CAPITULO 7: PLANES FUTUROS

5 1 0
                                    

Domingo por la mañana, 9 de la mañana en punto es la hora que veo en mi teléfono al despertar.

¿Quién se levanta temprano los domingos?

El sueño se me va así que me levanto a darme una ducha rápida para despertar por completo.

Al terminar voy a la cocina por un vaso con leche y luego voy al comedor a comerme un pan de los que traje ayer en la noche.

Después de desayunar comienzo a lavar el plato y mi vaso mientras canto la canción que estaba ensayando ayer con los chicos de la banda con bastante ánimo. Un ánimo el cual no me notaba desde hace mucho tiempo antes de mis desgracias de hace años, y siendo sincero se siente bien volver a tener esa calma y paz mental que había olvidado como se sentía.

Seco mis manos y me preparo para salir ya que recordé que tengo que ir a la mueblería a comprar el nuevo lavamanos y espejo para el baño, así que me pongo mis tenis, tomo mi cartera, teléfono y llaves listo para salir.

Bajo del edificio hasta salir de ahí y tomar un bus que me deje en la mueblería que estaba a unos minutos.

Llegando a la mueblería me atiende un señor muy amable al cual me explico cómo me gustaría que fuese mi nuevo lavamanos y me guía a uno que queda justo a mi explicación.
Era un lavamanos de mármol bastante brillante y un espejo rectangular el cual funcionaba como puerta para tener unas pequeñas repisas detrás de él y guardar el botiquín o la pasta de dientes.

Después de un rato, salgo de la mueblería quedando con los encargados de que entre semana me lo harán llegar a mi departamento para instalarlo.

Tomo un taxi para volver rápido a casa y cuando llego me encuentro a Adrián en una sala de espera dentro del edificio.

— ¡Adrián que gusto verte! ¿Qué te trae por acá?

— Vine a pedir un consejo de un buen amigo así que me quedé esperando a que llegaras.

— Pues dime qué necesitas dime sin problemas.

— ¿Recuerdas que te había dicho hace tiempo que estaba saliendo con una chica?

— Algo recuerdo, si. ¿Qué pasó?

— Ha estado algo distanciada de mi, estábamos empezando a quedar desde hace tiempo. Llevamos varias semanas juntos aunque aún no le he propuesto ser mi novia, prácticamente ya lo somos, solo falta confirmar con la pregunta.

— ¿Y como quieres que te ayude?

— Bueno, sé que tienes buena mano para las chicas, he visto a un montón suspirar por ti.

— Permíteme que me ría jaja. No es como que yo me proponga hacerlas suspirar por mi. La única chica por la que he estado luchando en mucho tiempo es mi mejor amiga, o lo era ya no se que es. Jugó con mis sentimientos y aunque la sigo tratando bien, ya no es como que esté luchando por ella, igual nunca me quiso como yo la quería.

— Pero tienes ese toque de hacerlo sin darte cuenta.

— Y justamente eso es lo que no controlo, no lo hago a propósito, simplemente pasa. Supongo que es por ser de la banda porque antes de eso solo daba asco.

— Ya, pero bro, algún consejo seguramente tendrás para darme. Eres muy filosófico, de repente se te salen frases inspiradoras, invéntate una para tu amigo.

— Vale aver déjame pensar.

Dejo pasar un minuto en lo que dejaba fluir la inspiración que me surge de repente y suelto una frase.

— Tengo una. Puedes nutrir una planta diariamente y ver cómo crece poco a poco, pero si por más que la nutras no ves que da frutos, es porque su destino no es darte frutos, solo acompañarte en el camino hacia encontrar otro árbol que pueda darte esos frutos que tanto has esperado.

Después de un silencio profundo de un par de segundos en los que Adrián reflexionaba o intentando entender lo que le acababa de decir, luego de eso por fin responde a mi frase.

— Me sorprende tu habilidad para hacer reflexionar a quienes te rodean. Por eso es que tus canciones son tan profundas cuando las cantas.

— Sabes que las canciones de la banda no son nuestras ¿Verdad? Son canciones que tomamos de otros artistas para presentarlas, aunque ahora que lo dices, me acabas de dar una idea.

— ¡Excelente! Me das inspiración y yo te doy una idea, hoy salimos ganando ambos jajaja.

— Así es jaja. Por cierto ¿Cómo se llama la chica?

— Oh cierto no te había dicho. Se llama Yuri.

— ¿Yuri?

Recordé que la Yuri que conozco está muy pegada a mí cada vez que me la encuentro. Y si… ¿Será que dejó de ponerle atención a Adrián cuando dejé de luchar por Evelyn? ¿Será la misma Yuri?

— Sip. La verdad es una chica súper linda, me trae loco, pero si ella está dejando de hacerme caso será por algún motivo. Algún chico estará llamando su atención y por eso la estoy perdiendo.

— Bueno si probablemente. Pero no deberías de dejar de luchar por su amor, si ya estaban saliendo es porque ella ve algo en ti que no ve en alguien más.

— Pues ya veré qué pasa, pero si me entero de quién es ese chico, le voy a dejar claro que Yuri es la dueña de mi corazón y que no dejaré de luchar por recuperar su amor.

— ¡Esa es la actitud!

— Muchas gracias por tus consejos Andy, de corazón muchas gracias bro.

— No es nada Adrián es un placer ayudarte, ya sabes que para eso estamos los amigos.

— Bueno pues me voy que justo tengo que ir a verla.

— Mucha suerte y sigue dando todo.

— Gracias, ¡Nos vemos luego!

— ¡Que te vaya bien!

Adrián sale del edificio y yo giro hacia el elevador para ir a mi departamento.

En el camino solo pienso en todo lo que comentamos mientras miro mi reloj que ya marca la 1pm.
Yuri… Me estoy metiendo en un gran lío, aunque viéndolo bien, yo no estoy haciendo nada malo ya que ni siquiera estoy dando algo por ella.

Sentimientos retraídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora