Diamantes

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-Ya no se que hacer. Le decía confundida y triste Valentina a su hermano.
Habían pasado ya dos días de su encuentro con Juliana y no habían intercambiado un solo mensaje. Nada.

- Pues que te digo hermanita, búscala, ¿mañana es su desfile no? Tal vez está ocupada.

- Me odio. Hundió su cabeza en el camastro a lado de la piscina.

- Mira Val, se que andas con mil cosas en la cabeza. Pero al menos te vuelvo a ver feliz, no dejes que esa felicidad se vaya, con Juliana o sin Juliana. Le dijo honesto su hermano.

Y era verdad, aunque estaba tremendamente ansiosa por saber de Juliana, por esperar a que ella la contactara. Estaba feliz, sus días tenían un propósito. No había probado ni una gota de alcohol.

Valentina se llevó las manos al rostro. El sonido de su celular la sacó de sus pensamientos. Era un menaje.

Fashion Fest CDMX 22
Valentina Carbajal Estás invitada.
Principal Guest
Contamos con tu presencia.

- ¿Es Juliana? Preguntó Guille al ver que su hermana estaba inmóvil viendo su pantalla.

- No, bueno si, no se. Es una invitación al fashion week. Tengo asiento en frente, creo.

- Pues ahí tienes tu oportunidad hermanita.

Faltaba un día para el evento y sabía que Juliana posiblemente estaría ocupada. Era extremadamente detallista y un poco obsesiva con su trabajo. Amaba ver la pasión con la que hacía arte. No, no quería interrumpirla, esta era su primera vez como estelar de un fashion week y no se antepondría en ello. En el pasado quiso estar sobre su trabajo, no cometería ese error de nuevo.

- Mi niña, te llegó un paquete. Le dijo Chivis.
- Te lo deje en tu habitación. Agregó con cariño.

- Gracias Chivis, voy.

Valentina fue a hacia su antiguo cuarto. El mismo en el que había pasado su primera noche con Juliana. Hacia mucho no pensaba en ese día y lo bonito que fue.

En su cama se encontraba una caja negra con un listón rosado. De nuevo su cabeza comenzó a recordar. Era una caja como la que tenía el vestido que le había regalo Juliana a Valentina en Barbados. "Qué onda con este día" pensó la castaña.

En el interior había un fino papel Plata que cubría el contenido. Lo abrió y su corazón se hizo pequeñito, sus palpitaciones se elevaron y sintió un cosquilleo en su estómago. Era un vestido ¿Sería de Juliana? Era un vestido blanco con transparencias y diamantes. "Es hermoso" dijo Valentina para prácticamente nadie.

Siguió buscando en la caja para buscar una nota, y había una en el fondo de la caja.

Val, supongo ya recibiste la invitación. Me encantaría que estuvieras ahí.

PD. ¿Sabías que hago todos mis vestidos con tus medidas? Sé que serás la más bonita de la noche.

Con cariño Juliana.

Valentina se llevó el papel a su pecho y sus ojos derramaron lágrimas, era melancolía, esperanza o felicidad, no sabía.

Tomó tu celular para responderle a Juliana que no se lo perdería por nada del mundo.
Pero antes vio sus historias, realmente se veía ocupada ultimando todos los detalles. Lo dejaría para más tarde.

Al menos en un día volverían a verse.

Tocaron a la puerta de su habitación.

-Adelante. Dijo Valentina sin dejar de ver el vestido.
- Orale, que buen paquete. Dijo divertido su hermano mayor.

- Es de Juliana, o sea me lo mandó Juliana para el fashion fest.

- Y tú creyendo que no estaba pensando en ti, y hasta un vestido hizo para ti.

Valentina sonrió y dio un gritito de emoción.
- No, no me quiero ilusionar Guille. Qué tal que le envío el mismo vestido a cien personas más.

- No creo que con la misma nota que traes pegada al pecho-. Sonrió.

- Mira, dame tu opinión. Le entregó la nota a Guille quien la leyó con una sonrisa.

- No pues parece que ya vamos retomando el tema de la boda.

Ambos rieron y una llamada las interrumpió.
Valentina miró su celular, por un momento pensó sería Juliana pero no.

- Es Lupe. Le dijo a su hermano antes de contestar.

- Lupe, que gusto ¿Cómo estas?
- Bien mija ¿y tú?
- Pues ya sabes, ansiosa cómo siempre, pero bien, muy bien.
- Si, te escucho feliz Valentina, me hace feliz a mi también eso.
Valentina solo sonrió. Era tonto pero el motivo por el cual había mejorado estos días, tenía un nombre y era Juliana Valdés.
- Mija, ¿Vas a ir al evento de mañana verdad?
- Si Lupe, de hecho tu hija me acaba de enviar un vestido.
- Se la paso estos días en el taller haciéndolo, no la he visto por acá.
- ¿De verdad? Pensé era uno más de la colección.
- No güera, ese es mandadito a hacer nomas pa ti.
- Ay Lupe, no me emociones... estoy súper confundida.
- La cabezota de mi hija no me dijo cómo les fue en su cena. Desde ese día se puso a trabajar como loca.
- Ya sabes cómo es... después del fashion fest seguro pasa más días contigo.
- O igual y se queda en Mexico. Dijo Lupe divertida.
- Ojalá. Susurro Valentina.
- Bueno te veo mañana y me cuentas cómo les fue esa noche. Salúdame a todos en tu casa.
- Te quiero Lupe, bye.

- Ya estás congeniando con la suegra. Se burló Guille quien seguía en la recámara.
- Ya cállate menso.
- No, en serio Vale, disfruta estos días. Y pase lo que pase no pierdas esa sonrisa. Agárrate de este momento para estar bien por ti.
Valentina abrazo a su hermano.

Nuevos adiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora