Eres sólo un niño ~KakaIru~

Final 2/2: Lo Prometo, Mi Niño

1 año después...

Un año... Un año había pasado ya... El tiempo se pasó tan pero tan lento que casi se sintió eterno para Kakashi.

Estaba demasiado ocupado con sus estudios ahora que ya había aumentado la dificultad de estos y las cosas habían tenido que cambiar, las salidas con sus amigos, sus horarios y sus horas de sueño. Pero había algo que no había cambiado desde hace un año, el pensamiento que tenía de aquel niño, ese pequeño niño que había alegrado sus días durante un período de tiempo muy pequeño.

La situación con su padre había mejorado, aunque el recuerdo de aquella pelea y esa mirada seguían con Kakashi pero el lo comprendía, entendía que, haberse enamorado de un niño, no estaba bien, lo bueno era que él lo sabía por lo que supo como tomarse las cosas.

Desde que Iruka se había ido, había intentado despejar su mente pero había algo que nunca hizo... Abrir la carta que Iruka le dio. No lo había hecho por dos razones:

La primera: Porque tenía miedo de abrirla, y la segunda: porque sabía que lo que sea que esa carta tuviera escrito, sólo evitaría que pudiera dejar de pensar en Iruka, dejar de pensar en sus sentimientos por él.

Poco a poco se olvidó de la carta más no de Iruka.

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Era un día como cualquier otro. Kakashi llegaba de la universidad acompañado de sus amigos, estos lo acompañaban y luego se iban a su casa. Kakashi entró a su casa, Sakumo no estaba, una reunión, fue a su habitación y dejó su mochila sobre la cama.

Tenía algo de tarea así que tenía que buscar unos libros para llevarlos mañana en la primera clase. Buscando entre los libros, una pequeña carta cayó en su escritorio.

-¿Uh? ¿Y esto? -estaba en blanco- que raro, no recuerdo que alguien me haya dado una carta... -se sentó en su cama para leerla.

De Iruka...

Hola, Kakashi. Se que tal vez sea muy extraño que te esté escribiendo esto, hasta para mi lo es pero necesito decirte algo, bueno, varias cosas.

Kakashi, desde que te vi ese día, "triste", en tu ventana, me pareciste una persona muy interesante (y vaya que lo eres), también agradable y sobre todo, muy buena. Estos día han sido unos días bastante bonitos para mi, me gusta saber que tengo un amigo como tú y desde que empezamos a convivir empecé a sentir algo y es por este algo, que te hago esta carta, Kakashi.

Nunca me imagina que algún día sentiría esto por una persona, menos por alguien tan mayor que yo, se que tal vez tu no sientas esto por mi y lo entiendo porque después de todo, yo soy un niño y tu ya eres un adulto, bueno, casi un adulto. Yo solo quería despedirme con estar carta porque se que en persona tal vez no podré hacerlo y también, en esta carta, te digo lo que siento. Kakashi, eres una persona que se hizo especial e importante para mí en poco tiempo, eres un hombre bueno, amable, inteligente, amigable, confiable, lo eres todo, Kakashi, solo quiero que sepas que te quiero Kakashi, te quiero mucho y eres un amigo muy especial para mi, te hiciste un amigo especial para mí. Se que es raro para ti que te lo diga y más siendo yo un simple niño de secundaria, pero quiero que sepas que te extrañare y espero volver a verte y decirte esto de frente:

Kakashi, me pareces atractivo y no solo físicamente, simplemente eres perfecto para mi en todo, supongo que porque eres mayor pero esto no sería capaz de decírtelo. Gracias Kakashi, gracias por los pequeños momentos de felicidad que me diste en este tiempo, en estas casi dos semanas, te quiero mucho, te prometo que cuando me vaya no lloraré por ti porque se que te volveré a ver algún día, Kakashi, pero prometeme que no me vas a olvidar nunca.

¿Me lo prometes?

Kakashi terminó de leer la carta y mirando al frente la dejo a un lado suyo, miro al piso y en su rostro se dibujo una sonrisa.

Estaba mal que un niño se enamorara de un adolescente y estaba mal que un adolescente se enamorara de un niño pero...

-¿Qué tal si te espero, Iruka? Te esperare y así la diferencia de edad no se notará y ya nadie podrá decirnos nada, así seremos felices sin importar nada. Perdón por leer esto un año después, se que tu no lloraste como lo prometiste y así como tu, yo no te olvidaré... Lo prometo, mi niño.

FIN