Una civilización tecnológica y científicamente inferior a otra sobrevive a esta porque está fundada sobre sólidos principios morales: el cuidado de los niños, el respeto por los ancianos y los antepasados, la justicia. Una civilización apoyada en espadas de obsidiana y acequias para el maíz, pero totalmente corrompida moralmente, sólo va a durar hasta que lleguen otros que tengan pólvora y acero. 

El subtexto que se me pasó por alto cuando la vi por primera vez (y que, creo, se le pasa por alto a la mayoría), es que Gibson no está hablando de los Mayas: está hablando de Occidente. Creer que lo que necesitamos para superar la crisis de nuestra civilización son mejores armas y nuevas cepas de maíz modificado genéticamente, es una ilusión comparable a creer que la peste va a desaparecer si hacemos sacrificios humanos al dios del sol: Es sólo una superstición distinta, basada en una nueva forma de idolatría. 

Por otra parte: se puede no prestar atención a este subtexto y ver la película simplemente como lo que es: una aventura de acción en medio de la selva, y disfrutarla como tal. En cualquier caso, muy recomendable.

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