CAPITULO 5: UNA NUBE DE LLUVIA

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Llegando a mi departamento cierro la puerta, dejo las ventanas y cortinas cerradas para quedarme en una oscuridad que consume cada rayo de luz que pudiese entrar. Solo la luz de mi teléfono y yo mientras lloro desesperadamente yendo al espejo roto de mi baño.

— Y así es como terminaste, roto maldito idiota. Roto, quebrado, en mil pedazos. No quisiste tomar tu distancia, quisiste pasar más tiempo con ella, ¿Y ahora? Ya que viste la verdad ¿Qué vas a hacer? Ya no puedes hacer algo al respecto, estás perdido, no hay salvación ya.

— ¡¡¡AAAAAAHHHHH!!! Aún puedo luchar. La amo y no puedo dejarla ir.

— No puedes entiéndelo. Escuchaste como ya le habla con cariño a otro, no tienes razón alguna ya para seguir luchando por ella cuando otro ya la enamoró.

— Es cierto, no puedo. Si no la he podido enamorar en todos estos años que llevamos de conocernos. ¿Qué posibilidades tengo ahora que ya conoció al alguien más? No puedo seguir con esto. Necesito un tiempo. Gracias yo del espejo, siempre me sacas de apuros.

Vuelvo a la sala y me acuesto en el sofá para olvidarme de todo mientras pongo música de mi banda favorita.

Una canción me recuerda lo que sufrí:

"Así que ahora te has ido, y me equivoqué, nunca supe lo que era estar solo, en un día de San Valentín"

Me parte el alma mientras la canto a todo pulmón entre sollozos.

Entre canciones mi teléfono suena con llamadas de Evelyn las cuales ignoro. No quiero hablar con ella, no quiero recordar más. Solo quiero dormir todo el día. Las clases hoy no son mi prioridad, no me siento al 100 para poder ir a clases así que solo me acomodo en el sofá y me quedo dormido.

De pronto me despierta un sonido. Alguien estaba tocando la puerta, pregunto quién es, pero nadie contesta así que me levanto rápido al baño a lavarme la cara y al terminar abro la puerta.

— ¿Dulce? ¿Qué haces aquí?

— ¿Puedo pasar?

— Emm... si claro, adelante pasa.

— Muchas gracias. Evelyn me dijo que te fuiste algo preocupado o algo así y se preocupó por ti. Me dijo que te llamó, pero no contestabas y como ella no puede venir me dijo que si podía venir a verte por si necesitabas algo.

— Que linda, muchas gracias pero estoy bien. Me fui a una junta hace rato con los chicos de la banda, talvez me llamó a media junta y por eso no pude contestarle las llamadas.

— Entonces ¿Seguro que estás bien?

— Si súper bien jaja no te preocupes por mí.

— Bien entonces me voy, solo vine a eso.

— ¿Segura? ¿No quieres algo de beber al menos?

— No gracias estoy bien así. Ya me voy tengo unas cositas que hacer. Cuídate mucho Andy y lo que necesites puedes llamarme.

— Gracias Dulce, lo tomaré en cuenta.

Se retira del departamento dejándome nuevamente a solas, pensando en como es que Evelyn se preocupaba por mi después de todo.

La soledad se apodera de mí mientras voy al refrigerador a buscar algo de comida. Arrastro mis pies mientras camino con la cabeza abajo y el ánimo en los suelos, sin ilusiones y con todas mis esperanzas destruidas.

Preparo unos sándwiches sencillos, no tengo energías para hacer algo más elaborado ni los ánimos para hacerlo.

Termino de prepararlos y me siento en el comedor entre la oscuridad que llena mi departamento. Ahora mismo solo siento un dolor profundo que me consume poco a poco el alma y me despedaza el corazón.

Sentimientos retraídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora