"Veneno externo"

En la mira

Este esta corto, disfrutenlo.

Capítulo 4

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En la mira

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Lux siempre fue un ratón de biblioteca, como solía llamarla su padre. Desde niña buscaba un escape y alguna nueva forma de aprendizaje en la lectura.

Entraba a la biblioteca de su familia y leía todo lo que su padre le permitia. Leía tanto como podía cuando no estaba entrenando o jugando en el patio.

Sus favoritos siempre fueron las historias reales y leyendas. Los cuentos ficticios que disfrutan los niños.

Un caluroso día de verano se sentó sobre el regazo de su madre, le extendió un libro y lo abrió sobre sus piernas. La mujer lo leyó para ella con paciencia, describiendo bestias de diferentes lugares.

A Lux le pareció extraña la cantidad de animales en cada región. Difícil de imaginar incluso, los tamaños y circunferencias de cada uno.

Recordaba los dibujos de referencia y como los ojos de las criaturas nocturnas y sus violentas miradas la hicieron aferrarze al hombro de su madre, sabiendo que todo estaba bien, sin temer a toparse con una frente a frente jamás.

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Ambas movieron la cabeza lentamente hacia ese lado, y justo como la pelirroja pensaba, era una bestia, de la misma similitud que la anterior.

La pelirroja se mantuvo en su posición, sin soltar a la rubia ni separarse de su cuerpo, aprovechándo que el animal miraba al lado opuesto de donde ellas estaban.

Con un movimiento de cabeza le dio a entender a la más joven su intención de moverse de lugar.

Separándose del cuerpo de su compañera, y dando pasos en reversa guiando a la rubia, quien no paraba de mirarla. Rotando al lado contrario del gran tronco.

Sentía como sus manos temblaban sobre las suyas.

Al movimiento la rubia tropezó con la raíz del árbol, balanceándose torpemente al frente.

Antes de que su cuerpo cayera al suelo o pudiese hablar, una mano tomó su cintura y la otra cubrió su boca atrapando su jadeo.

El animal bufó oliendo el aire sobre su cabeza.

Lux buscó a la responsable de atraparla, encontrándose con los verdes de la pelirroja, que la miraba aún más alerta.

La soltó con cautela y ambas miraron por donde venían.

La rubia, quien estaba más cercana al borde del tronco asomó su cabeza, encontrándose con el enorme cuerpo de la bestia, que seguía caminando a escasos metros de donde ellas. Su cabeza estaba pegada al suelo, olfatendo las hojas.

Las olfateo unos segundos más sin inmutarse. Se quedó en silencio unos segundos y movió su cabeza rápidamente hacia dónde ellas.

Para su suerte Lux había sido veloz y se movió rápidamente, pegando su espalda al tronco. Katarina notó esto y la miró con atención.

Los pasos volvieron a oírse, con una inquietante y lenta fricción que hizo reaccionar a ambas mujeres. Lux encaró a Katarina rápidamente, tragó saliva y acercó su rostro al de ella.

-Viene hacia acá. -Susurró-.

Para Katarina fue suficiente provocación.

Miró hacia arriba rápidamente midiendo el espacio entre las ramas. Hacía su lado del tronco, midiendo el espacio para huir sin ser descubiertas. El sonido de los pasos se repetía a sus espaldas.