CAPÍTULO 11: LA MIRADA

4 1 0
                                    

Entre las sombras lentamente sale una chica pelirroja con una piel clara, su cabello cubría gran parte de su rostro por lo cual aún no podía ver su rostro. Llevaba un vestido blanco que llegaba a sus rodillas tan brillante que parecía un ángel, y mientras caminaba se le notaba una gran timidez mientras mantenía la cabeza baja.
Quedé asombrado con lo que mis ojos estaban viendo, pero la duda se mantenía en mi cabeza.
¿Quién es y por qué me citó aquí?
Probablemente esas dudas se resuelvan luego, pero por ahora me mantendré tranquilo esperando respuestas.
La chica llega al escenario en el cual estoy de pie al lado de los instrumentos y descubre su rostro.
Ella en ese momento se convirtió en la chica más hermosa que había visto en toda mi vida, ni siquiera la misma Evelyn llegaba a la belleza que resaltaba en el rostro de esta chica.
Sus ojos un poco rasgados con tonalidad verde claro resaltaban en su rostro debajo de sus suaves cejas y pestañas largas. Unos labios que lucían brillantes con ese labial rojo aún siendo en un tono suave y una pequeña nariz.
Aún no me había dirigido ni una sola palabra con su voz, solo con notas, pero no había escuchado su voz, y sin escuchar su voz ya me sentía atontado por ella.
Con una mirada tímida y un tono de voz suave y bajo se dirige hacia mi.
— Perdón por no hablarte antes, no sabía cómo hacerlo.
Esa voz la he escuchado. Me suena a la voz de las chicas fresas de mi aula.
— No te preocupes igual estoy aquí.
— Te lo agradezco.
La chica se sonroja mientras intercambiamos palabras por primera vez entre ambos mientras que juega con su cabello entrelazando pequeños mechones en sus dedos.
— Oh perdón te cité aquí y ni me he presentado. Me llamo Athena, es un placer poder hablar contigo por fin.
— Pues un placer conocerte Athena, yo soy…
— Andy, sé tú nombre te he visto con la banda jeje.
— Wow pues gracias por reconocerme jajaja. Regularmente todos pasan de largo conmigo, hasta mi mejor amiga pasa de mi últimamente… pero no entraré en detalles con eso.
— ¿Por qué no? Desahógate, cuéntame todo, sirve que te conozco más.
— ¿Segura?
— ¡Claro! Tengo tiempo e hice un nuevo amigo.
— Bien. En resumen, mi mejor amiga me gusta, o me gustaba, ya no sé es algo confuso. Entró alguien a su vida y la separó de mi a tal punto que apenas habla conmigo cuando se supone que somos mejores amigos, y digo que se supone por lo mismo de que ya no me habla.
— Eso es algo fuerte.
— Ya ves, duele pero hay que seguir.
— ¿Y no piensas recuperarla?
— Lo pensé, pero ahora mismo creo que no vale la pena.
— ¿Entonces qué harás?
— Aceptar y seguir. No puedo oponerme a algo así por más que quiera.
— No te preocupes Andy, encontraremos una solución y lograrás ser feliz de vuelta.
Su actitud de ayudarme aún con mi rendición en su cara, resalta la linda persona que es, apenas me conoce y me quiere ayudar.
— Te lo agradezco Athena, pero creo que me mantendré a distancia con ella al menos hasta aclarar mis dudas.
— Bueno lo que sea que consideres será lo correcto.
— Gracias. Ahora cambiando de tema ¿Me has estado observando a lo lejos?
— ¿Quién? ¿Yo?
— Pues a ti es a quien le estoy haciendo la pregunta.
— Talvez de vez en cuando te miraba porque veía algo cerca de ti y tú estabas en mi campo de visión y tenía que verte entonces me quedaba ahí con la vista fija, pero no, para nada.
— Athena, para identificar una mentira no es como que necesite un doctorado.
— Ay está bien, si te observaba a veces a lo lejos. Perdón si te incomodaba, pero es que no sabía cómo dirigirme hacia ti sin parecer que te estaba acosando.
— Jajaja bueno ahora ya no tendrás que sentirte así, ya tienes mi atención.
Entonces era ella.
Esa mirada que me seguía en diferentes partes de la facultad y que sentía en varios momentos resultó ser Athena.
— Por cierto Andy, sé que probablemente sea algo incómodo tocar el tema por la relación de la persona que está dentro de eso pero ¿Cuándo te presentarás nuevamente con la banda?
— Pff… Si te soy sincero, estoy dudando si seguir ahí.
— ¡No puedes dejar la banda! O bueno, si puedes ¡Pero no debes!
— Y según tu ¿Por qué no?
— Ese tal Chester no tiene voz para cantar, tu voz en cambio es como escuchar a un ángel súper encantador… espera ¿Lo dije verdad? No lo pensé lo dije. Aayyy… —se sonroja enormemente.
— Entiendo tu punto, talvez si me lo piense. Si tú me dices que canto bien pues supongo que realmente lo hago bien.
— No supongas, es real, créetela.
— Vale bien pues me la voy a creer jaja.
— ¡Excelente!
Un momento de silencio se apodera de nosotros cuando repentinamente la luces del auditorio se apagan dejándonos en una casi completa oscuridad.
Athena corre a abrazarme en un aparente miedo a la oscuridad.
Sus brazos rodean mi espalda con una gran fuerza mientras apoya su cabeza en mi hombro cubriendo sus ojos y temblando de miedo.
— Oye tranquila no pasa nada, todo está bien, no dejaré que te pase algo ¿Está bien?
Ella solo asiente con su cabeza aún pegada a mi hombro.
En un intento de hacerla entrar en calma, comienzo a cantar una canción suavemente para intentar calmarla.
— Si te sabes esta canción cántala conmigo.
— (Con voz temblorosa) Está bien.
— (Comienzo a cantar) Y es que me encantas tanto, si me miras mientras canto, se me pone cara tonto, niña tu me tienes loco…
— Y es que me gustas no se cuánto, más que el olor a café cuando me levanto…
— (Ambos) Contigo no hace falta dinero en el banco, contigo veo Paris desde todo lo alto.
Escucho una ligera risa nerviosa mientras siento como deja de temblar de miedo a la vez que la luz vuelve al auditorio.
Se separa lentamente sonrojada mientras nuestras miradas se encuentran fijamente.
— Gracias por protegerme Andy.
— Estaré aquí para protegerte siempre Athena.
— Por cierto ¿Qué te pasó en la cara? Parecen golpes ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Te puedo ayudar?
— Wow espera, primero que nada estoy bien jaja. Muchas preguntas y una sola respuesta, estoy bien. No te preocupes por eso, pero te agradezco la preocupación —le muestro una gran sonrisa— Además, cantar me alegró el día.
— Ay… —voz temblorosa— Tengo que… voy a… iré a clase, debemos ir, aún no terminan las clases hoy.
— Espera ¿Entonces si estás en mi grupo?
— Siiii. Seguro no veías porque estoy escondida entre las otras chicas.
Entonces si está entre las chicas fresas, entre esas que se creen inalcanzables, superiores a todos y que tienen una tonada de voz algo molesta, pero es raro porque Athena no tiene para nada la pinta de chica fresa. Será que fue a las primeras personas a las que les habló y la adoptaron en su grupo de amigas.
Ojalá alguien me adoptase así.
— Pues entonces vámonos de aquí.
— Sip, te sigo.
Abro la puerta del auditorio dejándola pasar primero y dirigiéndonos al aula.
Tengo una sensación extraña. Al inicio del día me sentía de pésimo humor por los chicos molestos y ver a Evelyn con Chester me rompió el corazón en ese momento, pero luego Yuri apoyándome en el bus y camino a mi aula y ahora Athena que me hizo sentir algo bonito en el corazón.
Aunque con Yuri nunca llegué a sentir algo, ese apoyo que me dio movió algo en mi corazón, pero la llegada de Athena me hizo bombear a mil por hora con tan solo convivir con ella unos minutos.
¿Será que me ilusiono muy rápido? Talvez por eso me rompen el corazón por ilusionarme cuando no debo de hacerlo. Pero esta vez es diferente, no siento ilusión, siento algo real.
No voy a ilusionarme de todas formas, la acabo de conocer y no conozco sus verdaderas intensiones, capaz y sale como Yuri que no se cansa de estar apareciendo a cada momento que puede frente a mí.
Caminamos juntos por los pasillos de la facultad hasta llegar al aula. Abro la puerta para que pase ella primero y después yo.
Compruebo mi teoría de que ella se junta con las chicas fresas ya que en cuánto entra al aula va directo hacia ellas, pero eso no me va a impedir ser su amigo ni mucho menos, las clases sociales o lo que se crean no debe de importar a la hora de hacer amistades o relacionarse mas íntimamente con alguien.
Evelyn tiene una cara de confusión que noto a lo lejos lo cual me da algo de risa, digo pues ella me estaba provocando o más bien me lo sigue provocando, el dolor del abandono, ahora parece que ella vio que tengo a alguien con quien hablar aunque realmente me da igual si ella se siente celosa o lo que sea, extrañaba una plática como la que tuve con Athena hace un rato.
Las clases continúan e incluso ahí en plena clase siento la mirada de Athena sobre mi, no es una mirada pesada sino que es solo la sensación de que alguien me está observando, es algo raro.
Después de un par de clases, el día escolar termina y en cuanto sale la profesora de matemáticas por la puerta, Evelyn se levanta rápidamente como puede y se queda parada en la puerta hablando con alguien.
Yo me levanto más tranquilamente al igual que Athena y me dirijo a la puerta donde está Evelyn y dónde para mí sorpresa está Chester buscando hablar conmigo.
— (Chester) Oye Eve ¿Me puedes esperar abajo? Tengo que hablar con Andy y te alcanzo en unos minutos.
— (Evelyn) Vale no te preocupes ahí te espero. Oye Andy no me lo lastimes por favor jajaja.
— Claro no te preocupes jaja.
Nos alejamos un poco de la puerta del aula para que pasen los demás chicos y chicas, mientras tanto Chester permanece en un silencio el cual se hace algo incómodo hasta que decide hablar.
— Sé que tus intenciones con Evelyn son diferentes a las de un amigo común, no voy a pelearme a golpes contigo ni nada de eso, simplemente quiero aclarar las cosas.
— Déjame decirte que eso ya pasó.
Dudo un poco de mis palabras las cuales solo digo para evitar un momento aún más incómodo.
— ¿Ya no te gusta ella? Se te notaba de lejos.
— Te voy a ser totalmente sincero, me interesó eso sí lo admito, pero nunca fui correspondido así que no valía la pena seguir ahí sufriendo.
— Entiendo… Entonces ¿Se acabó?
— Lamentablemente para mí si, para ti es bueno.
— Te prometo que la voy a cuidar con mi vida entera.
— Por favor, solo quiero verla feliz, y también por favor no hagas que cambie su manera de ser, que siga siendo ella misma.
— ¡Por supuesto! Que mantenga su esencia, ha cambiado un poco pero creo que puedo convencerla de que no todo es el dinero.
— Te lo agradezco mucho Chester, no pensé decir esto, hazla feliz por mi.
— Lo haré, no tengas dudas de ello.
Estrechamos las manos y nos despedimos, pero antes de irse se dirige a mi nuevamente para decirme unas breves palabras.
— Avísame cuando nos presentemos con la banda, quiero cantarle algo a Evelyn.
— Claro no te preocupes.
— Vale, ¡Nos vemos!
Genial, ahora tengo que cantar al lado del chico que me robó a Evelyn. No es como que lo odie sino que simplemente me duele saber que él es quién consiguió su amor y no yo, y el hecho de que ahora el es quién le va a dedicar canciones a ella pues hace un hueco en mi corazón.
Chester se marcha hacia donde Evelyn lo espera, al momento en el que el se va, Athena recién sale del aula, supongo que estaba escuchando lo que hablaba con Chester.
— Pensé que ya te habías ido.
— Me tardé un poco en recoger mis cosas y en cuanto iba a salir vi que estabas platicando con ese chico así que no quise interrumpir.
— Oh ya entiendo, no te preocupes igual no ibas a interrumpir nada importante.
— Pues escuché algo de que te gustaba alguien, supongo que eso es importante para ti, será sobre tu mejor amiga seguramente.
— Creo que ahora mismo ese tema lo podríamos pasar de largo.
— Entiendo que te incomoda, está bien hablemos de otra cosa. Mm… no se me ocurre otra cosa jaja.
— Pues ya somos dos jajaja.
Comenzamos a caminar hacia la salida de la facultad cuando recuerdo que primero me mandó un mensaje.
— Ahora que recuerdo ¿Cómo conseguiste mi número? Me mandaste un mensaje y no sabía quién eras ni nada, de hecho no lo respondí, perdón por eso por cierto.
— Oh eso, es que… pregunté en la dirección sobre ti y les dije que tenía que revisar unas tareas contigo así que me pasaron tu número jeje.
— Ahora todo tiene sentido.
— Si emm… perdón si te causó confusión eso o si te incomodó.
— Para nada, simplemente me resultó extraño es todo. Dejando de lado todo esto ¿Te vas en el metro o tomas el bus?
— Puedo usar ambos así que unos días voy en metro y otros días en bus, depende del tiempo que tenga para llegar ¿tu te vas en bus cierto?
— Parece que alguien me presta mucha atención jajajaja.
— No es eso, es que… yo… ay —se sonroja y baja la mirada.
— Jajaja te agradezco la atención.
— Emm… si jeje. —Esconde su cara con una mano.
Esta chica es demasiado tierna ¿Por qué me encuentro con puras chicas lindas? No debería de quejarme de igual forma la que me llama la atención o me llamaba la atención nunca me respondió de igual manera a mis sentimientos.
Caminamos hacia la parada de bus mientras que platicamos sobre las clases que tuvimos el día de hoy y las dudas que nos surgían sobre las materias.
Llegamos a la estación y Athena se dirige hacia mi.
— Oye Andy hoy me voy a ir en el metro, tengo unas cosas que hacer en casa así que tengo que llegar rápido, pero mañana si quieres me voy contigo en el bus para compensarte lo de hoy.
— Ve tranquila no te preocupes por eso, ya mañana hablamos si quieres.
— Recuerda que tengo tu número así que por ahí te puedo llamar o mandar mensaje jaja. Claro eso sí no te molesta, si te molesta solo dímelo y mejor hablamos aquí, no quiero incomodarte ni nada de eso. Se que seguramente tienes cosas que hacer y no tendrás tiempo de hablar… ¿Qué tonterías digo? Mejor mañana hablamos aquí y ya así no te molesto porque creo
— Para para para jajajaja. Te voy a dejar en claro algo, no me incomoda para nada que me llames o me mandes mensaje, no hablo con nadie así que siempre viene bien hablar con alguien.
— ¡Genial! Entonces más tarde te mando mensaje.
— Me parece excelente.
— Pues bien entonces ¡Nos vemos! Gracias por responder mi solicitud jeje.
— Un placer conocerte jajaja.
Athena se va mientras veo como se acerca mi bus, lo abordo y me voy al fondo como siempre con mis audífonos puestos y la vista hacia las montañas.
Me quedé asombrado con la belleza de esa chica, no había visto a alguien como ella antes. Siento como si apenas entrar a la universidad me hice atractivo para las chicas porque antes no se me pegaba ni una gripe.
Espero que Athena me vuelva a hablar y que no haya sido una plática casual de un día y ya se olvidará de mi.
Llegando a mi destino bajo del bus y me dirijo a mi departamento. Camino con una calma del tamaño del mundo pensando en todo lo que pasó el día de hoy.
Queda más que claro que Chester va a dar todo para hacer feliz a Evelyn, algo que me hace feliz sabiendo que ella será feliz aunque lamentablemente no es a mi lado, pero bueno al menos será feliz.
Va a ser difícil sacarme a Eve de la cabeza, habrá un tiempo largo hasta que pueda sacarla completamente de mi cabeza y dejar de pensar en tener algo con ella porque está tan en mi alma y mi cabeza que se vuelve casi imposible no sentir bonito cuando la miro a los ojos.
Creo que el hecho de haber conocido a varias chicas me da la posibilidad de sacármela de la cabeza más rápido, aunque eso no asegura nada.
Ya en mi departamento cierro la puerta, busco comida en la cocina y posteriormente procedo a limpiar, todo esto mientras la música suena a todo volumen en mi teléfono como todos los días en casa.
Tal vez he pasado muchos momentos difíciles pero en todo momento siempre he podido salir adelante y gracias a la música que ha sido mi refugio en esos malos momentos, es que sigo en pie dando todo.
Evelyn también fue parte de ese proceso de recuperación mía y de sentirme bien, pero ahora todo es diferente. Cada quien tomó su camino, ahora estoy bailando con extrañas mientras ella puede estar saliendo casualmente, maldita sea, todo está cambiando tan rápido, pero bueno así es la vida.
Llega la noche y con ello la hora de dormir, antes de cobijarme miro mi teléfono por última vez y veo un mensaje.
— ¡Ten una linda noche! Atte: La chica del auditorio jeje.
Contesto de igual manera.
— Igualmente para ti Athena, ¡Nos vemos mañana!
Es extraño que la chica fresa me hable pero bueno no me quejo.
Ahora sí me envuelvo entre las cobijas y caigo dormido en una linda noche de miércoles.

Sentimientos retraídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora