Capítulo 16

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Sehrazat se acomodó en los brazos de Onur y suspiró. Hacía rato que se había despertado y había aprovechado para observarlo dormir.

Él protestó al sentirla moverse y eso la hizo sonreír. Más allá de su reputación de mujeriego y a veces algo malhumorado, Onur era un buen tipo. Se notaba que sus colegas lo respetaban y aunque sus andanzas también eran de público conocimiento, eso no le había generado mala fama...

Y después estaba la relación con su madre, algo complicada por momentos, pero se notaba que la mujer confiaba en él y si la había elegido a ella para acompañarlo, tenía que ver con hacer que él pudiera concentrarse en el trabajo... aunque eso parecía no haber resultado del todo bien...

Se preguntó qué pensaría doña Feride de ver que ellos tenían... eso que tenían... que aún no tenía un nombre... pero que evidentemente los hacía felices...

Giró la cabeza hacia la ventana y vio que estaba amaneciendo. Se preguntó si no sería increíble observar el amanecer así, con él en sus brazos e hizo una nota mental de intentar cumplirlo... algún día...

Pensó en levantarse para ir al baño y cuando trató de escurrirse de sus brazos, él no se lo permitió y la atrajo aún más a su cuerpo...

-Onur...- le dijo ella con suavidad, y se estremeció cuando él suspiró en su oído y deslizó una mano, atrapándola posesivamente por la cadera...

-Un rato más...- murmuró él y ella sonrió.

-Solo... déjame ir al baño...- le dijo con suavidad y él bufó y la soltó.

Sehrazat se apuró a ir al baño y cuando salía, se miró al espejo y sonrió. Tenía todo el cabello alborotado y se lo acomodó un poco...

Regresó a los brazos de Onur y él suspiró al recibirla.

Cerró los ojos y se quedó dormida. Todavía quedaba un rato para que tuvieran el acto de cierre del congreso y ella pensaba aprovechar para descansar...

Onur se despertó un buen rato después, con el sonido de su móvil y algo molesto, atendió la llamada...

-Diga...- ladró.

-Onur... ¿estabas durmiendo? - preguntó doña Feride y Onur abrió los ojos como platos.

-Si, lo siento... estaba cansado...- dijo y Sehrazat se despertó y se separó un poco para darle espacio.

-Creí que ya te estarías embarcando para Estambul...- le dijo la mujer.

-Aún queda el acto de cierre del congreso... el avión llega a las 6 de la tarde...

-Bien... cenemos juntos, entonces... quiero que me cuentes lo que pasó en el congreso...

-Bien... sí, cenemos juntos...

-Te dejo descansar...- le dijo y cortaron.

Onur giró y le sonrió a Sehrazat, ella le devolvió la sonrisa y acercó sus labios a los de él...

-Buenos días...- le dijo y Onur, luego de aceptar el beso la apretó entre sus brazos, la deliciosa y cálida sensación del contacto de su piel contra la de ella, difícil de igualar.

-Buenos días... ¿qué te pasó anoche?

-Solo me desperté, quise levantarme para ir al baño y te enojaste...

-No quería que te fueras...- se excusó él.

-No pensaba en irme, solo unos minutos...- dijo ella divertida.

-Es una lástima que en unas horas debamos volver...

-Claro...- dijo ella y de pronto tuvo algunas dudas.

Casi por casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora