Sé que se acabó

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Habían pasado dos años desde aquellos eventos. En ese tiempo WanNig entro a hacer practicas a una empresa. Debido a que de verdad era una persona muy sobresaliente pronto le ofrecieron un empleo.
Por supuesto esto significaba que tendría que mudarse, ya que su trabajo era muy lejos de su casa por lo que busco un lugar accesible y cerca para ahorrar tiempo.

De pronto se encontró tan ocupado con los asuntos de la vida diaria y sin darse cuenta había trascurrido el tiempo demasiado rápido. Ir a trabajar, cuidar de su nueva casa, valerse por si mismo, ir a los chequeos médicos periódicos al hospital. Entre todas esas cosas su mente siempre estaba demasiado ocupada. Fue un día mientras se encontraba en el trabajo a la hora de la comida que escucho a sus compañeros hablando animadamente. Su oficina era en realidad algo pequeña y las paredes eran demasiado delgadas por lo que fácilmente podía escuchar lo que los demás decían. Generalmente a WanNing no le gustaba los chismes de oficina, aquello le parecía como meterse en asuntos que no deberían de incumbirle por lo que casi siempre se había mantenido alejado de todo aquello, socializando sólo lo necesario para conocer a las personas que trabajaban con el y poder entenderse mejor con ellas, pero no pudo evitar escuchar aquella conversación. Las personas al lado de su oficina hablaban animadamente de sus vidas privadas. Ellos eran más jóvenes que WanNig y sin embargo ya habían vivido todo lo que se esperaba de personas de su edad. Tener una pareja  casarse, o simplemente haber vivido con alguien. Todas esas cosas a Chu WanNig le parecían tan extrañas. El sabía muy bien que si mencionara algo relacionado a su nula experiencia en el amor se reirían de él por lo que cuando alguna ves alguien muy aventurado y cansado de vivir demasiado le pregunto por su  situación amorosa, lo que obtuvo fue una respuesta muy fría de parte de WanNing diciendo que no hablaba de su vida privada. Acto seguido se volteo para seguir con su trabajo y la persona que pregunto se quedó sorprendida, desde entonces nadie jamás le volvió a preguntar algo así. Después de la platica interminable que sus compañeros habían tenido Chu WanNig se dispuso a trabajar en su computadora. Mientras tecleaba alguna información se quedo pensativo. Aquellas personas todas tenían o habían tenido a alguien. Se quejaban de su mala suerte en el amor o hablaban sobre sus desaventuras con su pareja.
Chu  WanNig pensó que de verdad eran afortunados, al menos habían tenido a alguien que gusto de ellos, alguien que les correspondió. Hablaban sobre sus vidas desanimados, pero haber tenido algo y haberlo perdido era mejor que no haber tenido nada en absoluto. Tener algo y no valorarlo parecia tan irresponsable. No podia imaginar estar con alguien y hablar mal de esa persona a sus espaldas. Si amas a alguien ¿Por que lo lastimarias de esa forma?. El había amado a una sola persona en su vida y solo había obtenido la indiferencia de su persona amada, pero aun sabiendo eso ni un solo momento penso en hablar mal de él o siquiera sentirse rencoroso con esa persona por no corresponder a su amor. Al escuchar a sus compañeros de trabajo llegó a una conclusión, simplemente no entendía a las personas. Es por eso que no se complicaría más con asuntos del corazón. O al menos eso había intentado.

Durante todo este tiempo que paso no se había permitido pensar en Mo Ran salvo en contadas ocasiones, por lo que hizo la cosa mas estúpida que una persona cuerda puede hacer. Adormecer sus emociones  y dejar su vida en un trabajo que al final lo mataría.
Había trabajado con todas sus fuerzas hasta quedar hecho polvo. Había desgastado toda su energía en su trabajo dejando el tiempo libre a simplemente tratar de sobrevivir por cuenta propia, cuando en la noche se recostaba en la cama apenas y podía mantenerse despierto un momento antes de caer rendido. Y aunque seguía  pareciendo un hombre muy atractivo, había bajado mucho de peso,  consecuencia de trabajar hasta la muerte. En aquellos hermosos ojos de fénix se podían notar unas ligeras ojeras y su rostro aunque frío mostraba un cansancio bastante preocupante. Como apenas y salía de la oficina estaba más pálido que nunca, tal ves después de todo fingir que no sentía nada y distraerse trabajando no era lo más saludable. El lo sabía pero si pensaba demasiado en eso terminaría pensando en todo lo demás. No quería que algo asi le afectará. ¿Acaso estaba sufriendo por algo que nunca había tenido?. Era algo ridículo. Pero al final ¿Podía auntocastigarse por sentir como la gente normal? ¿Podía fingir que nada le afectaba? Imposible. Es solo que Chu WanNig era así, no quería mostrar debilidad. Cuando estuvo enfermo por tantos años en vez de portarse mimado y quejarse procuró que  no le tuvieran lastima. Sobre todo no quería preocupar a su padre que había sido tan amable con él.  Chu WanNig había sido huérfano toda su vida. También había estado enfermo desde siempre. Las personas no querían adoptar a un niño enfermo, querían a un niño sano y alegre. El no podía ser así. Cuando entendió que las personas se alejaban de él por que estaba enfermo se acostumbro a fingir que estaba perfectamente bien. Se quedaba tranquilo y esperaba pacientemente que lo atendieran cuando lo llevaban al hospital. Las enfermeras del hospital elogiaban su buena conducta y el aprendió que si no te ves diferente tal ves te traten igual que a los otros niños. Pero dolía demasiado. Dolía el cuerpo, le dolía el alma. Cuando su padre, un hombre que había perdido a su familia en un accidente lo conoció en aquel hospital lo adoptó. Pero WanNing siempre estaba temiendo que lo devolviera al orfanato. Su vida habia empezado a ser feliz pero no podia evitar el miedo de que aquello fuera solo una ilusion y que al final despertaria en su vieja cama en el orfanato. Fue por eso que tambien se portaba muy tranquilo en su nuevo hogar. Ni siquiera se quejaba cuando de verdad se sentia muy mal, no queria que su padre se cansará de él y lo echará. El tiempo solo lo hizo tener más arraigadas estas conductas hasta llegar a lo que era ahora. Tan tranquilo, tan indiferente que no pareciera un ser humano normal. No permitiría que nadie notara lo mucho que le dolía fingir todo el tiempo. No se permitiría tampoco mostrarse vulnerable.
Pero en aquella oficina fría y desabrida después de escuchar a aquellas personas con sus vidas normales, con sus relaciones normales se sintió desanimado. El tiempo seguía pasando, y aunque había leído cosas como que había un tiempo para todo, con su naturaleza indiferente, con su temperamento frío y con sus inseguridades no esperaba nada de eso. Solo esperaba que algún día podría vivir en paz. No quería ni necesitaba más imprevistos. Aquello solo lo lastimba y lo hacía sentirse muy expuesto. Si mostraba su corazón a alguien más, si se permitia sentir de nuevo como antes esperanzado y con espectativas y lo terminaban lastimando no estaba seguro de poder sobrevivir a ello. Solo se estaba protegiendo como lo había hecho de niño. Guardándose todo para el mismo, así las personas no notarían que estaba roto y que no era normal.
Pero por mas que no se permitiera pensar en sentimientos y en amor al final de cuentas era solo un ser humano, podía fingir todo lo que quisiera pero al final ¿No guardo todos los recuerdos que tenia de Mo Ran en secreto?

Notas de ColoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora