Una noche

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Subieron en el ascensor en completo silencio. Mirando hacia todos lados intentando buscar algo por decir.

El sonido del elevador llegando al piso aumentó la aceleración de Juliana. "No tienes 19 años, cálmate" se dijo a sí misma mientras buscaba con dificultad la tarjeta para abrir la habitación. Para este punto no sabía si era el vino, Valentina parada a lado con ese vestido, o los nervios pero no podía siquiera colocar correctamente la tarjeta.

-¿Te ayudo? Tomó la tarjeta de la mano de Juliana, el simple roce hizo que cada vello de su piel se erizara.

Por fin entraron a la habitación y Juliana arrojó su bolso a la cama. Valentina se quedó parada cerca de la puerta.

Juliana busco en el frigo bar la botella y tomo las copas. ¿Hace cuantos minutos no intercambiaban palabras?

- Val ¿Qué haces ahí parada? Le preguntó riendo Juliana. "Ok no es tan difícil hablar con ella, es Valentina, tú la conoces" se dijo para sí misma Juliana.

Valentina se rio y siguió a la morena quien abrió la puerta de la terraza y colocó la botella y copas en la mesa de afuera. Valentina sintió una ligera decepción "¿Por qué creerías que estaríamos bebiendo en la cama Valentina?" Se regañó la castaña en su mente.

- ¿Mañana no tienes que despertar temprano Val? No quiero hacerte desvelar a lo tonto. Dijo Juliana.

-¿Tonto? Es el mejor plan que he tenido, y no, mañana voy a la fundación hasta la tarde. Dijo mientras servia el vino en las copas. Valentina no lo notó pero Juliana sonrió.

Juliana adoraba ver a Valentina involucrarse en la fundación, su morrita tenía un sin fin de cualidades pero su gran corazón era el mayor de todos. ¿Por qué en un momento sólo vio sus defectos? Ahora que la tenía ahí frente a ella, no tenía sentido.

- Juls. La voz de Valentina la sacó de sus pensamientos.
- Perdon, mande.
- Te fuiste. Río divertida Valentina.

Juliana no podía dejar de verla, sus sentidos se apagaron, no podía hablar, no escuchaba nada más que sus propios latidos. Estaba embriagada con vino o con la presencia de Valentina. No sabía.

- Te ves hermosa Val. Dijo Juliana ignorando el comentario y risas de Valentina, quien de inmediato dejó de reír y se colocó un mechón de su cabello detrás de su oreja completamente ruborizada.

Juliana regreso a sus sentidos. "Joder" pensó.

- ¿Estuvo creepy verdad? Preguntó Juliana entre risas para evadir el nerviosismo que estaba sintiendo de pronto.

- No, fue lindo, muy lindo. Compartieron una sonrisa genuina. - ¿Ya estás borrachita verdad Juls? Preguntó riendo.

- Te veo un poco borrosa, pero te sigues viendo muy bonita. Ambas rieron. Juliana sacó su celular y tomó una foto sin previo aviso.

- ¿Qué haces? Preguntó, aún entre risas.

- Me pongo a mano. Contestó Juliana mientras utilizaba su teléfono. Al instante una notificación le llegó a Valentina "Juliana Valdés te menciono en una historia".

"🍰 borroso" era el mensaje que acompañaba la fotografía

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"🍰 borroso" era el mensaje que acompañaba la fotografía.

El corazón de Valentina se estremeció, era una simple historia pero para ella era el mundo en ese momento.

- Y si estoy bien borrosa. Dijo divertida.
- Val ¿podemos entrar? Tengo frío. Cambio el tema Juls quien de verdad estaba temblando, nervios, alcohol o frío. Esta noche definitivamente no sabía qué pasaba con ella.

"Mmmhm" asintió nerviosa Valentina.
Comenzaron a tomar las copas para meterlas. Sus manos quedaron una sobre la otra al intentar tomar la botella de vino. Juliana terminó el roce para unir por completo la mano  de Valentina. ¿Por qué sentía la necesidad de abrazarla, de sentir el calor de su piel? Miró a los ojos a Valentina y después miro la unión de sus manos, algo llamó por completo su atención.

- Aun lo usas... susurró.
Valentina soltó la mano de Juliana para tocar su propio anillo como si lo estuviera protegiendo. Era el anillo que Juliana le había dado para pedirle matrimonio. Aún recordaba el momento a la perfección. Juliana la llevó a Barbados con lo que había ganado después de sacar su primera línea, literalmente gastó todo su primer cheque para crear algo espectacular para Valentina. Aunque Juliana prefería las cosas sencillas, se lo propuso de la forma más exagerada, costosa y romántica que había encontrado, todo para complacer a su morrita.

- Nunca me lo quite. Dijo Valentina con melancolía. - Creo que mejor me voy Juls, para que puedas descansar. Agregó la castaña.
"La cagaste Juliana" pensó la morena.

- Si, te acompaño. Dijo decepcionada Juliana.
Tal vez es lo mejor, alguien de las dos tenía que parar antes de que no pudieran hacerlo, una noche perfecta no cambiaría las razones por las que decidieron terminar. Pensó mientras entraban a la habitación para dirigirse a la puerta.

Juliana caminaba delante de Valentina, al llegar a la puerta volteó para quedar frente a la castaña.

- Gracias por invitarme a cenar. Su voz era dulce y honesta.

- Gracias por invitarme a pasar. Contestó Valentina con el mismo tono. Se miraron a los ojos queriendo decirse mil cosas más. Todo lo que eran la una para la otra.

- Suerte mañana en tu sesión Juls.
- Gracias. Juliana suspiró y giró su cuerpo para abrir por fin la puerta. Se paro a lado de Valentina para que pudiera pasar.

- Nos vemos Juls. Valentina estaba por cruzar la puerta cuando Juliana la cerró de tajo y se paró frente a Valentina de nuevo. Se lanzó a la castaña y la abrazó con fuerza. Valentina casi no se pudo mantener en pie por la fuerza del choque.

- Quédate esta noche. Susurro al odio de Valentina.

Nuevos adiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora