xiv. corazones rotos

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La noche había tomado un giro inesperado para Hölle. Después de su confuso encuentro con Axl y la confesión de los sentimientos del mismo, la chica se sintió impulsada a buscar a Izzy ya que llevaba mucho tiempo afuera. Sin embargo, lo que encontró al buscarlo la hizo sentirse aún peor.

Cuando Hölle encontró a Izzy, lo vio besando a otra chica, una escena que le apretó el corazón. No pudo evitar sentir un nudo en la garganta mientras observaba a la pareja, sintiéndose herida y confundida por la situación. Ella no sentía algo por Izzy, pero verlo con otra persona la hacía sentir abrumada.

Decidió acercarse a Izzy después de que la otra chica se alejara, pero la expresión en el rostro de Izzy la desconcertó. Él parecía distante, extraño e incluso enojado
Ante ese comportamiento tan inusual, Hölle no pudo evitar realizar cuestionamientos.

—¿Estás bien, Izzy?

Izzy la miró a los ojos, sus ojos oscuros llenos de una mezcla de tristeza y desconcierto.

—¿Sientes algo por Axl? —le preguntó, sin rodeos.

Hölle se sorprendió pero se sintió nerviosa ante la pregunta y sintiéndose atrapada y tan vulnerable, decidió mentir.

—No, no siento nada por Axl —Hölle no era tan buena mintiendo pues en muy pocas ocasiones había tenido la necesidad de hacerlo. Sin embargo, la mirada perspicaz de Izzy la hizo sentirse vulnerable.

Izzy suspiró.

Encontraba la respuesta de Hölle poco convincente.

—Sé que estás mintiendo, Adeline. He visto cómo lo miras.

Hölle se sintió atrapada en una encrucijada emocional. Habían descubierto su mentira y lo peor era que no sabía con exactitud qué sentía por Axl, se encontraba confundida, sólo sabía que había algo en él que le atraía.

Finalmente no tuvo más opción que admitir lo evidente.

—No lo sé exactamente. No sé lo que siento por Axl —murmuró, algo abrumada—. Estoy confundida.

Aquellas palabras parecieron golpear a Izzy en el corazón; aquella confesión no le había gustado y no se sentía a gusto con la situación, pues él si tenía sentimientos encontrados por la chica. A pesar de todo, él no pudo evitar confesar.

—Siento algo por ti, Adeline.

Un silencio un tanto incómodo se apoderó del lugar mientras Hölle procesaba lo que Izzy acababa de decirle. Ella nunca se vió a si misma en una relación amorosa con Izzy y de cierto modo se sentía mal y culpable por no ser capaz de corresponder los sentimientos. Finalmente, Hölle decidió que era mejor decir la verdad, así que se acercó un poco a Izzy y tomó su hombro de manera amistosa.

—Lo siento, Izzy. No siento lo mismo, perdón si te confundí, no era mi intención. Realmente solo te veo como un amigo —admitió ella, con una voz suave pero firme.

Izzy presentía la respuesta de Hölle, pero a pesar de eso, sintió como algunas pocas lágrimas comenzaron a empañar sus ojos mientras las palabras se volvían borrosas. No pensó que eso le afectaría tanto, pero sintió que una sensación de vacío la envolvía. Sintió cómo su pecho se apretaba, como si le faltara el aire. Cada latido de su corazón resonaba con dolor, y un nudo en la garganta le impedía hablar o incluso llorar en voz alta.

Hölle notó aquella reacción de Izzy y nuevamente se sintió mal por haber herido a su amigo, pero también sabía que no podía fingir sentimientos que no existía; ya lo había hecho con Axl y no se sintió bien.

—Lo siento —susurró Hölle, con pesar.

Hölle se levantó de su asiento y sin recibir respuesta de Izzy, se alejó en busca de un lugar más alejado, necesitando espacio para procesar sus propias emociones. Se sentó en un bordillo, sintiéndose atrapada en una maraña de sentimientos confusos.

Su noche no iba bien como ella tenía planeado.

Desde la distancia, Axl observaba toda la escena. Había visto todo el intercambio entre Hölle e Izzy, y aunque había una mezcla de tristeza y empatía en sus ojos, no pudo evitar sentir una pizca de esperanza. Aún tenía una oportunidad con Adeline. La noche estaba llena de giros inesperados, y nadie sabía a dónde los llevaría el camino tortuoso de los corazones rotos.

···

Izzy se había ido

No quería dejar el lugar tan repentinamente, pero se sentía mal y con el corazón roto. Había seguido su su rumbo con una chica que no conocía pero que lo acompañó hasta una habitación de hotel y ahí Izzy tenía la intención de intoxicarse hasta quedar inconsciente. Quería olvidar lo que había sucedido en la fiesta, pero cada que cerraba los ojos, el rostro angelical de Adeline se le venía a la cabeza.

Realmente deseaba estar con ella.

Sin duda alguna su noche había tomado un rumbo oscuro y confuso para él después de la dolorosa escena en la fiesta. Seguía recostado en la cama de la habitación hotel con la chica cuyo nombre apenas recordaba, incapaz de sacar de su mente la imagen de Axl y Hölle besándose.

Cada vez que cerraba los ojos, veía la escena repetirse en su cabeza, y se sentía como una herida que no dejaba de sangrar. Los celos y la tristeza se mezclaban en su interior y aunque él intentaba no pensar en ello, su mente no dejaba de dar vueltas a la situación. La música de la fiesta aún resonaba en su cabeza, recordándole la diversión que se había perdido por completo.

La chica con la que estaba en la habitación era una completa desconocida, y su presencia no hacía más que agravar la tormenta emocional de Izzy. Ella se acercó, intentando poner un rostro y una pose coqueta, buscando un momento íntimo con él, pero Izzy de inmediato la rechazó con amargura, como si estuviera tomando su frustración y tristeza con ella.

—No estoy de humor para esto —gruñó Izzy, en tono cortante, sus ojos reflejando el tormento interno que sentía.

—¿Qué demonios te sucede? Creí que querías esto ¡Por eso me trajiste contigo ¿No es así? —reclamó la chica, con desconcierto.

—No, joder, deja de reclamar por estupideces —el tono de voz que Izzy utilizó, hizo que la chica se sintiera algo intimidada.

—¿Quieres que me vaya, entonces?

—Sí, eso es lo que quiero —herida por la respuesta tan brusca de Izzy, ella se alejó de la cama donde Izzy estaba sentado, sin saber exactamente qué debía hacer.

La atmósfera en la habitación era tensa y pesada, y la chica finalmente optó por abandonar la habitación como se le había pedido con anterioridad, dejando a Izzy solo en su torbellino de pensamientos. Mientras ella se iba, él se sintió consumido por la confusión y el dolor.

Pero a pesar de todo, sus pensamientos seguían regresando a Adeline, y la sensación de haber perdido una oportunidad que tal vez nunca tuvo lo consumía.

Las imágenes de Axl y Hölle se repetían en su mente, y no podía evitar sentirse herido y traicionado. Había estado persiguiendo a Hölle, pensando que podría haber una conexión especial entre ellos, pero la realidad le había demostrado lo contrario.

Se sentó en la cama, solo en la habitación de hotel, con la cabeza entre las manos, tratando de encontrar una manera de lidiar con el torbellino de emociones que lo asaltaba. Sabía que necesitaba encontrar una forma de superar lo que había visto, pero en ese momento, todo parecía oscuro y sin esperanza. La noche continuó siendo testigo de la confusión y el dolor de Izzy, quién llenó su cuerpo de sustancias mientras luchaba por superar los sentimientos que lo atormentaban. La chica en el hotel era solo un reflejo de la sombra de Hölle que seguía persiguiéndolo, y no importaba cuánto quisiera olvidar, su corazón se negaba a dejarla ir.

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐂𝐑𝐘  ━ izzy stradlin, axl rose Donde viven las historias. Descúbrelo ahora