Capituló X

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-¿A dónde vas? - Preguntó TN con voz rasposa.

-A mi cuarto, tengo cosas que hacer. -respondió Hyunjin más seco de lo que pretendía.

-No te vayas... Quédate conmigo. - tironeo un poco más de se camisa, para que se acercara.

-Ya me has dado suficientes problemas por hoy. Me voy, buenas noches.

A TN no le gustaba imponerse ante los demás, le parecía irrespetuoso, pero, esta vez, de verdad que quería estar cerca de Hyunjin, y no le dejaría ir.

Soltó su camiseta, y mientras el vampiro se dirigia a la puerta, la muchacha se levantó, y le agarró del brazo, con una fuerza increíble. Fuerza que, el vampiro, no creía posible en un humano. Probablemente estuviera cansado y un poco bebido, por eso le parecía que tenia mucha fuerza.

- Oye qué hac- El azabache no pudo terminar su frase. La chica lo había empujado hacia la pared, con demasiada facilidad.

Ahora, el vampiro se encontraba contra la pared, con TN acorraladolo, con un brazo a cada lado. Ahora se notaba más su diferencia de altura.

Hyunjin estaba descolocado, una humana cualquiera lo había movido a su merced, sin costo alguno. Y para el colmo, la chica tenía una mirada determinada, no podría detenerla, estaba seguro de eso. Y eso le fastidiaba. TN sabía lo que iba a hacer, lo que no sabía era si el vampiro lo aceptaría. Y ya sin suspense, se lanzó.

Primero le dio un beso corto, uno suave, y al ver que el muchacho ni se inmutó, le empezó a besar como dios manda, y ya no era dulce, ni suave, era más salvaje. Al principio no fue correspondido, cosa que tampoco le importaba a TN, con que no la empujara era suficiente, tal fue su sorpresa y su euforia cuando le devolvió el beso.

No sabían cuanto tiempo llevaban así, los dos sentían que estaban en las nubes. Parecía ser lo que ambos habían necesitado durante mucho tiempo. Afecto, cariño, caricias, roces, y TN decidió, que no era suficiente...

Bajó una mano al pecho del contrario, apretando un poco, notando como el contrario se estremecía. Siguió bajando, notando por encima de la ropa sus formados abdominales, para por fin, llegar a su destino, el pantalón. TN levanta la camisa de Hyunjin, deshabrocha el botón y empieza a tironear ligeramente del pantalón mientras le besa el cuello al vampiro.

El chico se encontraba en la gloria. Sabía que estaba mal, él, un Vampiro, no podía estar con una humana, no podía estar con TN. Sabía que tenía que separarse, que se tenía que alejar... Pero no encontraba la fuerza. El deseo de tenerla era mayor que el de seguir las reglas, como el buen vampiro que siempre fue.

Esta vez, el vampiro aceptaría todo lo que TN le diera, solo por esta vez. Y con eso, liberó su deseo. Empezó a gruñir cuando vio que la chica seguía jugando con su pantalón. Para después notar un mordisco, y no era suave, ella quería marcarlo, y así lo hizo.

Una vez TN estuvo satisfecha con su trabajo en el cuello del azabache, bajó los pantalones de este. Y, mirandole a los ojos, metió su mano en la ropa interior y agarró su miembro sin escrúpulos. Ya estaba duro, y era un tamaño mayor al estándar, procedió a sacarlo de la fina tela, y después de hecharle un vistazo, empezó con un suave sube y baja, volviendo su atención nuevamente al cuello del contrario.

Hyunjin ya se encontraba delirando, ¿cómo se podía sentir tan bien con tan sólo una mano? Él no lo sabía, ni se lo preguntaría por mucho más tiempo, ya que, la velocidad en los movimientos de la muchacha aumentaba, y junto con los besos, lamidas y mordidas que le daba la chica en el cuello, su mente no podía evitar entrar en trance, y no pensar en nada más que en placer.

A la mañana siguiente, Hyunjin preparó el desayuno para TN, y se dirigió a su aposento para entregárselo en una bandeja. Al abrir la puerta pudo ver a la muchacha recién levantada, con los pelos desordenados, ojos cansados y la ropa descolocada, probablemente por los acontecimientos de la noche anterior. El vampiro se ruborizó ligeramente.

-¿Qué tal estás? ¿Has dormido bien? ¿Te duele la cabeza? - iba diciendo en un tono dulce mientras se acercaba a la humana.

-¿Buenos días? Estoy bien, gracias... - Estaba desconcertada, ¿por qué estaba siendo de la nada tan amable con ella?.

-Te he traído el desayuno - dijo mientras dejaba la bandeja en la cama de TN.

-¿Que te pasa hoy? Estas raro, muy cariñoso conmigo, ¿ha pasado algo? - la muchacha estaba muy descolocada.

-Pues por lo de anoche, ¿Esperabas que me comportara como de costumbre después de eso? - respondió como si fuera lo más lógico del mundo.

-¿Lo de anoche? No me acuerdo mucho... ¿Qué pasó? - TN seguía perdida en la conversación. - Fuimos al bar, y estuve bebiendo con Félix- No pudo acabar su frase, el azabache le interrumpió.

-¿¡Eso es de lo único que te acuerdas!? ¿DE FÉLIX?...Esto es increíble - Sé había enfadado, cómo era que no se acordaba de su momento, un momento tan importante... Agh, pero de FÉLIX sí que se acordaba. Le molestó mucho.

-Oye, tranquilízate. Estaba bebida, es normal que no me acuerde de mucho. Solo dime lo que pasó y ya. - No se había asustado, de hecho, se había preocupado, no sabía lo que le pasaba al Vampiro.

-No, déjalo... - No dejó que TN dijera nada más, salió volando, literalmente y desapareció por los pasillos del castillo.

TN, después de reflexionar lo ocurrido, decidió marcharse. No estaba segura de sí sería un día, una semana o para toda la vida, pero, no estaba dispuesta a que la trataran así. Ella no había hecho nada malo, y Hyunjin le había gritado por nada. Se había enfadado ella también. El vampiro no tuvo ningún derecho de hacer eso, y la humana no va a permitir que la aplasten.

Así que, cuando estaba segura de que el azabache no la vería, salió de la morada.

Perfecta maldad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora