CAPITULO 8: LA RECONQUISTA

4 1 0
                                    

Una nueva semana da inicio con mi mente clara en mis objetivos al despertar y levantarme de la cama.

Una nueva oportunidad y el renacer de una esperanza que ya pensaba perdida en luchar por el amor de Evelyn. Un nuevo intento de conseguir su corazón y estar a su lado como siempre lo he deseado.

Al levantarme de la cama voy al baño a mirarme al espejo, suelto una gran sonrisa de alegría y me doy una ducha. Al salir vuelvo a mirar el espejo con una gran seguridad y me visto lo más presentable posible para sorprender a Eve.

Desayuno rápidamente, tomo mi mochila, audífonos, cartera y llaves para luego salir del departamento rumbo a la estación de bus.

Mi camino de siempre durante el horario de siempre, pero esta vez con una actitud distinta, con ganas de lograr mi objetivo y con una gran sonrisa durante todo el traslado hasta que llego a la universidad, esta vez un poco antes de lo normal.

Entro para caminar hacia mi aula y en el camino Yuri se mete en mi camino, sigo caminando y ella me sigue el paso algo acelerado.

— Hola Andy ¿Por qué tanta prisa?
— No es prisa Yuri, es mi seguridad.
— Oh entonces por fin te decidiste a estar conmigo.
— Me gustaría estar a una mayor distancia de ti ciertamente.
— Vaya, ésta vez si que fuiste directo. Eso no fue muy lindo de tu parte —se da la vuelta y se va.
— Era mi intención… —menciono en voz baja mientras se va.

Más vale alejarla de mi ahora mismo o sino me echará a perder todo el esfuerzo que pueda hacer.

Llego a mi aula, coloco mi mochila en el asiento de un lado y espero la llegada de Evelyn mientras mantengo la mirada en la puerta. Mi mente se mantiene únicamente en eso, no hay nada ni nadie más que pueda distraerme de mirar la puerta.

Veo la entrada de todos los demás integrantes de mi grupo, siento una mirada de una chica que no reconozco pero la ignoro completamente, hasta que al fin, veo la llegada de Evelyn mientras suelto un suspiro y me alegro de verla.

— ¡Eve! Te separé un lugar.
— ¡Muchas gracias Andy!
— No es nada. ¿Qué tal estuvo tu fin de semana?
— La verdad bastante normal, nada diferente al resto. Iba a salir con el chico que te dije que salía, que por cierto se llama Chester…

Entonces se confirma que es el… De alguna forma tendré que ser mejor que el.

Sigo escuchando lo que me dice Evelyn.

— Pero me dijo que no podía salir porque iba a recibir visita de su familia y pues aún estamos en los inicios como para que me presente a su familia tan rápidamente.
— Vaya, no te preocupes ya luego tendrá un día para ti. Por ahora ¿Qué tal si yo te comprenso ese día?
— Vale acepto. ¿Vamos a caminar al parque que está cerca de tu departamento?
— ¡Claro! ¿Saliendo de clases?
— Me parece bien.
— ¡Excelente! Entonces te espero en la salida para irnos juntos.
— Sip.

Va a ser una lucha difícil de pelear, mientras Chester se mantenga dando todo de sí mismo sin que nada ni nadie más se interponga al final terminará conquistándola completamente y yo me quedaré viendo mi dignidad en el suelo.

Tengo que pensar en como puedo ser aún mejor que él, algo complicado si dice Eve que el es similar a mi, pero nada es imposible… o al menos eso creo.
Comienzan las clases y mi mente se enfoca en las notas del profesor.

— (Palabras del profesor) Entonces, cuando en la planta nuclear de Chernobyl se generó aquella explosión, muchas partículas de radiactividad se desprendieron siendo incluso en cantidades mayores que las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagazaki. En aquellas ocasiones…
— Pst pst, Andy.
— ¿Eh? Dime Eve.
— ¿Estás entendiendo algo?
— Sip. Se me dan bien estos temas.
— ¿Me puedes explicar más tarde? Es que mi cabeza va a explotar a este ritmo si sigo intentando entender.
— Jajaja claro, mientras damos la vuelta te explico todo más simple.
— Te lo agradezco un montón.
— No tienes nada que agradecer ya sabes que cuentas conmigo para todo.

Vuelvo a centrarme en la clase y las clases posteriores hasta que a media clase de matemáticas decido salir del aula.

Evelyn solo me mira mientras que por medio de señas le digo que la espero en la salida.
Camino por el pasillo mirando hacia todos lados en busca de Chester, pero no puedo verlo por ningún lado.

Seguramente estará planeando algún detalle para ella, alguna canción por ejemplo. Creo que tendré que ingeniármelas para también dedicarle algo a Eve algo más discreto, aunque la discreción por las cosas que hago no es lo mejor que tengo.

Doy vueltas por todo el edificio hasta que encuentro a Chester en el auditorio.

Mirando por la ventana de la puerta puedo verlo sentado en el escenario con su guitarra y unas hojas que supongo son las partituras de alguna canción.

Se le puede escuchar cantando algo.

