A Danna

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Pido perdón a las personas adultas por dedicar esta historia a una niña. Tengo una muy seria disculpa: esta niña es mi hermana pequeña a quien adoro muchísimo. Tengo otra disculpa: Esta niña es capaz de comprender todo, hasta la lógica de los adultos. Y tengo una tercera disculpa: Ella vive en un mundo difícil y apenas está descubriendo cómo es que puede hacerlo funcionar de acuerdo a su propia existencia. Entonces, si mis disculpas no son suficientes quiero dedicar esta historia a la adulta en la que se convertirá algún día, y a todos los niños y niñas que también lo harán en algún momento. Ese proceso representa una transformación a veces lenta y a veces rápida, una transformación que seguramente los y las adultas ya vivieron pero que ahora, quizás, no recuerdan.

Entonces aclaro mi dedicatoria: A Danna, a todos los niños y niñas que en algún momento se convertirán en adultos y adultas, y a todos los adultos y adultas que alguna vez fueron niños y niñas.

ALGUNA VEZ EL AVIADOR Y EL PRINCIPITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora