Almendro en flor

Capítulo 9

Yokozawa no podía creer lo que había dicho su querida Hiyori. Sentía una fuerte presión en el pecho solo de pensar que podría estar embarazado. Se sentó en un parque cercano a su casa para reflexionar con tranquilidad lo que acababa de ocurrir.

Hiyori les había pinchado los preservativos y aquello significaba dos cosas: que la pequeña era consciente de la relación que mantenían Zen y él y que podía estar embarazado.

No se sentía preparado para aquello. Después de todo lo que vivió en su anterior embarazo, no se veía capaz de volver a afrontar una situación así. Se levantó de aquel banco y anduvo perdido en sus pensamientos durante casi una hora. Pensó en ir a casa de Takano, pues necesitaba hablar con alguien, pero no quería molestarle, su amigo ya tenía suficiente con soportar a Onodera embarazado.

Pasó por delante de una farmacia y, algo dubitativo, entró en ella. Observó los estantes mientras se debatía si comprar o no un test de embarazo. Finalmente se decidió y lo compró.

Su teléfono comenzó a sonar al salir de la farmacia. Se asombró al ver que se trataba de Takano y no de su novio.

- Dime, Masamune.

- ¿Dónde estás?

- ¿Eh? Por la calle.

- Me ha llamado tu hombre preocupado, dice que hace más de dos horas que te has ido, quería saber si estabas conmigo.

- Ah.

- Me ha contado lo de Hiyori- dijo Takano-. ¿Te apetece venir a casa?

- Sí, no me apetece volver a la mía- asintió Yokozawa.

- De acuerdo. Hasta ahora.

Cogió un taxi y le indicó que le llevara a casa de su amigo. Llegó al edificio y lo primero que vio fue a Ritsu parado mirando un punto fijo y con la bolsa de la basura en la mano. Yokozawa dejó de caminar y observó al editor, quien no había reparado en su presencia.

- ¿Ya has perdido definitivamente la cabeza?-. La voz de Yokozawa sobresaltó al menor, quien se giró a mirarle.

- ¡Yokozawa!- exclamó Ritsu y forzó una sonrisa-. Siempre apareces cuando menos lo espero...

- ¿Qué haces ahí de pie?

- ¿Eh? Nada, he bajado a tirar la basura y estaba pensando en mis cosas...

- Ya veo. ¿Ese era el famoso almendro?- preguntó Yokozawa señalando el tocón.

- Sí, estaba pensando en lo vacío que queda el jardín sin él- dijo Ritsu mientras tiraba la basura-. ¿Vas a ver a Takano?

- Tranquilo, no me voy a acostar con él- le dijo Yokozawa-. Te lo digo para que no te hagas ideas raras.

- ¡A mí me da igual lo que haga Takano!- gritó Ritsu con cierto mosqueo-. ¡Por mí como si os montáis una orgía!

- Ya, claro...- murmuró Yokozawa entrando en el edificio ya algo más tranquilo, le relajaba meterse con Onodera, era algo casi terapéutico.

Subió hasta la planta de su amigo, siendo seguido por un enfurruñado Onodera. Takano le estaba esperando en la puerta del edificio.

- Buenas noches- dijo Ritsu intentando meterse en su casa lo antes posible.

- Buenas noches- le sonrió Takano-. Si necesitas cualquier cosa me avisas a mí, ¿eh? No al otro.

- Siempre igual...- murmuró Ritsu y entró en su vivienda.

- Takafumi, pasa.

- Te veo de buen humor- le dijo Yokozawa entrando.