Capítulo VIII

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- Eeh, bueno, ya que tu me has contado sobre los vampiros... Ahora yo voy a contarte sobre mí, aunque tu ya sabes por qué estoy aquí y no con mi familia... A mi me encanta ayudar a los demás, a los que tienen problemas. Se me hace muy reconfortante ser útil para alguien. Por eso, quiero ser Psicóloga. También me encanta la sociología, me parece impresionante como una ciencia puede deducir el comportamiento social y en conjunto de la personas. Por ahora no he podido estudiar nada de lo que quiero por mis padres.

Tampoco he trabajado nunca, también por mis padres. Mis únicos amigos ahora están a miles de quilometros y no he podido contactar con ellos, otra vez, por culpa de mis padres... Ya ves que mis padres son unos estirados, solo buscan dinero, tener una familia "perfecta", ser el ejemplo de todos... Yo no soy así, yo quiero vivir, ser libre, viajar, conocer a gente, estudiar, experimentar... - Al decir esto último, miró a Hyunjin a los ojos, con las mejillas ligeramente enrojecidos, pero no sé notó por la poco luz del interior del castillo. - AH, Y tengo 17 años, mi cumpleaños es el 20 de marzo.

- ¿20 de marzo? YO TAMBIEN CUMPLO EL 20 DE MARZO - Hyunjin se reía a carcajadas, que posibilidad había de que cumplieran en el mismo día...

- Bueno, creo que ahora me toca a mí. En mi familia ya no quedaban vampiros desde hace dos generaciones, y por caprichos de la genética, yo salí vampiro.
A mi familia no le gustó mucho, ya que, no estaba bien visto ser vampiro. Yo desde muy joven empecé a manifestar mi lado vampiro, apenas con 10 años los colmillos se ma alargaron y la piel se me puso muy pálida, se veía desde lejos que no era humano, yo era la oveja negra de la familia...
Apenas cumplí los 16, me mandaron a una escuela de vampiros, que parecía más un internado. Allí conocí a otros vampiros, por fin hice amigos, y lo pasé medianamente bien, lo hubiera pasado mejor si no fuera que mi familia no me quería...

Bueno, la cosa es que me gradué y trabajé durante un tiempo protegiendo a una familia bastante adinerada, pero ya no pude seguir con ese oficio por motivos que desconozco, la familia no quiso seguir siendo protegida por mí. Y aunque tenga una herencia familiar que no es poca cosa, desde hace ya un tiempo, trabajo en un bar, con mis amigos. Trabajo de 6 a 9 de la tarde, los lunes, martes, miércoles y jueves.
Era el único sitio que pude encontrar... El problema es que, yo aún no he aprendido a suprimir mi lado vampiro. Mis amigos sí pueden y por eso pueden vivir en pueblos y hacer trabajos normales, pero yo no puedo. Ellos me enchufaron en el trabajo, y debido a la poca iluminación del bar no se me nota mucho que soy vampiro. Y para mi suerte, mi amigo tiene el mismo turno que yo, así que me ahorro preguntas innecesarias.

TN y Hyunjin estuvieron hablando un buen rato más, se llevaban muy bien, parecía que se conocían desde hace mucho...

Ya con el asunto arreglado, no parecía haber ningún problema en su relación. Cuando se veían por el castillo, se sonreían, se saludaban y a veces, entablan una conversación. Y muchas veces, antes de que TN se fuera a dormir, solían reunirse en la sala, al fuego, y charlaban sobre su día. O simplemente pasaban el tiempo juntos, en silencio, no era incomodo...era acogedor.

Un día de esos, TN encontró un conjunto encima de su cama. Creía que Hyunjin se había olvidado eso en su cuarto, así que fue a preguntarle.

Lo encontró como casi siempre, en el cuarto casi el fondo del pasillo a la derecha de la segunda planta. Toco una vez y en seguida salió Hyunjin a la puerta. TN nunca había visto su cuarto, siempre estaba a oscuras, y a la mínima que intentaba mirar adentro, el vampiro le carraba el paso o le cerraba la puerta en la cara.

- Eh, Hyunjin, creo que te has dejado una prendas en mi habitación. - Dijo TN casualmente.

- Ah, no. Eso es para ti. - Dice Hyunjin con una sonrisa. - Hoy vas a venir conmigo al bar. Quiero que conozcas a un amigo y que veas donde trabajo.

TN no se opuso a nada, de hecho, le hacía ilusión, quería conocer a más gente, y al ser ese amigo vampiro, hacia las cosas más interesantes.

- Saldremos a las 5.25pm, está en la ciudad, tardaremos un rato en llegar. - Hyunjin termina de decir y vuelve a entrar en su oscura habitación.

TN regresó a si habitáculo. Mira las ropas de encima de la cama. Las coge y se la pone lo mejor que puede. Es un vestido un tanto corto, le llega hasta las rodillas, pero le parece precioso. No tiene bolumen, ni pliegues innecesarios. Era de color blanco, sin mangas, intacto apretado por la parte del pecho, para que se viera vien su escote, y antes de acabar las costillas, la falda se despegaba de su cuerpo, era muy aireada.

La muchacha estaba nerviosa, estaba esperando en el gran portón a las 5.25pm a Hyunjin.

Lo oyó bajar las escaleras, TN lo miró. Él iba vestido con una camisa negra, una gabardina negra muy corta y banqueros, también negros. En otras palabras, estaba muy sexy...

- ¿Nos vamos? - Dijo Hyunjin con una cara divertida al ver la reacción de la chica.

Perfecta maldad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora