CAPITULO 13: CON LOS OJOS VENDADOS

11 1 0
                                    

Llega el viernes para sentirme casi aliviado de que se termine esta semana de locos.
Al despertar ignoro por completo el teléfono siendo que siempre lo reviso al despertar, esta vez simplemente no me nació revisarlo así que saqué ropa de mi armario y me metí a dar una ducha.
A media ducha escucho como suena mi teléfono, una llamada estaba llegando así que cerré rápido la llave del agua y sin secarme ni enrollarme una toalla corrí hacia el teléfono porque podría ser una emergencia.
En cuanto reviso veo que es Yuri quien me llama a la cual le contesto preocupado no sin antes ver qué el reloj marcaba apenas las 6am.
— ¿Yuri? ¿Todo bien? ¿Necesitas algo? ¿Estás bien?
— Jajaja ay Andy, estoy perfectamente bien.
— (Suspiro) Menos mal, me asusté viendo que me llamabas tan temprano y pensé que era una emergencia o algo así.
— Awww te preocupaste por mi, eres un ángel.
— Jaja bueno siempre cuido a mis amigos, pero dime ¿Qué se te ofrece?
En eso escucho que alguien intenta abrir la puerta y escucho como se logra abrir mientras Yuri me contesta
— Pues quería avisarte que iba a venir a visitarte pero ya estoy aquí en tu departamento.
— ¡¿Qué?! Pero, yo, emm….
— Jejejeje voy a buscarte.
Yuri termina la llamada y veo su sombra cerca de mi habitación.
Tengo que correr al baño, pero el baño está al otro lado del pasillo y si salgo ella me va a ver y no traigo puesto nada, ni siquiera una toalla encima. No puedo ponerme algo de lo que tenga en mi armario porque va a quedar toda mojada la ropa.
¡Aaaaahhhh carajo que hago!
Me escondo debajo de la cama esperando a que ella no me busque aquí.
Veo que entra a mi habitación y sostengo la respiración.
Veo que saca su teléfono y me llama, y yo como el completo idiota que soy no solté el teléfono y lo tenía en la mano así que en cuanto marca...
— ¿Andy? No me digas que estás debajo de la cama jajaja. ¿Qué pasa? ¿No te peinaste? Jajaja. Anda sal de ahí.
— E… es que se me olvidaron mis lentes, los dejé en la cocina y no veo bien así que me quedé aquí.
— Ay Andy que descuidado eres debes tener más cuidado con tus cosas, pero no te preocupes ya voy por ellos.
En cuanto Yuri se da la vuelta y sale de mi habitación, salgo de debajo de la cama y me asomo al pasillo, la veo llegando a la cocina así que corro rápidamente hacia el baño y en cuánto llego cierro la puerta y vuelvo a abrir la llave del agua para seguir duchándome.
— ¿Andy? ¿Estás en el baño? Te traje tus lentes.
— Si aquí estoy, déjalos en mi habitación ahora que termine voy por ellos ¡Gracias!
— Bien, te los dejaré ahí en el baño.
— ¡NO! Déjalos en mi habitación ahora que termine voy por ellos.
— Ya estoy entrando
— Bien, déjalos ahí sobre el lavamanos.
— Vale ahí te los dejo.
— Gracias, cierra la puerta ahora que te salgas porque se mete el aire frío.
En una fracción de segundo Yuri abre la cortina de la ducha viéndome enjabonado y desnudo.
— ¡¿Pero que haces?! Vete vete.
— Ay Andy, y dejar todo esto aquí solo ¿Qué tal que luego necesitas que te tallen la espalda? Yo te puedo ayudar.
Comienza a quitarse la ropa mientras sigue intentando convencerme.
— Además mira, estamos tu y yo solos, nuestras clases todavía no empiezan así que tenemos tiempo para hacer lo que queramos, y lo que yo quiero es que me hagas tuya.
— Yuri, Yuri, Yuri, te me calmas por favor. Yo solo quiero darme una ducha y ya, eso es todo.
— Quieres tener todo esto contigo mientras te duchas es lo que quisiste decir —comienza a tocarse.
— Mira, no necesito los lentes ahora mismo, llévatelos a mi habitación por favor y espérame allá afuera.
— ¿Pero que pasa Andy? —pasa sus manos sobre mi cuerpo desnudo— todo esto tiene que ser comido por alguien, y yo quiero ser esa persona.
De un momento a otro ya tengo a Yuri con su cuerpo completamente pegado al mío, ambos desnudos mientras el agua cae en ambos suavemente.
Siento como sus tetas se recargan sobre mi mientras intenta besarme e intenta meter mi pene en su vagina con sus manos.
— ¡¡¡PARA!!! Yuri no puedo hacer esto, no ahora, eres mi amiga y no puedo, va a ser extraño decir que tenemos sexo y no somos novios. Eres mi amiga y ya hasta ahí, tienes un buen cuerpo eso no lo niego, pero hay un límite y no puedo hacer esto, somos amigos, eso es todo ¿Queda claro?
— Ay Andy pero para una vez que lo hagamos no hace daño, déjate llevar por esas ganas que tienes, sé que quieres hacerlo.
— No te lo niego, me excitas eso está claro, pero es que es difícil de pensar.
— No lo pienses, méteme esos 27 centímetros entre las piernas y hazme tuya, juega con mi cuerpo mientras me dices cosas sucias y grito de placer.
— No preguntaré como sacaste las medidas, pero lo digo enserio, no puedo. Tu y yo somos amigos, muy buenos amigos y me gustaría mantenernos así simplemente como amigos. Así que por última vez, vístete, sal de mi baño y de mi departamento, y ya nos vemos más tarde en la uni ¿Vale?
Mientras le digo esas últimas palabras logra meter mi pene en su vagina para que cuando termino de decirle eso ver cómo su rostro se llena de furia, me suelta una cachetada y se despega de mi.
Toma su ropa y mientras se viste me dice un par de cosas.
— Te vas a arrepentir de no haber aceptado esta oportunidad. Yo te amo Andy. Sé que lo notas y sabes que estoy loca por ti, te necesito para vivir, necesito tu cuerpo junto al mío, tus labios junto a los míos, tu mano con mi mano, te necesito en cada momento de mi vida porque tú eres mi todo.
¡TE AMO ANDY! Y no me arrepiento de cada momento cachondo que pasé contigo como ahora.
Quiero estar contigo ahora y siempre, y no voy a dejar que te pase nada malo, te cuidaré con mi vida entera, pero por favor no me dejes así.
Las palabras de Yuri me llegan al alma y hacen que se me haga un nudo en la garganta, se expresó con el corazón en la mano y no le he correspondido, pero tampoco voy a hacerlo simplemente por ser buena persona y no hacerla sentir mal.
Si tengo que tomar una decisión será la correcta para ambos y no simplemente por ser bueno o malo.
— Yuri, te agradezco que te hayas expresado así conmigo, de verdad lo valoro mucho.
— ¿De verdad? —menciona con voz entrecortada.
— Así es, pero como bien te dije, para mí eres una gran amiga y no quiero perder esa amistad que tengo contigo. Te quiero pero no de la forma en la que tú a mí, perdón si eso te rompe el corazón pero no voy a mentir por hacerte sentir bien nada más.
— No, Andy no me puedes hacer esto, ¡YO TE AMO! —Grita a todo pulmón.
— Lo sé Yuri pero no puedo corresponderte, al menos no por ahora. Mi corazón está en un duelo ahora mismo y no puedo tener algo estable ahora.
— He dado todo por ti, y así me pagas. Me he desnudado frente a ti y así me pagas, he hecho de todo para estar contigo y así me pagas. Un día te vas a acordar de mí y de cuanto te amo y no voy a dejar de estar enamorada de ti. Serás mío ya lo verás, mientras que esas perras que están tras de ti verán como me alzo con la victoria.
Termina de vestirse y sale del baño para posteriormente salir del departamento mientras grita:
— ¡SERÁS MÍO!
Cierra la puerta con una gran fuerza para luego irse.
Vaya chica loca, nunca la había visto así, solo había visto el lado lindo que tiene ella y como era siempre como una luz que no dejaba de brillar, pero esto, lo que acabo de ver está a otro nivel. Desconozco si tengo que cuidarme de ella o solo lo decía por enojo pero a por como es ella creo que fue solo por enojo.
Termino de ducharme para luego vestirme y desayunar rápido ya que el tiempo se me había ido volando con todo lo que pasó con Yuri, se me hace tarde para llegar a la universidad.
Acabando mi desayuno, salgo corriendo de mi departamento hacia la estación de bus, pero cuando voy llegando veo como el bus arranca y se va sin mi.
— ¡Mierda! No puede ser voy a llegar tarde ¡AAAAAAHHHH!
— Oye chico —suena una voz masculina dentro de un coche que va pasando— ¿Necesitas llegar a clases?
Esa voz… me parece familiar.
La ventana del coche baja más y puedo ver su rostro.
— ¡Adrián! Claro que sí jajaja.
— Pues anda, sube.
Abordo el coche.
— Wow ¿Este es tu nuevo auto?
— Algo así jajaja. Aún no lo he terminado de pagar así que es mío y de la agencia todavía jaja.
— Hombre da igual eso, ¡Ya tienes coche nuevo!
— Pues si, eso sí.
— Entonces supongo que el trabajo ha estado yendo aún mejor como para que tengas un coche tan nuevo.
— Así es. La producción ha ido en un aumento exponencial así que las ganancias son mayores, conseguí un puesto mejor y pues aquí me tienes.
— Pues me alegro mucho por ti bro, tienes lo que querías y eso es genial.
— Te lo agradezco, ¿Y tú?
— ¿Yo que?
— ¿Tienes lo que quieres?
— No se ni siquiera que es lo que quiero. Ahora mismo mi cabeza está hecha un caos total.
— ¿Pues que pasa?
— Nada que Evelyn jugó conmigo, Athena me confunde, Yuri me ama y creo que ahora también me odia.
— Aver espera un momento ¿Athena? ¿Yuri te ama y te odia? Creo que me he perdido de muchas cosas.
— Jajajaja bueno es algo difícil de explicar pero te haré un resumen. Después de que Evelyn empezara a salir con Chester el chico de la banda yo me alejé de ella pero ahora parece ser que están jugando con ella también pero ella se niega a aceptarlo porque no tiene pruebas.
— ¡Oh eso es grave!
— Si si.
— ¿Y esa tal Athena? ¿Qué vende, de que cuento te la sacaste o de dónde salió?
— Jajaja pues es una de las chicas fresas de la clase, de las que parecen inalcanzables. Constantemente sentía una mirada sobre mi hasta que un día me mandó un mensaje de que me vería en el auditorio, fui y me la encontré, realmente nunca le presté atención hasta que me comenzó a hablar y por primera vez me fijé en sus ojos y su rostro y es una chica súper bella. Es como si una estrella del cielo se hubiera convertido en un ser humano lleno de belleza.
— Suenas enamorado jaja.
— No estoy seguro aún de lo que siento, sigo sintiendo algo por Evelyn pero no me voy a jugar la amistad que ya tengo con ella por una relación. Lo de Athena es un comienzo que se va formando de buena manera pero aún no tengo nada claro.
— Bien, hay un lío entre lo de Evelyn y Athena, pero ¿Y lo de Yuri?
— Pues hace un rato llegó a mi departamento y me dijo que me ama pero le dije que el sentimiento no es correspondido. Después de decirle eso se puso como loca y comenzó a decirme que va a luchar por mi y que se va a alzar con la victoria sobre las otras “perras”.
— Ooooh vaya jajajaja esa chica si que es intensa. Entonces esa tal Yuri está loca por ti, debes de tener cuidado eh, si esa chica se puso así con tu respuesta no quisiera saber de lo que sería capaz con tal de tenerte a su lado.
— ¿Tu crees?
Llegamos a la universidad y nos estacionamos frente a la facultad.
— Mira, si esa chica está cerca de ti y si por alguna razón está Athena o Evelyn, cuídalas, si lo dijo de la forma tan intensa como me lo mencionaste entonces esa chica puede intentar lo que sea.
— Pues ya veré qué pasa, le pondré límites a todo eso, no quiero problemas con ella ni con nadie.
— ¡Así se habla!
— Bueno pues muchas gracias por traerme a la uni Adrián, después te pago el favor jaja.
— Nada Andy no es ningún problema ya sabes que para eso estamos los amigos.
Nos despedimos y Adrián se marcha en su coche mientras que yo camino hasta el interior de mi facultad.
En cuanto camino hacia dentro de la facultad veo a Athena con una pequeña caja en sus manos, me pregunto que traerá ahí.
Me acerco a ella y al verme corre hacia donde estoy con una gran sonrisa en el rostro y dando un pequeño salto al llegar a mi posición.
— ¡Andy! ¡Holaaa!
— ¡Hola Athena! ¿Qué tal va la mañana?
— Súper bien muchas gracias —sonríe levemente— tengo una sorpresa para ti.
— ¿Sorpresa?
— Así es mi estimado caballero, usted se ha ganado esta pequeña cajita que tengo en mis manos, hágame usted el favor de abrirla y darme su veredicto de lo que contiene en su interior.
— Jajaja mucha elegancia.
— Es que es especial jeje.
Me entrega la caja pequeña la cual lleva un listón rojo y estaba hecha de madera, se sentía ligera.
Al abrir la caja veo un par de pulseras y collares. Las pulseras juntas formaban una luna llena, mientras que los collares juntos formaban un sol, estaban hechas de oro y tenían una nota en su interior:
“Una gran persona necesita un complemento para ser aún mejor”.
Al terminar de leer la nota la miro a los ojos mientras que se sonroja y baja la cabeza.
Esta chica es súper linda conmigo y eso me hace sentir seguro y feliz.
— ¿Esto es para los dos?
— S… si. Elige una parte de ambos y yo me quedaré con la otra y así podremos seguir juntos aunque estemos separados.
— Eso es muy lindo de tu parte ¡Muchas gracias!
Tomo una parte de ambos accesorios, me coloco la pulsera mientras que ella se coloca el complemento de la misma.
Posteriormente tomo uno de los collares y se lo coloco a Athena, ella recoge su cabello y mira de reojo mis movimientos para luego ella colocarme el complemento.
Después de eso la veo aún más sonrojada y con intensiones de decirme algo pero parecía que se ahogaba en sus propias palabras las cuales no sabía siquiera como expresarlas hasta que encuentra una manera.
— Hace tiempo que quería decirte algo pero no era siquiera capaz de hablarte.
— Pues aquí me tienes.
— Es que tú… tu me…—baja la voz a ser casi inaudible— me gustas.
— ¿Qué? Habla más fuerte jajaja.
— ¡ME GUSTAAAAAAAS!
Athena sale corriendo y saltando de felicidad hacia el aula mientras que yo me quedo parado a medio pasillo intentando procesar lo que acabo de escuchar.
¿Me acaba de decir que le gusto? ¿Yo? Un chico que pasa desapercibido y que no cumplo con lo que se supone que buscan ese tipo de chicas, soy alguien normal, demasiado normal como paga llamar la atención de alguien, solo soy un simple mortal y ahora de repente soy el amor de alguien.
Aún con la cabeza hecha un lío camino hacia mi aula en donde Athena ya está esperando con sus amigas.
Al llegar la veo platicar con sus amigas y con una enorme sonrisa en el rostro. Ella me ve entrar y sonríe enormemente.
Había prestado nula atención a la llegada de Evelyn la cual no veía por ningún lado, supongo que solo se le hizo tarde o está con Chester a pesar de lo que le dije sobre el, espero que no la esté pasando mal.
Apenas unos minutos después veo llegar a Eve con un ramo de rosas blancas en las manos. Parece ser que lo que pasó con Chester y la otra chica terminó pasando desapercibido porque Evelyn se nota igual de feliz.
Se sienta frente a mí y coloca su ramo en el asiento que estaba solo a su lado.
— ¿Y ese ramito? — susurro a su oído.
— Chester me lo dio, es súper lindo conmigo, no se que hice para merecer estás rosas pero me encantan. — suelta un gran suspiro.
— Lo que no sabrás — digo levemente entre dientes.
— ¿Dijiste algo?
— ¿Quién? ¿Yo? Pff, nada que están muy bonitas.
— Lo sé son bellas — suelta una enorme sonrisa y devuelve la mirada a su pupitre.
Athena se levanta de su asiento mientras el profesor está parado en la puerta hablando con otro maestro, viene a mi sitio y me da un papelito corriendo en puntillas y con una gran pero a la vez tímida sonrisa.
Evelyn solo la ve acercarse e irse.
Veamos que dice esta notita:
— “¿De que sirven las palabras cuando una sonrisa lo dice todo?”
Creo que de esto me di cuenta antes de que me diera la notita, ella sonríe de una manera que la hace ver tan bella.
Eve me mira y se queda callada unos segundos, después me hace una pregunta:
— ¿Qué no es ella de las chicas que se creen mucho más que todos y que desprecian a todo el mundo creyendo que ella es lo mejor del universo?
Vaya pregunta tan extensa y extraña.
— Aclaremos unas cositas, ella se junta con esas chicas, por estar con ellas no quiere decir que ella sea precisamente de esa manera.
— Pero lo es ¿No?
— No para nada, ella es muy diferente, tiene un aura muy distinta al resto de sus amigas.
— (Su tono de voz cambia a parecer que se está quejando de algo) — ¿Ya te enamoraste de ella? Por eso es que la ves como una luz brillante y la chica más bella del mundo, ¿o acaso no tengo razón?
— Tengo que admitir que es bonita y que su forma de ser es única, pero lo que hay entre Athena y yo es simplemente amistad. Tengo actitudes talvez de que según tú estoy enamorado, pero créeme que no es así y tú me conoces cuando estoy enamorado.
— Por eso mismo te lo digo, porque sé que te pierdes en la mirada de quién te enamoras. ¿Crees que soy idiota? Ella te gusta.
El ambiente entre ambos se siente cada vez más tenso, mantenemos la voz baja para que no nos escuche el resto de los compañeros y compañeras de clase, pero siento que esto se va a salir de control en algún momento.
Intento mantener la calma y relajar la situación.
— Ella no… no me gusta, es que solo… me... me hace sentir seguro.
— Ajá, ¿Crees que te creo? Estás dudando de tus palabras Andy por favor.
— Si dudo o no de mis palabras igual no creo que te afecte, así que creo que es mejor dejarlo así.
— Claro, ahora yo soy la mala.
— Nada de mala, no pongas palabras en mi boca, si quisiera decir que tú eres la mala ya te hubiera dicho que cuando estuvimos tu y yo en tu casa cuando te lastimaste esa pierna que aparentemente ya ni te duele porque no veo que te quejes cuando corres a los brazos de Chester, lo que pasó ese día en tu casa, en tu habitación…
— Es que… es que yo… Assssshhhhh
Evelyn se gira y la conversación que casi llegó a ser una especie de pelea llegó a su fin, al menos por ahora.
Siento a lo lejos la mirada de Athena, giro levemente la cabeza hacia donde está ella, nuestras miradas se encuentran mientras ella se sonroja y regresa la mirada hacia el pizarrón.
La clase comienza con algo de tensión entre Evelyn y yo.
A media clase escucho sonar mi teléfono, era una llamada de Yuri, decido no contestar debido a lo que me había dicho la última vez que nos vimos.
Unos minutos después, mi teléfono vuelve a sonar así que decido salir del aula para contestar la llamada:
— Andy necesito que vengas al auditorio.
— Hola a ti también Yuri.
— Ash, hola Andy, ¿Vienes?
— ¿Podría saber cómo para que me necesitas? Estoy en clase.
— Si ya te diste tiempo de salir y contestar la llamada no creo que te moleste venir al auditorio.
— Está bien ya voy, ya voy.
— Bien aquí te espero.
Voy rápido hacia el auditorio esperando que no haya algo desagradable ahí.
Casi por llegar al auditorio, a unos cuantos metros me topo con Chester que iba pasando por ahí.
— ¡Hey! ¿Pero que haces por acá Andy?
— Vengo a… a revisar unas cositas para la presentación del lunes.
Le menciono lo de la presentación pero ni siquiera he hablado con los profesores y el director para ver si nos dejan presentarnos ese día, tendré que ver eso más tarde.
— ¡Oh! Es cierto, ya me había olvidado de la presentación, mañana vendré a ensayar entonces, no quiero decepcionar a Evelyn.
— Si por supuesto, claro… Bueno te veo luego Chester.
— Un placer bro.
El se va y yo llego a la puerta del auditorio.
Llamo a la puerta aunque sinceramente no sé porqué lo hago si el lugar es público y puedo entrar cuando se me de la gana.
Yuri llega a la puerta y abre suavemente.
— Gracias por venir, necesitaba decirte algo.
— ¿Más?
— Si. Sé que no fue la mejor manera de decírtelo la última vez que nos vimos, así que quiero arreglar mi error y decirte las cosas de frente y estando ambos sin nadie que nos interrumpa o sin prisas.
— Bueno siendo sincero si hay prisas porque tengo que ir a mi clase y…
— Nada de prisas dije.
— Está bien, está bien.
Yuri saca una hoja de su mochila, es una hoja color celeste con aparentemente un gran texto escrito.
— (Tose ligeramente antes de leer) — Estimado Andy.
— Espérate, ¿Vas a leer todo eso?
— Estás matando el momento.
— Okey está bien ya me callo.
Yuri vuelve a tomar aire, me mira a los ojos y deja caer la hoja.
— ¿Pero, que no ibas a leer eso?
Se acerca a mí a tal punto de estar a unos centímetros su rostro del mío.
Me toma de las manos mientras su mirada se centra en la mía a pesar de que es más pequeña que yo y estamos algo disparejos.
— Em… Yuri…
— Calla, deja me centro.
Esto es extraño, pero tengo que dejar que se desahogue o que diga lo que sea que tenga que decir para que así de una vez por todas me deje en paz.
— Andy, desde el primer momento en el que te vi sentí algo dentro de mi. No es como algo que yo piense que siento o cosas que me imagino, son cosas reales que tengo en mi mente y en mi corazón. Cada vez que te veo en el bus, en la facultad, hay algo dentro de mi que se siente diferente y que cuando estamos juntos me hace sentir diferente, es como si tú estuvieras dentro de mi, no de forma sexual aunque me encantaría, pero me refiero a que estás en mi mente y en mi corazón.
Sé que la vez pasada que te dije esto terminó todo mal, pero esta vez quiero ser clara y decírtelo de frente con toda la sinceridad del mundo y con el corazón en la mano. De frente a ti, con nuestras manos juntas y nuestras miradas encontrándose en un momento mágico en el que tú y yo estamos juntos y sin nada ni nadie que nos interrumpa, quiero decirte que… Estoy profunda y locamente enamorada de ti.
No me importa lo que los demás me digan sobre este amor que siento por ti y que me hace que el corazón vaya a 1000. Yo te amo Andy, te amo y te daré todo de mi, mi corazón, mente, alma y cuerpo.
Sé que será difícil conquistarte después de los inconvenientes que hemos pasado, pero te prometo que voy a luchar por conseguir tu amor, no me importan las consecuencias, solo me importas tu.
Sus ojos se ponen llorosos al terminar de hablar, aprieta mis manos y escucho como ligeramente empieza a llorar.
— ¿Estás bien?
— ¿Crees que estoy bien? Sé que amas a otra y que no tengo posibilidad.
¿Qué pasa con esta chica? Primero me dice que quiere intentarlo y luego parece rendida.
— Te lo voy a dejar claro, entiendo lo que dices que sientes por mi y que pienses que estoy enamorado, pero ahora mismo mi corazón sigue en un duelo y sinceramente no sé siquiera de quién estoy enamorado o si al menos lo estoy.
— Entonces ¿Tengo oportunidad?
Por la madre de todos los cielos, ¿Qué hago? Si le digo que si, se va a obsesionar y es que realmente no es como que yo sienta algo por ella, pero si le digo que no seguramente se volverá loca o yo que sé.
Me tomo unos segundos mientras Yuri me mira fijamente con los ojos llorosos.
— Bien, diré algo que es por el bien de ambos, te daré lo que es mejor para ti y para mí, pero sobre todo para ti.
— ¿Entonces?
— Agradezco todo lo que has hecho por mi, te agradezco tus palabras y que te hayas desahogado y dicho todo lo que sientes, pero sinceramente no quiero romperte el corazón diciéndote que si para que luego sea todo un fracaso porque no se lo que tengo ahora mismo en mente.
— (Su voz se rompe) — ¿Eso es un no?
— Lo lamento Yuri, pero no puede surgir algo entre nosotros.
Ella se tira al suelo de rodillas llorando mientras que intento hacerla entrar en razón.
— Oye, mírame, levanta esa carita.
— ¡¿Con que huevos me dices que levante la cara?!
— Oye cálmate, tranquila. Se que es duro, pero es lo mejor para ambos. Talvez en algún momento de la vida podemos tener algo o no sé pero por ahora eso no es posible, prefiero decirte que no puede haber algo ahora que ilusionarte teniendo algo juntos y diciéndote que no después de un tiempo porque no sabré lo que realmente siento.
— Déjame sola, no quiero escucharte, ¡NO QUIERO VERTE!
— Okey está bien ya me voy, lo siento, perdón.
Salgo del auditorio con un nudo en la garganta y sudando. No se si hice lo correcto pero creo que de momento es lo mejor. No quiero ilusionarla en vano, además no tengo un sentimiento definido hacia ella más que simplemente una amistad.
Vuelvo al aula lo más rápido posible para poder continuar mis clases. Siento como Evelyn y Athena me miran con cierta incertidumbre, pero al estar en clase no pueden decirme o preguntarme algo.
Las clases terminan lo más rápido que pensaba. Evelyn gira su cabeza hacia donde está Athena para luego girar hacia mi.
— ¿Estás bien? Te vi nervioso.
— Si, todo bien no te preocupes.
— ¿Fue ella? ¿Ella te hizo algo?
— ¿Con quién te refieres a ella?
— La chica fresa, la inalcanzable, la única y diferente.
¿Qué le pasa a Evelyn? Nunca la había escuchado hablar así.
— ¿Te refieres a Athena?
— ¿Athena se llama? La chica que se cree la gran cosa, la que tiene aires de grandeza.
— Eve, más respeto por favor ella no es así.
— Ay si, voy a hacer como que te creo porque no te creo nada. ¿Acaso ella te ayuda a hacer las tareas? ¿Has estado en su departamento?
No se si es imaginación mía, pero puedo notar una especie de celos en su forma de expresarse, algo extraño porque se supone que ella está súper enamorada de Chester.
¿Será acaso que…?
No creo, ella no dejaría de estar con alguien para estar conmigo, es imposible.
— ¿Y cuando estuve en el tuyo? Fue algo pasajero según tu.
— Yo…
— Que tengas un buen día Eve, yo me voy.
Athena se levanta de su sitio y camina atrás de mi para alcanzarme.