— (Chester) Hay un lugar tan especial, en donde yo contigo quisiera estar, ese lugar tan especial, donde si quieres nos besamos y me voy enamorando…

Tengo que admitir que suena bien, pero no me puedo dejar vencer por eso, tengo que escribir la mejor canción para Evelyn, o el menor poema lo que sea que me salga, pero tiene que ser algo especial.

Me alejo del auditorio para esperar fuera del aula a Eve que ya venía saliendo.

Olvido eso que me da vueltas para no distraerme al estar con ella, pero no lo paso por alto, hago una nota en mi celular para recordarme lo que tengo que hacer y espero hasta que ella llega a donde estoy parado.

— ¿Lista para caminar por un largo rato?
— Siempre estoy lista.
— ¡Esa es la actitud! Pues vamos.

Caminamos juntos rumbo a la estación de bus, mis ganas de tomar su mano están por reventar mi cabeza, pero reprimo esas ganas y me controlo para poder sacarle plática.

— Entonces ¿Vas a querer que te explique la clase?
— Más tarde por favor. Solo quiero despejar mi mente un rato y esta caminata me vendrá bien, o bueno, nos vendrá bien a ambos.
— Eso sin duda.

Llegamos a la estación al mismo tiempo que el bus va llegando así que abordamos y nos dirigimos hacia donde yo me bajo normalmente.

Esta vez no me pongo mis audífonos por si acaso Evelyn quiere hablar de algo, pero apenas nos sentamos, ella acomoda su cabeza en mi hombro y se empieza a quedar dormida.

Se ve demasiado tierna, tengo unas ganas enormes de acariciar su hermoso rostro mientras duerme y despertarla con un beso.

¿Cómo es que estoy dejando ir a esta chica?

Veo el rostro de Eve mientras duerme. ¿Cómo he podido aguantar tantos años sin decirle cuánto me encanta? Es tan hermosa, dulce, tierna, maravillosa, inteligente, única, no me puedo creer que me estuve guardando este sentimiento por tanto tiempo.

Tan solo era cuestión de tiempo para que ella comenzara a fijarse en alguien y que ese dolor comenzara a ser aún mayor en mi corazón.
Nos acercamos a dónde normalmente me bajo del bus así que despierto a Evelyn.

— Oye, princesa dormilona, ya vamos a llegar.
— ¿Eh? ¿Me da un pastelito por favor?
— Jajajaja no vendo pastelitos Eve, tienes el sueño profundo.
— ¿Qué? ¿Dije eso despierta? Ay que penaaa
— Jajaja nada de pena, fue tierno.
— ¿Crees que soy tierna?
— No creo, estoy seguro.
— Tu también eres muy tierno Andy jeje —sonríe y guiña un ojo.
— Pues muchas gracias.

Nos bajamos del bus y caminamos rumbo al parque que está cerca del edificio donde está mi departamento.

Tan solo 5 minutos de caminata hasta llegar al sitio donde se respira una gran paz, una gran tranquilidad al escuchar el canto de las aves, los sonidos del agua golpeando las orillas del río que pasa por en medio del parque, las hojas de los árboles siendo golpeadas por el aire. Es un ambiente realmente relajante.

Al llegar nos miramos a los ojos por unos segundos mientras sonreímos y comenzamos a caminar mientras disfrutamos los sonidos de la naturaleza.

Cada segundo que paso a su lado es algo hermoso, son momentos que no puedo olvidar y que siempre disfruto. Ver esos ojos tan encantadores todos los días, escuchar esa voz que me hipnotiza cada vez que me habla, sus movimientos tan suaves que parecen un baile perfectamente ejecutado por un ángel.

No puedo evitar pensar en que estoy haciendo todo lo posible para enamorarla aunque no lo hago tan notorio porque no quiero que sea tan obvio en caso de que ella solo me quiera como amigo después de haber intentado varias veces o en el momento que me decida por decirle que me gusta, aunque no se si me creo capaz de hacerlo.

Quiero conquistarla con detalles, palabras y hechos. Una especie de amor a la antigua en la que se entregaban cartas, se daban flores y cantaban para enamorar. Aunque talvez no soy tan directo en las cosas que hago para ver si ella capta mis indirectas, pero si ella me tira indirectas no las capto, soy idiota lo admito y no sé identificar una indirecta, algunas veces no puedo ni con las directas, que lamentable que soy.

— Oye Andy ¿Por qué te saliste de la clase hace rato?
— Oh lo que pasa es que tenía que ir a preguntar algo mesa directiva, nada importante no te preocupes.
— ¿Seguro?
— Completamente seguro.
— Bien.

Dejamos de hablar nuevamente por unos segundos y vuelvo a abrir la plática, solo quiero escuchar su voz la cual me encanta.

