𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐂𝐑𝐘 ━ izzy stradlin, axl rose

xvii. la decisión equivocada (izzy)

punto de vista de izzy

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Cerré los ojos con fuerza e intenté aferrarme a las sábanas cuando me di cuenta de que la mañana llegó trayendo consigo la molesta claridad del día.

De verdad me sentía mal con todo lo que sucedía y no sé qué tan jodido debo estar que incluso Steven se ofreció a llevarme a un bar para distraerme. Yo no quería ir porque todo era un recuerdo constante de ella, pero el rubio termino insistiendo tanto al punto de volverse insoportable, así que terminé accediendo.

Me senté cerca de la barra y pedí un trago, arrepintiendome casi al instante de haber venido. No debería estar aquí, no debí haberle hecho caso al imbécil de Steven.

Una vez más volví a maldecir cuando el rubio se acercó a mi acompañado de su molesta novia. En serio, es insoportable.

—Te traje aquí para que consigas a alguien, no para que te quedes todo el rato deprimido —se burló Steven mientras Lilian reía un poco, pero yo no estaba de humor para sus tonterías.

—Déjenme en paz —murmuré sin ganas, pero Steven no se fue, sino que me dió algunas palmadas en la espalda como para darme ánimos, como si eso me hiciera sentir mejor; y sé que él rubio no tiene malas intenciones, pero ahora me resultan desesperante las medidas que usa para animarme.

—Cariño —solté un suspiro de frustración al escuchar la voz de Lilian—. ¿Podrías traerme algo de vodka? —pidió, tomando el rostro de Steven y dándole un beso.

Steven pareció fascinado por el gesto. Joder, que idiota.

El rubio se fue de inmediato y Lilian me volteó a ver con una enorme sonrisa en el rostro. La ignoré, pero me sorprendió cuando ella se acercó a mi y sin decir nada, descaradamente se sentó en mis piernas. Me sorprendí y enojé ante en gesto y la quité bruscamente de mi regazo. Ella se molestó.

—¡¿Qué te pasa?! —se molestó Lilian. Fruncí el ceño.

—¿Qué te pasa a ti? —devolví—. Deja de joderme y mejor aún, deja a Steven tranquilo. No puedo creer que seas tan descarada como para hacerle estas mierdas.

—Oh, no te hagas el moralista. Sé que también quieres pasar un buen rato conmigo —rodé los ojos con frustración; Lilian si que es una zorra ¿por qué Steven no la deja de una puta vez?—. Deja de ser tan callado y ten una puta iniciativa, no te voy a estar rogando.

La miré sin entender un carajo. Esta chica está loca.

—¡¿Pero qué carajos te pasa?! —le grité, sin poder contenerme—. Ya te dije que no quiero una mierda, así que lárgate de aquí

Después de que finalmente se largó, no pude estar en paz, porque Steven apareció de inmediato e intentó presentarme a diferentes chicas, pero yo no quería conocer chicas, nadie me interesaba en lo absoluto.

—¿Qué tal ella? —Steven nuevamente señaló a otra chica—. ¿No te parece linda? Creo que puede ser perfecta para ti.

Al final me deshice de Steven y me fui del bar. Las intenciones de mi amigo no eran malas, pero en el tiempo que estuve ahí sentado supe que no podía quedarme atrapado en el pasado y que tenía que enfrentar toda la mierda que me rodeaba.

La imagen de ellos dos besándose me había causado repulsión. Los odiaba a los dos, pero a pesar de eso reflexioné sobre algo importante. Había comprendido que no podía forzar los sentimientos de Hölle y que por más que lo intentara, no podía hacer que ella me amara, no tanto como yo la amaba a ella.