El frío envolvía a ambos hermanos pero eso les daba igual, Dorian desde la ventana de su habitación observó la luna impasible, como miembro de la familia Real Edevane debía asistir al banquete pero tanto él como su hermana decidieron faltar.
De cualquier modo habiendo ido o no nadie notaría su presencia y de ser notada solo recibirían insultos a su persona, viendo a su hermana dormir con tranquilidad salió de la habitación compartida no sin antes darle un beso en la frente.
Camino por los desolados pasillos, no había nadie que se preocupará por ellos pero eso a ambos les daba igual solo bastaba con tenerse el uno al otro eso era más que suficiente.
-la luna se ve bastante bella está noche, quizás deba salir-dijo para si mismo, con el banquete en honor a Solana no habría nadie en los jardines aunque bueno nadie iría al jardín de dos hijos ilegítimos abandonados.
Una vez fuera de puso a pasear la tranquilidad que lo acompañaba era su compañera, las flores estaban marchitas y solo unas pocas recibían el cuidado adecuado.
Se puso a observar un lirio el cual le trajo un antiguo recuerdo.
-No recuerdo bien esta línea pero...su belleza era similar a un lirio, blanca y pura como la nieve no había nadie que le igualará hasta que la oscuridad de los elfos apareció consumiendo la flor hasta marchitar su belleza.
Era una línea de uno de los libros favoritos de su madre, en cada una de ellas hacia referencia a los elfos, Dorian y su hermana le tenían odio a los elfos si ellos no hubieran existido quizás su madre seguiría viva.
-su maldad no tenía fin, muy pocos podían bañarse con la sagrada luz de Soleia los pocos que lo hacían quedaban en el limbo sin ir al infierno o al cielo-recito otra línea de aquel antiguo libro de historia, cada una de esas líneas tenía un significado.
-Sus tribus masacraron todo que ella amo dejándola vacía pero decidida la guerrera alzó sus armas lista para la lucha, pero la maldad la consumió volviéndola igual o peor que los demonios de orejas puntiagudas, eso termino dando igual pues ella los mato cumpliendo su venganza pero....
Hizo una pausa antes de terminar.
-Termino en el infierno, Soleia no la perdono la convirtió en lo que tanto odiaba, ella se suicidó dejando de ser un lirio marchito a una flor que la misma diosa nombre como la Lycoris Radiata la flor del.....
Su recitación del final fue interrumpida por un ruido específicamente dos voces una familiar y la otra desconocida.
Eso lo asustó normalmente debía alejarse para que nadie notará su presencia, pero como dicen la curiosidad no tenía límites y se acercó con cautela.
Vio a dos personas el primero vestía elegantemente y tenía el cabello azul mientras que la segunda tenía el pelo rubio el cual se veía un tanto desordenado como si acabara de estar en una pelea.
Pero a la vez parecía haber calma entre los dos pensó en dejarlo así pero su curiosidad le ganó.
-¿Quién está ahí?-Hablo en voz alta, pero luego se arrepintió si esas personas eran de alta cuna era obvio que hacían algo indebido, su madre se lo dijo las personas de alta nobleza siempre se ocultaban para hacer cosas no aptas para gente de su estatus.
Quizás debía irse lo más rápido posible antes de ver una escena repugnante.
-¿Dorian?-lo que no espero es que la mujer lo llamara por su nombre, su voz era algo familiar para el príncipe pero a la vez diferente.
-y-yo...-armandose de valor salió revelándose, a diferencia de esos dos nobles su ropa era un simple pantalón, una camisa blanca de mangas largas y unas botas marrones que se veían desgastadas.
-¿El es Dorian el príncipe Dorian? Mis disculpas por no verlo su majestad, verá yo y su alteza la princesa Amelia estamos aquí ya que hubo un ataque en el palacio, se que debe estar sorprendido por esta información pero....
Fue interrumpido por un sorprendido e incrédulo Dorian-espera un momento dejame procesar esto, me estas diciendo que ¿Hay un ataque al palacio? Y...-al oír la mención de Amelia miro a la rubia con incredulidad, ¿Esa Amelia? ¿La más bella de la familia?.
La miro con atención los rasgos infantiles que habían en sus pocos recuerdos ya no estaban en su lugar solo quedaba a una adolescente que pronto entraría en la adultez.
Todo en ella se parecía a una diosa los rumores no eran falsos pero....
Cada que ve la cara de Amelia solo veía a la emperatriz Larissa y al emperador Amelia era la mezcla perfecta entre ambos.
Por eso una ligera parte de el la detestaba pero que se pareciera a ellos no significaba que fuera igual, durante su infancia Amelia fue la única que trato a Dorian y a su hermana como lo que eran.
Hermanos.
-dejame procesar todo esto...-poso su mano derecha en su cabeza, toda esta situación le estaba dando dolor de cabeza, Amelia lo miro preocupada.
-escuchame Dorian, si no quieres que nos quedemos contigo lo entiendo se que no he sido la mejor hermana pero...-se tomo su tiempo para respirar profundamente y se acercó a su hermano, el cual ahora que estaban más cercas pudo ver mejor sus rasgos.
-te tengo una petición, mantente a ti y a Rain a salvo se que posiblemente los atacantes se centren más en quienes son considerados importantes pero de no ser así huye con Rainbow, ella es tu única familia.
Su petición lo sorprendió, pensó que le pediría algo más egoísta pero solo le dijo lo menos esperado pero que Dorian en su corazón deseaba escuchar.
Mantente a salvo.
Siempre hubo personas deseando su muerte o mirándolos como inferiores sin preocuparse por ellos.
Al parecer...
Amelia no había sido corrompida por la alta sociedad ni por su madre.
-gracias Amelia-la mención de su nombre de forma casual la sorprendió , pero luego sonrió en verdad extrañaba a Dorian.
Quizás ahora las cosas podían mejorar.
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Eris
FantasyEris la rosa marchita recuerdo que era una novela de tragedia sobre la vida de una desdichada chica llamada Eris Rose Arabelle la protagonista e antagonista de la novela cuya vida estuvo llena de desgracias y jamás pudo ser feliz. su padre la ignora...