Eris

Capítulo 9

Solo quería salir al jardín a tomar aire fresco y se encontró con el maldito hijo de puta de su padre.

Pensó que al fin tendría algo de paz pero tal parece que el mundo estaba en contra de ella.

El duque al verla sonrió-veo que decidiste salir al jardín sabes hoy es un hermoso día-dijo el duque con una sonrisa amable Eris solo lo miro frunciendo el seño.

-(era un hermoso día hasta que apareciste ¿acaso me seguiste? Maldito hijo de perra).

Pensó Eris con enojo al ver al duque si pudiera le cortaría la cabeza pero terminaría presa o ejecutada igual que en su vida anterior por lo que tenía que ser cortes con el duque aunque en el fondo deseaba matarlo con todas sus fuerzas.

-dime y ¿si almorzamos en el jardín? No es este un hermoso día además debido a mi trabajo no te he dado la atención merecida.

-lo siento padre pero justo ahora me iba(ni loca comería en la misma mesa que tú ya tengo suficiente con el desayuno y la cena el almuerzo ya es el colmo).

-oh que mal entonces nos vemos más tarde por cierto Alexandra está haciendo un berrinche así que usa tampones para los oídos.

Se sorprendió por lo que dijo el duque aún así no rechazo los tampones tener que entrar y escuchar el Berrinche de Alexandra no era para nada encantador y no quería quedarse sorda por lo que acepto el regalo del duque y se los puso.

Puede que odie todo lo que tenga que ver con el pero si le ofrecía tampones para no escuchar los berrinches de Alexandra los tomaría sin dudarlo.

Lamentablemente aún con tampones y todo al entrar a la mansión escuchó los lloriqueos de Alexandra.

Nora se acercó agitada corriendo hacia ella-señorita! ¡La señorita Alexandra la está culpando de destrozar su habitación!.

-¿Yo romper su habitación? Estuve en el jardín y no hay prueba alguna de eso tal parece que tendré que darle una lección a esa creída llévame adonde está esa perra-ignorando el insulto Nora guió a Eris hacia el cuarto de Alexandra.

Si bien ella sabía dónde quedaba cada cierto tiempo Alexandra se cambiaba de habitación algunas veces era en el tercer o el cuarto piso pero ahora su habitación estaba en el quinto piso con una gran vista al jardín.

Por lo que el subir las escaleras iba a doler demasiado enserio deseaba que inventaran el ascensor lo más rápido posible.

Llegó al quinto piso donde los lloriqueos eran aún más fuertes hasta Nora tuvo que taparse los oídos se apiadó de ella y le dio los tampones no sin antes limpiarlos pues tampoco se los quería dar usados.

Nora le agradeció mucho pues sus oídos no podían soportarlo más pero eso no era lo importante lo importante era callarle la boca a Alexandra antes que dejara sordo a a alguien.

Su presencia fue notada por Alexandra y Ann su sirvienta personal está última la miro con odio.

-¿Que es todo este alboroto? ¿Acaso una cucaracha destrozó tu cuarto?-aunque su tono era indiferente aún había un leve rastro de burla dirigida hacia Alexandra Ann la miro con enfado.

-¡no te hagas la estúpida destrozaste la habitación de la señorita Alexandra usted es realmente alguien malvada!.

-¿Malvada? ¿Yo? Dígame ¿qué pruebas tienes para decir que fui yo quien lo hizo? Déjame adivinar mi nombre está hay sabes que alguien pudo haber escrito mi nombre e inculpar me ¿No es así? Ese alguien quizás sea esta estúpida llorona.

Ann rechino los dientes ¿Cómo se atrevía aquella cosa sucia insultar a su señorita?-¡Después de todo lo que ha hecho la señorita Alexandra por ti! ¡La estás inculpando! ¡Mi señorita no merece compartir la mitad de su sangre con alguien tan cruel con usted! ¡BASTARDA!.