Lena y Kara se conocieron en la fiesta de catorce años de Alexandra Danvers. Ese día comenzó temprano, lleno de risas y entusiasmo y ceños fruncidos y brazos cruzados. Kara Danvers y Alex Danvers comenzaron su día en lados opuestos del estado de ánimo. Para ser la cumpleañera, Alex estaba pasando en una especie de fase en la que todo le importaba poco y nada y fingía que sus cumpleaños no le gustaban.
Kara, por otro lado, intentó copiar a su hermana durante aproximadamente un día antes de que se rindiera y decidiera que sería divertido ser lo opuesto a ella. Funcionó, por supuesto, y se complementaban tal cual eran. Alex fingía ser una gran malvada y Kara fingía que nada nunca le importaba. Hasta que lo hacía.
Y fue exactamente por eso que conoció de una forma típica de películas cursis a Lena Luthor, la mejor amiga de su hermana -y quien no sabía que era la mejor amiga de su hermana.
Culpa de Alex, de todos modos. Su forma de películas cursis era esto: alguien en vergüenza.
La fiesta estaba en su apogeo, los niños pequeños reían y los mayores intentaban fingir que la vida era tan oscura como... ¿realmente había que decirlo? ¿Dejar mal a los adolescentes con almas oscuras y que intentaban fingir que, o eran muy malos riendo, o pensaban que los hacía geniales no reír?
Podían pasar por malos ratos, pero por favor, ya que todos intentaran seguir un mismo estereotipo dejaba a muchas personas tambaleándose en sus asientos. Kara llegó secretamente a la conclusión de que Alex buscaba a sus amigos así a propósito para dar luz como grupitos oscuros.
Para llegar a esa conclusión, claro, Kara debía investigar, y decidió que investigar quería decir acosar a su hermana durante su fiesta de cumpleaños.
Así que eso hizo, su rutina fue de agarrar un bocadito, mirar a su hermana e intentar pasar desapercibida. Kara en ese momento tenía trece años y no era la mejor haciendo sus planes con sutileza: había que perdonarla por ser una muy mala espía.
Había pasado una hora desde el inicio de la fiesta cuando una niña con cabello oscuro apareciera, usando pantalones negros y una sudadera gris oscuro, corriendo desde la esquina con un regalo en la mano y el cabello todo despeinado.
Primera vaga impresión de Lena Luthor que Kara Danvers obtuvo de ella. A la chica de cabellos oscuros se la veía fastidiada, pero para esas alturas Kara se preguntó si era por la fachada que todos compartían con Alex o porque sí estaba de verdad fastidiada.
Mientras Kara inspeccionaba a la chica nueva, agarrando un caramelo en la mano y agradeciendo a su silencioso acreedor -un primo más pequeño suyo muy silencioso- con una sonrisa descuidada, Alex se había girado y mostraba un suave alivio que Kara -abriendo su caramelo de chocolate- no notó.
Lo que sí notó fue cuando la chica llegó donde Alex y le dio una sonrisita burlona, alzando el regalo envuelto en papel rosado salpicado con corazones rojos y morados y brillantina y globos de colores y... Por el fuego de Rao, ¿ella no conocía a Alex o qué rayos?
Kara se acercó un poco más, tirando de Clark hacia adelante y dándole uno de las galletas que llevaba en el bolsillo que su tía le dijo que eran para Clark y para ella. Clark se dejó arrastrar y ella pudo escuchar más de lo que hablaban las dos.
"Rao... y yo que pensé que dejarías de fastidiarme la existencia, Lena" Gimió Alex, muy dramáticamente, e hizo que la nombrada Lena rodara los ojos.
"Sí, sí, síguete engañando, Alex, sabías que vendría" Lena alzó las cejas, riéndose de su amiga, y puso el regalo en las manos de Alex a la fuerza "Aquí tienes tu preciosísimo regalo".
"¡Ja! ¿Qué me das aquí, Luthor, moscas muertas?"
"No, por favor, no me insultes... Pero recomiendo abrirlo en solitario" Alex lanzó una mirada a Lena, frunciendo las cejas.
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[Supercorp One-shots].
FanfictionMúltiples One-shots Supercorp que no tienen finales tristes porque soy un alma débil para estas dos. - Muchos de ellos han estado guardados durante un tiempo con ideas base y recién me da por terminarlos. Muchos Au's. Soy fanática de escribir sobre...