Casi por casualidad

Capítulo 3

Sehrazat le sonrió con amabilidad al mesero que los acompañó hasta la mesa reservada por Onur...

El lugar era bonito, ella no lo había visto nunca, estaba como escondido en una zona poco transitada, pero tenía que reconocer que le encantaba...

-¿Habías venido aquí? - le preguntó él cuando se sentaron.

-No conocía el lugar... pero me gusta mucho... estoy segura de que mi amiga Bennu, que es arquitecta, lo apreciaría...

-Dicen que el edificio está bien restaurado, pero lo importante es que la comida es increíble...- dijo él con una sonrisa.

-Así es...- dijo ella y se contagió de la amplia sonrisa que él le dedicó.

Onur le consultó si le agradaba el pescado y cuando ella le dijo que sí, él insistió en ordenar la comida para ambos, prometiéndole que no se arrepentiría...

Sehrazat ya había comenzado a sentirse un poco más cómoda, no porque él no la incomodara de a ratos, sino porque empezaba a acostumbrarse...

Él le comentó un par de cosas de casos anteriores que había tenido y cuando llegó la comida, se quedó mirándola, cuando ella, con algo de desconfianza, se mordió el labio antes de probarla...

-Créeme... no te arrepentirás de haberme dejado elegir...- le dijo él y ella sacudió la cabeza.

-Sólo... se ve raro...- dijo y preparó el tenedor para probarla...

-Cierra los ojos...- le dijo él y ella arrugó el entrecejo- hazme caso...- insistió y ella cerró los ojos y él tomó su tenedor y se lo ofreció- prueba...

Onur se quedó mirándola mientras ella comía, aún con los ojos cerrados y cuando los abrió, le sonrió.

-Tenía razón... de verdad es muy bueno...- admitió ella y él asintió, jactándose un poco...

-Lo sabía...

Él se mostró interesado de que ella le contara parte de su historia profesional y se sorprendió bastante de la experiencia que ella tenía, a pesar de su relativa corta edad...

-¿Por qué derecho penal? - le preguntó y ella sacudió la cabeza y se quedó mirándolo.

-¿Por qué no? - le contestó.

-Quizás porque es más arriesgado y peligroso... y además puedes ganas más dinero con otras especialidades y a bajo riesgo...

-Es posible... pero me gustan los retos...

-Por eso estás aquí...- dijo él a modo de broma y ella asintió, sabiendo que algo de lo que él decía era real.

Ella trató de esquivar todo lo que pudo los comentarios más sugerentes de él y cuando la cena terminó, ella le aseguró que se tomaría un taxi para que no se le hiciera más tarde a él...

-No te preocupes, no me sentiría bien si no te dejo en tu casa... a no ser que alguien te espere y no te guste llegar conmigo...

-Don Onur...- dijo ella y sacudió la cabeza.

-¿Si te ofrezco que me acompañes mañana en una audiencia, comenzarás a llamarme Onur? - le dijo él y ella sonrió.

-¿En calidad de qué iría?

-Podríamos decir asistente... pero te quiero a mi lado, así aprenderás algunas cosas que seguramente sabes, pero no experimentaste...

-Está bien...- dijo ella y asintió, complacida.

-¿Te llevo a casa entonces?

-Onur...- dijo y él se quedó mirándola.

-¿Hay alguien que te espera, entonces?