Capítulo II

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Seis y cuarto de la mañana...

TN se despierta, sabe que es su última mañana en su casa, su hogar.
Mientras se vestía y se arreglaba, muchos recuerdos pasaron por su cabezas. Como ese día que sus amigos le ayudaron a escapar de su casa para poder salir con ellos, ya que en ese momento sus padres le castigaron, por levantarle la voz a su padre...O como ese otro día que tuvo la casa sola, porque sus padres estaban trabajando y su hermano salió con sus amigos para todo el día. Y aprovechó para poner música y bailar por toda la casa, gritando de alegría y sintiéndose libre, sin que nadie la juzgara.

Cuando terminó dé vestirse, bajó a la cocina para desayunar junto a su familia.

-Verás hija, hemos decidido que el hijo de la buena familia Myung tomará tu mano en matrimonio dentro de un año. Queremos que os vayáis conociendo lo antes posible, así que apenas supimos la positiva de la familia Myung compramos la casa de Ulsan. - esa respuesta de parte de su madre no fue para nada grata.
- ¿ No es estupendo? Tendrás un marido que te dara todos los caprichos que quieras con todo ese dinero que tiene. Deberías de estar agradecida. - esta vez fue su padre el que habló.

TN se quedó petrificada, ella nunca quiso casarse, y menos con un hombre que no conociera. No sabía que responder, así que optó por murmurar un simple y poco convincente "gracias".

TN siguió comiendo el desayuno, con pocas ganas de hacerlo, solo podía pensar en lo harta que está de esta estúpida familia, siempre buscando alguna manera de molestarla.

A penas terminó de desayunar cuando su madre ya le estaba gritando para que metiera su equipaje en el carruaje, aunque tuvieran sirvientes para ello.

Al principio del viaje fue como cualquier otro viaje, aburrido y silencioso, de vez en cuando Kang la molestaba con cualquier tontería... nada fuera de lo normal. TN encerrada en su cabeza con sus propios pensamientos no podía más que pensar en negativo, no había nada de bueno en este viaje. Dejó a sus únicos y mejores amigos atrás, sin poder hacer nada. Dejaba el hogar acogedor en el que se había criado. Y por si fuera poco, se precipitaba a una velocidad vertiginosa a un futuro en el que era obligatorio su matrimonio, seguramente, con un hombre al que le gusten las jóvenes y lindas muchachas que les conplazcan cuando ellos quieran. Asqueroso.
Sumergida en su miseria, una idea esperanzadora le cruzó la cabeza. ¡TN podría por fin ver el mar! Siempre se preguntó como sería, leía en los libros que era un manto azul que reflejaba el cielo, las nubes, las ilusiones... tan maravilloso como peligroso, con los repentinos huracanes que derribaban sin problemas los barcos piratas que navegaban sobre él. La fascinaba todas las historias de los monstruos que se ocultaban en el mar, como el tan conocido Kraken, el pulpo gigante que hundía todo lo que veía, o como las sirenas que hipnotizaban a los hombres que oían su canto, para después ser ahogados y devorados, o como el gran Jörmungandr en el oeste. Ella solía soñar que surcaba los mares, con sus amigos, su verdadera familia, con los tan surrealistas delfines, que al parecer siempre andan saltando felices, cantando como los pájaros...

Para cuando se dio cuanta, ya había caído en los brazos de Morfeo. La felicidad que le otorgaba el buen sueño que estaba teniendo no duro mucho. Los baches del camino la despertaron, no podía ni dormir dos horas sin ser molestada.

Los dos últimas hora que les quedaban de viaje las pasó mirando el paisaje por la ventanita de la puerta del carruaje. Durante todo el trayecto no hubo señales de mar, solo algún que otro pueblo y bosque, mucho bosque, tan espeso que ni podía ver la cuarta hilera de árboles.
TN esperaba que su nueva casa no se encontrara en ese bosque...

El carruaje dio un giro brusco hacia la izquierda, y TN cae encima de su hermano al hacerlo.

- ¿¡Pero que haces!? ¿¡Es que quieres matarme estúpida!? - exclama Kang tirando de TN para que se quitara de encima.

- Créeme, si lo quisiera, ya lo estarías, idiota. - Dijo TN, aún sin poder levantarse de encima.

El carruaje se para y por fin pueden salir. TN se queda mirando la casa, y se pregunta una vez más si de verdad era necesario mudarse. Aquella casa, su nueva casa, era un poco más grande que la que tenían en Busán, pero era mil veces menos acogedora.

En el centro de la casa se podía ver una gran cúpula en forma de estrella de teja negra, con un par de columnas sosteniendo esta, y dentro, un gran portón blanco con dos cristaleras que dejaban entrever el interior del recibidor.

A cada lado de la estructura principal, otras dos cúpulas similares se alzaban, no tan majestuosas coma la primera, con cuatro grandes ventanas en cada una.

A la izquierda parecía que tenia pegada una casa, del mismo estilo, con varias ventanas, algunas sobresaliendo del techo. Y al otro lado, más de lo mismo, muchas ventanas blancas y techos de teja ennegracida. En varios puntos de la casa podía ver varias estructuras alargadas, como si de unos finos torreones se tratase, ¿tendrían alguna princesa atrapada allí?

La casa parecía un poco vieja, menos por las puertas y los marcos de las ventanas blancas, que parecían recién encajadas. La casa a solas ya daba escalofríos por su cuenta, pero con el tiempo de aquel día, era aún peor.

Sus padres ya habían entrado dentro de la vivienda, fuera ya solo quedaban TN y su hermano, que observaban fijamente la estructura. A ninguno de los dos les producía buena impresión el exterior de la casa. "Puede que el interior sea mejor..." se dijo a sí misma TN. Y se equivocó, el interior era aún peor, el recibidor era enorme, como la sala común y el comedor, pero la parte de las animaciones era un verdadero laberinto, pasillos que se entrelazadas y creaban bifurcaciones confusas, todas las puertas y habitaciones eran iguales, no sabía en cuáles había entrado.

TN Decidió volver a la entrada y escoger la primera habitación del piso de arriba, para no tener que perderse en el laberinto de pasillos, y por si acaso, le hizo una marca a la puerta, para que no se confundiera.

Esta sería la vida de TN a partir de ahora, una vida no deseada, una vida de pesadilla...

Perfecta maldad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora