ii. ayuda de un desconocido

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LA CHICA DIÓ UN PASO HACIA ATRÁS de la impresión, tambaleándose un poco e intentando mantener una distancia considerable entre ella y el pelirrojo furioso frente a ella.

—¡Sólo tenías que hacer una cosa! —gritó Axl, totalmente descontrolado con Duff y Slash sosteniendolo para que no realizara una locura—. ¡Ni siquiera eso pudiste hacer bien! ¡Arruinaste el show!

Con todos los sentimientos que Hölle llevaba reprimiendo por el resto del día, no pudo evitarlo y unas cuantas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, era algo sutil ya que solo Izzy notó su llanto. Todos estaban centrados tranquilizando a Axl.

—Axl, deja que se vaya —recomendó Izzy—, o crearás un escándalo.

El pelirrojo volteó a sus alrededores encontrándose con algunos empleados curiosos observando la escena. Axl decidió hacerle caso a Izzy, ya que no quería verse involucrado en otra polémica; le jodida mucho cuando los medios de comunicación se centraban en él y lo molestaban constantemente cada vez que se metía en problemas.

Al final, Axl se dió la vuelta y se fué.

Cuando Izzy le hizo una seña a la chica, Hölle se marchó del lugar con una sensación de vacío en el estómago. No sabía qué iba a suceder después de los acontecimientos; no quería volver al hotel donde se hospedaba con su banda ya que ni siquiera era parte de ella. Las palabras de Axl resonaban de manera negativa en su cabeza ya que le había recordado a los insultos de Jeffrey.

Decidió ir a un bar, ya que desgraciadamente esa era su manera de poner a raya sus problemas: alcohol o drogas en el peor de los casos.

Era un bar tranquilo organizado por un par de ancianos que no la reconocían y eso estaba bien, ya que no quería llamar la atención con su presencia. Comenzó a beber sin parar, un trago tras otro sin tener compasión de si misma y aunque su cuerpo tenía tolerancia y resistencia al alcohol, en poco tiempo comenzó a sentirse mareada.

Se encontraba recargada en la barra, casi durmiéndose cuando a sus espaldas escuchó la entrada de algunas personas en el bar. No se molestó en voltear pues no le importaba en lo absoluto quién había llegado.

—Dos de whiskey —esa voz era conocida.

Hölle batalló con su pereza y alzó la cabeza mirando a sus espaldas, encontrándose con los cinco integrantes de Guns N' Roses. Su mirada se cruzó con la de Izzy y después con la de Axl, este último parecía querer asesinarla.

Para el pelirrojo, la simple presencia de Hölle lograba irritarlo por completo; creía que la chica era torpe y en parte estúpida debido a sus actitudes. Simplemente le caía mal.

Por su lado, Hölle quería marcharse a otro lugar pues la mirada constante de Axl la incomodaba y al mismo tiempo la ponía nerviosa. Intentó levantarse de su asiento pero sintió un mareo insoportable, se tambaleó un poco, pero después de unos segundos volvió a sentarse en su silla, completamente inestable. A lo lejos los Guns miraban la escena desde sus asientos, el más preocupado de todos era Izzy, quien quiso acercarse a ella, pero fue detenido por Axl.

—Déjala —le dijo—; la idiota no puede ni ponerse de pie.

—No podemos dejarla aquí —negó Izzy, mirando de reojo a Hölle—. Está sola, ebria y es muy peligroso.

—Que la dejes, hombre —insistió el pelirrojo—, no sé que traes con ella, pero mejor larguemonos a otro lado, creo que un funeral estaría mucho más divertido que esta mierda de bar.

—Ustedes vayan, yo... —Izzy le dedicó una mirada rápida a Hölle que parecía querer vomitar y Axl supo a qué se refería.

—Haz lo que quieras —gruñó Axl de manera cortante—, nosotros ya nos vamos.

Mientras los chicos abandonaban el bar, Izzy se acercó a Hölle quién nuevamente se tambaleaba agarrándose de la silla para evitar caer. Izzy corrió a sostenerla para que manteniera el equilibrio, Hölle lo abrazó con fuerza, reforzando el agarre.

—Gracias —susurró Hölle con la voz entrecortada.

—Oye, tranquila, te llevaré a tu hotel.

—No tengo a dónde ir —se lamentó la chica—, el imbécil de Jeffrey me sacó de la banda y no quiero ir al hotel —sollozó un poco e intentó agarrar el vaso con alcohol pero Izzy se lo arrebató—. No quiero ir a casa.

Se sintió mal por ella, estaba completamente sola sin nadie aparte de él que se preocupara genuinamente por sus sentimientos y por su estado físico y mental. Izzy se tomó la mayoría de la bebida de Hölle para que ella no se siguiera intoxicando y se dedicó a mirarla una vez más.

Había algo más en ella.

Hölle se encontraba experimentando el efecto de las drogas y Izzy se percató de ello algo tarde. La chica no solo se encontraba con drogas en su organismo, sino que también con alcohol; estaba con la piel pálida y sudando frío mientras hiperventilaba levemente.

Izzy ahora se encontraba más preocupado que antes.

—Hölle, mierda ¿Qué más consumiste?

—¿De que hablas? —se veía tan inocente que a Izzy por un momento le dio ternura. Después recordó su preocupación.

—De nada, vamos, te llevaré a un lugar seguro.

Hölle iba a volver a beber de su vaso, pero en lugar de eso se levantó y corrió al baño; Izzy la siguió y llegó a tiempo para evitar que Hölle se cayera, sostuvo su cabello con delicadeza para evitar más desastre y esperó a que terminara de realizar su tarea.

—¿Ya está? ¿Mejor? —preguntó Izzy, suavemente. Ya estaba acostumbrado a consolar a las personas cuando se ponían ebrias para eventualmente vomitar, pero con Hölle era diferente ya que no la conocía de nada más que los medios de comunicación y no sabía cómo podía reaccionar.

Comenzaba a arrepentirse de sus decisiones de la noche.

Sin embargo, su intención no era dejar a Hölle completamente sola a su suerte. La llevó a su habitación de hotel y se encargó de quitarle los zapatos para que pudiera acostarse en su cama.

—¿A dónde vas? —le preguntó Hölle, medio adormitada.

—A dormir al sofá, tú tranquila.

—No te vayas —pidió desesperadamente—, me da miedo dormir sola.

Izzy suspiró y finalmente accedió, acostándose en la cama, manteniendo su debida distancia pues no deseaba incomodar a su acompañante. Sin embargo, Hölle se fué acercando poco a poco a él hasta abrazarlo antes de quedarse dormida.

Esto desconcertó un poco a Izzy, pero tenía que admitir que no les disgustaba del todo. Después un rato, pasó un brazo por el hombro de Hölle y la acercó más a él. La chica era bastante linda, eso no lo podía negar, pero más allá de su preocupación no tenía otras intenciones de ningún tipo por ella. Después analizó sus acciones y se sintió arrepentido por lo que estaba haciendo, así que se separó de Hölle y se recostó en el sofá siguiendo su plan original.

Probablemente Hölle despertaría a la mañana siguiente sin recordar la mitad de las cosas que sucedieron. Se sintió mal por tomar demasiadas libertades con ella, pues después de todo, era un completo desconocido.

Se dedicó a cuidar el sueño de Hölle por unos cuantos minutos, pero poco a poco se fue quedando dormido.

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐂𝐑𝐘  ━ izzy stradlin, axl rose Donde viven las historias. Descúbrelo ahora