— No vengo muy seguido a este parque, aunque me queda a 5 minutos caminando de mi edificio hacia aquí.
— ¿Y por qué no vienes?
— No lo sé, me acostumbré a estar encerrado tanto tiempo que salir es poco común para mí.
— Te entiendo, vivir sin hermanos y con tus padres trabajando te mantuvo mucho tiempo solo desde pequeño.
— Así es, aunque de cierta forma también era bueno al menos durante esa infancia para mí porque nadie me molestaba o me quitaba mis juguetes, aún así me sentía solo. Los que tienen hermanos disfrutaron de compañía para hablar, pelear o lo que sea, yo estuve solo desde el inicio, y con los pocos amigos que tengo pues tampoco salía.
— Suena algo triste eso.
— Créeme que lo es, pero llega un punto en el que te acostumbras y te vale todo y disfrutas de estar a solas en casa, hacer ruido con la música a todo volumen por ejemplo era de lo que solía hacer siempre.
— Bueno eso cualquiera hasta teniendo hermanos, aunque a mí me cambiaban la música.
— Pues ahí ves una diferencia, a mí nadie me quitaba la música, era todo el día música de mi preferencia cantando e intentando bailar todo el día.
— Eso sí suena bien.
— Lo fue, lo fue…

Un silencio se adueña del momento mientras suspiro y caminamos hacia una banca que estaba en el recorrido en la cual nos sentamos a seguir platicando.

— ¿Sabes? Llega un punto en el que ser hijo único empieza a pesar, cuando tienes pocos amigos como yo los cuales salen con otros y no me invitan, o amistades que simplemente pasan por la vida y se van. Esas personas hacen un cambio enorme en alguien como yo.
— ¿Qué tipo de cambio?
— Pensar mas en uno mismo, pero mientras más piensas en ti, más te vas preocupando por quienes te rodean haciendo que al final termines preocupándote por los demás antes que por ti.
— Ahora entiendo porqué siempre ayudas a todos aunque estés sufriendo.
— Por eso es que las pocas salidas que tengo con amigos las disfruto enormemente, como ahora mismo que estoy disfrutando esta caminata por el parque.
— Yo también lo estoy disfrutando Andy, siempre me ha gustado caminar contigo porque siempre tienes algo interesante que contarme —toma mi mano.
— Normalmente aburro a la gente con mis platicas profundas y reflexivas.
— Para nada, esa gente está mal de la cabeza. ¿Por qué rechazarle una plática a un chico maravilloso como tú?
— Llevo años pensando en eso —suspiro profundamente. — ¿Quieres seguir caminando?
— Sip. ¡Continuemos!

Continuamos caminando mientras que vemos a las aves volando entre los árboles, vemos parejas tomadas de la mano caminando por el sitio lo cual me hace pensar aún más en querer que Evelyn y yo tengamos una bonita relación, pero intento reprimir esos sentimientos al menos por ahora.

Mi mayor deseo en estos momentos es disfrutar del momento y pensar en que podría hacer para conquistarla primero que Chester.

Podría ser una buena idea sacarle información a Eve sobre el, es importante conocer al enemigo.

— ¿Cómo es el chico con el que sales?
— Oh, Chester. Es fenomenal, me canta diario, nos mensajeamos todo el día, nos vemos entre clases en algunas ocasiones. No se que hice para encontrarme con alguien como el, normalmente los chicos así siempre tienen un lado malo o dañado.
— Como yo con mis traumas.
— Algo así, pero a él no me veo nada malo.
— (Susurro) Y yo soy el defectuoso
— ¿Dijiste algo?
— ¿Eh? ¿Yo? Nada que espero que siga así.
— Algún día vas a encontrar a tu chica ideal Andy, no te preocupes. Tienes todo para que cualquier chica caiga rendida a tus pies con los tratos tan lindos que das.
— Si fuera así ya tendría novia desde hace meses atrás, pero cómo podrás ver sigo solo, así que eso de ser lindo y tierno es lo que menos funciona.
— Bueno al menos tu mejor amiga te apoya.
— Y te agradezco ese apoyo enormemente.

Si dice que es similar a mi, entonces tengo que buscar debilidades en mi para encontrar debilidades en el, o talvez no. Mi cabeza va a explotar de tanto pensar.

Vuelvo a centrar mi mente en el momento que estoy pasando con Evelyn, de los mejores momentos que me pueden pasar en la semana y lo mejor del día sin duda alguna.

— (Evelyn) ¿Tienes sed? Porque yo sí.
— Pues vamos a comprar una botella de agua, hay una tienda cerca.
— ¡Siii!

Continuamos nuestro recorrido hacia la tienda y pasamos un puente pequeño que pasa por encima del río que pasa por en medio del parque, un paisaje hermoso sin duda alguna.

El agua del río es tan cristalina que Evelyn y yo nos detenemos en el puente para admirar el paso del rio.

En el agua puedo ver el reflejo de Eve perfectamente, en todos lados que la mire, ella nunca pierde su belleza.

— Oye Eve, ¿Carrera de ramas?
— Oh por supuesto que sí. Siempre gano así que será un placer derrotarte como cuando éramos pequeños.
— Ya quisieras jaja.

Tomamos un par de ramas secas que estaban entre el césped y nos colocamos en el centro del puente con una rama en una mano.

Sentimientos retraídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora