Eres sólo un niño ~KakaIru~

Un Niño En La Ventana De Kakashi

Era hora de la salida de la universidad, Kakashi, un chico peliplata, y Gai, un chico de cabello oscuro, iban caminando por las calles rumbo a sus casa.

-¿Iras al campamento? -preguntó Gai.

-No, me quedaré en casa, no me dan ganas, tal vez para el próximo año.

-Vamos Kakashi, es el primer año, no puedes quedarte en tu casa durante dos semanas.

-¿Serán dos? Creí que sólo era una.

-Lo cambiaron a última hora.

-Ya veo -Kakashi se detuvo- bueno Gai, ya llegue a mi casa.

-Piensa bien lo del campamento, quiero pasarlo contigo.

-Si Obito no me convenció de eso, menos tú, Gai.

-Al menos piénsalo ¿si?

-Está bien -abrió la puerta de su casa- lo pensaré.

-Bien, nos vemos.

-Adiós -entró cerrando la puerta.

Kakashi dejó sus zapatos en la entrada de su casa al igual que su mochila y fue a la oficina de su padre para buscarlo.

-Papá -tocó la puerta.

-Pasa -dijo Sakumo al interior de la habitación.

-Ya llegue -sonrió.

-¿Cómo te fue?

-Bien.

-¿Te decidiste sobre el campamento?

-Sí, me quedaré aquí.

-Kakashi, sabes que mañana tendré que ir de viaje por algo del trabajo ¿verdad?

-Sí, lo sé.

-¿Te quedaras sólo?

-Te prometo que no haré nada malo, papá, nada de fiestas, no invitaré a nadie, no saldré sin avisarte ni nada por el estilo.

-Confío en ti Kakashi, solo espero no acabes con esa confianza.

-Te lo prometo -suspiro- iré a preparar la comida, ¿ya comiste?

-No, aún no terminó de arreglar los papeles de la junta.

-Ok, cuando acabe te traigo algo.

-No es necesario, no tengo hambre.

-Mhh... Bueno, iré a hacerme algo -salió y cerró la puerta tras de él.

Llegó a la cocina y se preparo algo, luego se sentó en la mesa para comenzar a comer mientras veía la ventana. Al lado de su casa había un parque en el que casi siempre había niños, pero esa tarde no había nadie ahí. Al terminar su comida, recogió y lavo lo que había usado para luego ir por su mochila e ir a su habitación.

Se puso a hacer tarea para no tener tanta y tener más tiempo libre, que no tenía caso ya que no haría nada en esos días. Después de un tiempo, escucho unos ruidos afuera, miró por su venta a y ahí estaban los niños, habían llegado, se preguntaba por qué siempre llegaban a esas horas y por qué iban todos juntos, se quedó mirando unos segundos hasta que su padre tocó la puerta de su habitación.

-Kakashi.

-¿Qué pasa?

-Hubo un imprevisto y tengo que estar en una hora en el aeropuerto, lo siento hijo.

-Oh... No te preocupes, que te vaya bien.

-Te dejo dinero sobre la mesa, iré a hacer mi maleta.

-Sí, está bien -Sakumo salió de la habitación.