- Ritsu, tienes que salir de la cama. La nena te necesita- le dijo Takano asomándose a la puerta del dormitorio con la pequeña en brazos.
- No me imaginaba que iba a ser así- murmuró el editor y su novio le miró preocupado.
- Todo va a ir bien, Ritsu. El abogado dice que mientras sea lactante...
- No quiero compartirla, Masamune- dijo Ritsu-. Hubiera sido todo tan fácil si...
- Yo soy su padre, Ritsu.
- Ya, ya lo sé, pero Ren es el biológico y que quiera la custodia compartida... ¡Tiene solo un mes!- exclamó Ritsu-. ¿Cómo vamos a compartir la custodia siendo tan pequeña?
- No solucionas nada quedándote en la cama- le dijo Takano-. Entiendo que estés triste y asustado, yo también lo estoy, pero tienes que hacer vida, estar con nuestra niña...
- Es que la miro y sé que nos la van a quitar...
- Eso no es cierto. Vamos a luchar por ella.
- Y lo peor es que Ren tiene todo el derecho a reclamar la custodia pero es tan pequeñita...
- Anda, vístete y vamos a dar un paseo con Yukiko- dijo Takano y Ritsu negó abrazándose a la almohada. El editor jefe suspiró cansado-. Muy bien, como quieras. Volveremos en un rato.
Takano puso a su hija en el cochecito y salieron a dar un paseo aprovechando que hacía buen día. Caminó por un parque hasta llegar a una residencia de ancianos. Llamó al timbre y esperó a que le abrieran.
- Buenos días. Su abuela acaba de desayunar- dijo la mujer de recepción-. Vaya al jardín y en unos minutos la llevarán.
- Gracias- dijo Takano y se sentó en un banco a esperar. Observó a la pequeña durmiendo en el cochecito y sonrió. Le dolía que no fuera su hija biológica pero había decidido no pensar en ello, él la quería como si lo fuera y eso era la importante. Se oyó un sonido estridente y Yukiko despertó rompiendo a llorar. Takano se inclinó y la cogió en brazos mientras miraba con reproche a una mujer mayor que se acercaba a él caminando lentamente con un andador-. Abuela, no hace falta que compruebes cada vez si es sorda.
- Nunca se sabe, se puede haber quedado sorda desde la última visita- respondió la mujer y se sentó con cuidado en el banco-. Es muy bonita.
- Sí, sí que lo es.
- Se parece mucho a ti- dijo la mujer sonriendo y Takano suspiró, no le había contado a su abuela que la niña no era su hija biológica-. Tiene tu misma carita, Ma-chan.
- Ya...- murmuró mientras la calmaba.
- Anda, acércala a mí, quiero ver bien a mi bisnieta- sonrió la mujer y Takano la colocó en sus manos con cuidado y sin alejarse de ellas-. Yukiko, vas a ser una chica muy muy guapa... Ma-chan, ¿qué tal está tu novia? A ver cuando me la presentas.
- Sigue cansada, abuela.
- Normal, yo parí una vez y dije nunca más- dijo la mujer-. Ma-chan, déjala en el cochecito que me pesa.
- Claro, abuela- dijo Takano y cogió con cuidado a su hija.
- Si yo tuviera fuerzas, iría a echaros una mano con Yukiko.
- Ya lo sé, abuela.
- Pero yo estoy para que me cuiden, no para cuidar- suspiró la anciana.
- Tú no te preocupes, abuela, ya sabes que yo te la traigo siempre que puedo para que la veas.
- Me da mucha alegría. Bueno, a todos nos da alegría cuando vienen niños- sonrió la mujer-. Ayer vinieron los nietos de mi amiga y nos lo pasamos muy bien jugando a las cartas. Tienes que darme más bisnietos, Ma-chan.
ESTÁS LEYENDO
Almendro en flor
FanfictionUna vez más, un malentendido hace que Ritsu se aleje de Takano. El editor jefe se siente la persona más infeliz del mundo, sobre todo cuando descubre que Ritsu ya ha rehecho su vida. Ritsu intenta pasar página, su único deseo es olvidar a Takano, pe...