Buscar una salida

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Hola, esto ¿Cómo les va?

Ete, me tarde mucho en subir un siguiente capitulo por que tuve una mudanza de país. ¡Salí de LATAM! Las cosas han sido medio difíciles, extraño a mi familia, tuve que regalar a mi perro y eso me avergüenza mucho.

Pero todo esta bien dentro de lo que cabe, espero poder traerles capítulos más seguido, saludos y báñense seguido.

Capítulo 3

...

Buscar una salida

...

"Esos malditos imbeciles ¿Qué parte de sigilosamente no entendieron?"

Se encontraba recargada sobre una enorme roca, respirando pesadamente mientras presionaba su brazo encadenado, como si la acción mitigara el dolor.

La rubia seguía al frente de ella, aún sorprendida por la destreza de su compañera, quien había aguantado sus gemidos apretando firmemente su mandíbula.

No hubo espasmo ni alarido en ningun momento que la daga presionó su carne, nada corrompió a la pelirroja.

Sus miradas se toparon por unos incómodos segundos.

La maga permanecía con su mirada sobre la asesina, en la herida de su hombro derecho que ahora tenía un color grisáceo oscuro.

-Debe dolerte mucho. -Respondió suavemente-.

-¿Lo disfrutas?

-¿Qué? No.

La pelirroja río por lo bajo. Miró de reojo a la maga, quien seguía en una posición erguida con la mirada perdida más allá de su hombro.

-Deberias estar durmiendo. -Recriminó, sin mirarla-.

La maga la miró desconcertada. Katarina esbozó una sonrisa maliciosa.

-Oh ¿La princesa extraña su camita de seda?

La burla le costó una mirada dura.

Seguía con esa sonrisa cínica en su rostro, observando los distraídos azules brillantes de la maga, quien había desviado su mirada al fuego, aún con el entrecejo ligeramente fruncido.

Su rostro contrariado reflejaba confusión y tristeza. Sus azules se cristalizaron antes de darse la vuelta.

La sonrisa de la pelirroja se hizo pesada y suspiró de mala gana borrándola, ahora mirando al frente.

...

El silencio se volvió gélido, solo podía concentrarse en el dolor de su herida, internamente también se cuestionaba el uso de la Demaciana.

Su cabeza divagaba, ideando una ruta de regreso a Noxus.

La pérdida de sus hombres y sus mapas. Todo en un repentino y fugas momento la habían dejado varada en el bosque junto al presunto rehén, durmiendo junto a la fogata.

El recuerdo de los familiares azules llegó a su mente.

La maga no parecía una amenaza ahora bajo los efectos del elixir, que bien se le informó había ingerido horas atrás.

"Veneno externo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora