Llegadas

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- No quiero ir a mi casa. Susurró Valentina. Recargándose en el hombro de Juliana mientras dejaba pequeños besos en este.

La piel de Juliana se erizó al sentir el tacto de ¿su novia? No sabía que eran, pero Valentina acababa de decir a nivel nacional que estaba enamorada de ella. Si en ese momento no tenían el título oficial de novias, seguramente lo tendrían pronto, o no, no había diferencia, ella también estaba enamorada.

Después de encontrarse en el set donde se grababa el noticiero fueron a cenar, por fin las cosas parecían pintar bien para ambas.

Estaban en la camioneta de Valentina quien había insistido en llevar a Juliana a su departamento.

- Val, ¿y donde quieres ir o qué?
- No se, pero no me quiero separar de ti. Hundió su cabeza en el cuello de Juliana quien sonrió y acarició el cabello de la castaña.
- Yo tampoco Val, ¿por qué no pasas?
- Juls no, no creo que a tu mamá le guste.
- Ella fue quien me convenció de ir a buscarte morrita. Vamos ándale, podemos ver una película.

Y así fue, después de ver la película y platicar por horas la madre de Juliana le pidió que se quedara pues "era muy tarde para que anduviera fuera una chamaca".

Juliana entraba de regreso al departamento de su mamá y Panchito , inundada de recuerdos. Memorias de Valentina en ese mismo lugar hace años.

- Mija, llegaste tan rápido. Le dijo Lupe apenas abrió la puerta.

- Ay mamá me asustaste. Dejó las llaves del auto de Panchito en la mesita de la entrada y se dirigió hacia sus maletas que seguían en la sala.

- ¿A donde vas mija? ¿Qué pasó con Valentina? No la encontraste.

- No ma, como me dijiste, no estaba en el departamento. En su departamento. Se aclaró la garganta después de decir eso. Abrió una de sus maletas y comenzó a buscar entre la ropa que traía.

- ¿Qué buscas Juliana? Estás muy rara. ¿Sigues preocupada por Valentina verdad?

- No.

- Ay háblame hija. Que tanto misterio. Yo no estoy tranquila le voy a marcar a Valentina para saber si está bien. No me gustó ese presentimiento tuyo.  Lupe tomó su celular rápido.

- No Lupe, deja eso. Se acercó para arrebatarle su celular. - Valentina va a venir por mi en un ratito para ir a cenar. Le voy a pedir que me lleve a mi hotel.

Una gran sonrisa burlona se formó en el rostro de Lupe y Juliana intentó disimular la suya en respuesta.

- Cállate Lupe eh, no es lo que crees ni te hagas ilusiones.

Lupe solo continuó viéndola sonriente. Nada le gustaría más que volver a verlas juntas y si de paso Juliana volvía a México por Valentina que mejor.

- ¿Cual se verá mejor ma? Le pregunto Juliana quien sostenía en una mano un vestido camisa verde y en la otra mano un blazer negro de piel.

- No pues el vestido mija.

- ¿No es como mucho?

- No, seguro te lleva a un lugar elegante. Córrele ve a cambiarte. Maquíllate un poquito.

Juliana obedeció a su madre y se metió al que solía ser su cuarto.

Ya estoy por llegar. ¿Subo o te veo abajo? Un nuevo mensaje de Valentina llegó.

Sube, mi mamá te quiere más que a mi. Contestó.

Juliana se cambió de ropa rápidamente, combinó el vestido camisero con unas botas de estampado de jirafa. Se maquilló un poco, solo para disimular las ojeras del largo viaje y cuando se dio cuenta que no tendría tiempo de hacerse nada en el pelo, tomó sus mechones de enfrente para amarrarlo por atrás.

- Te ves bien bonita mi niña. Se nota que eres la mejor diseñadora. - Ponte perfume corre. Su mamá realmente estaba emocionada.

El timbre sonó y el corazón de Juliana quien estaba en la recámara buscando el perfume, comenzó a latir con fuerza. No había visto a Valentina desde que se separaron en Madrid, hace casi dos años atrás.

- Yo abro mija. Gritó Lupe.

- ¡Vale! hija pasa. La abrazo inmediatamente. Valentina no dudó en recibir el abrazo. Lupe la alejo para volver a verla de pies a cabeza. - Te ves hermosa. Le susurro la madre de Juliana.

Valentina traía puesto un vestido de tirantes floreado y el cabello con sus ondas naturales totalmente recogido. Solo caían un par de mechones sobre su rostro.

- Estoy muy nerviosa. Le susurro en complicidad de vuelta.

- Hola. Juliana dijo al salir de la recámara. Haciendo que las dos voltearan a verla.

Valentina no podía mantener su boca cerrada, no sabía si era perceptible pero seguramente su quijada estaba en el piso. Ahí estaba Juls, después de mucho tiempo, parada frente ella. Y se veía hermosa, más que antes aún, si es que eso era posible.

Juliana y Valentina se acercaron al mismo tiempo como si sus cuerpos se atrajeran sin pensarlo.

- Te ves muy bien. Dijo muy muy bajito Valentina. Seguido de eso se dieron un torpe abrazo que comenzó sin saber si iban para un lado, para el otro, si se besaban la mejilla o no.
"Contrólate" pensó para si misma Juliana.

Al momento de abrazarse, sonó algo apachurrarse. Una bolsa de papel o algo así, lo que hizo que Juliana se separara.

- Ah lo olvidaba, estas son para ti Lupe. Apenada le entregó un ramo de rosas blancas a su ex suegra. Juliana observó la acción y el nerviosismo de Valentina con adoración.

- Gracias güera, las voy a poner en agua. Se dio la vuelta y volteó a ver con una risa a su hija, era obvio que las había dejado para que estuvieran a solas.

Se voltearon a ver nuevamente y solo sonrieron, estaban nerviosas, incómodas y no sabían cómo actuar.
Valentina abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar al instante.
- ¿Qué? Pregunto Juliana divertida.
- No, nada, es que te ves muy bien. Juliana se ruborizo.
- Tú también te ves muy bien.
- Gracias por aceptar. Le dijo Valentina mirándola profundamente a los ojos. A la par que se veía en los de ella, se aguaron, una mezcla de sentimientos la inundaron al tenerse de frente una vez más.
- Gracias por invitarme. Se quedaron así lo que pareció una eternidad. Sin ponerse de acuerdo se volvieron a abrazar, ambas derramaron un par de lágrimas al toque.

Juliana seco su propia mejilla con su mano antes de separarse del abrazo. Acarició la mejilla de Valentina para limpiar la lagrima que corría por su rostro y le sonrió - ¿Nos vamos? Preguntó Juliana.

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