— ¡Oye!
— ¿Qué pasa Athena?
— Nada que te vi hablando de una forma extraña con esa chica y hace rato te vi entrar nervioso a clase, ¿está todo bien?
— Oh eso, si, todo bien no te preocupes.
— ¿Seguro?
— Si, creo que si.
— Mm… está bien, te creeré.
Caminamos fuera de la facultad hacia donde tomamos el bus mientras hablamos de cosas de las clases de hoy.
Llegando a la estación nos paramos frente a un poste de luz. Athena saca un papel de su mochila y me lo da, cuando estoy apunto de abrirlo me sostiene las manos y me dice:
— No lo abras aún, espera a que me baje del bus más tarde.
— Está bien, esperaré.
Ella sonríe dulcemente mientras el bus se acerca, abordamos y nos vamos al fondo.
De pronto algo llega a mi mente.
— Mierda.
— ¿Pasa algo?
— Nada, me olvidé de algo, mañana lo resuelvo no te preocupes por eso.
— Okey.
Tenía que decirle al director sobre si podemos tener la presentación el lunes y se me olvidó por salir a las prisas. Mañana espero poder encontrarlo y preguntarle de eso, así aprovecho para ensayar con Chester y el resto de la banda.
— Llegamos a mi estación, ya puedes abrir el papel, ¡Nos vemos el lunes Andy!
— ¡Ten un lindo fin de semana Athena!
— ¡Igualmente!
Se despide de mi con un beso en la mejilla y se baja.
Abro el papel suavemente para no romperlo. Al abrirlo hay un texto que me deja bastante confundido pero a la vez con algo claro.
— “Habrá muchas chicas en el mundo, habrá muchos días distintos y sin algo que los haga destacar, pero en un mundo con opciones infinitas, ¿Qué ha de pasar para mí día especial?”
Ella… ¿Quiere un día especial? ¿Puedo darle ese día especial?
Sé que ella es diferente y que no es como Evelyn o Yuri, ella es muy diferente a ellas dos, no está obsesionada, no juega con mis sentimientos, ¿Será que ella es la indicada?
Llego a mi estación y me bajo del bus.
Camino hacia mi edificio y entro a mi departamento. Cierro la puerta y me dirijo a la cocina a preparar algo para comer.
Un trayecto largo desde la universidad hasta el departamento hace que casi llegue al anochecer a casa.
Como, me ducho y me dirijo a mi cama.
Antes de cerrar los ojos pasan un montón de cosas por mi mente.
¿Qué habrá pasado con Yuri después de lo que pasó en el auditorio? No quiero mandarle mensaje o llamarla porque probablemente la haga sentir peor, creo que lo ideal será que nos veamos el lunes y esperar que no sea tan malo lo que me espera porque seguramente se va a desahogar y me va a gritar de todo.
No podía hacer más por ella, no iba a ilusionarla en vano, era mejor decírselo ahora que decírselo cuando haya algo entre nosotros y yo no haya aclarado lo que siento.
En cuanto a lo de Evelyn, no se que pasa con ella, la forma en la que se comportó hace rato no es la forma habitual de hablar de ella, su ternura se fue y lo único que vi fue desahogo y celos.
Pero ¿Por qué estará celosa? Ella tiene ya a alguien que la ama y la quiere aunque eso es lo que me gustaría pensar porque después de lo que vi hace unos días de Chester me tiene con la duda, pero tampoco puedo ir a romper esa relación porqué ella se ve feliz con el aunque lo dudo de parte de el. Los tendré vigilados por ahora mientras intento ver qué pasa también conmigo y mis sentimientos.
Lo que me dijo Athena con esa notita que me dio me tiene pensando, ella está esperando algo de mi. Tengo que aclarar mi mente antes de pensar en hacer algo más o ilusionarla o lo que sea.
Vaya día.
Espero que mañana no haya inconvenientes con preguntarle al director lo de la presentación.

Sentimientos retraídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora