- Me da gusto verte así Vale. Sonrió Guille.
- Estuve en cama una semana entera llorando pero ya lo procesé. Ahora quiero hacer mil cosas, siento que por fin tengo la energía para hacerlo. Respondió entusiasmada Valentina.- ¿Y el departamento? Preguntó su hermano mayor.
- Sigue en venta.
Guille la miro con desaprobación.
- Es el paso que me hace falta para cerrar ese ciclo.
- Está bien, es tuyo, tú sabes qué haces.Transcurrieron algunos meses más, Juliana continuaba en Madrid. Su nuevo proyecto era abrir una tienda en Milán y una más en Barcelona, su equipo de trabajo también había crecido y con ello tenía más tiempo de conocer España. Por fin pudo disfrutar como turista sin tener que vivir prácticamente en el taller.
Por su parte Valentina estaba totalmente involucrada en la fundación de su empresa y a cargo de varios proyectos de la misma.- ¿Cómo estás mija? Le preguntó Lupe a Juliana al otro lado de la línea.
- Bien Lupe ¿tú? ¿Y panchito?
- Aquí anda ese señor buscando que reparar en la casa. Río Su madre.
- ¿Ahora en que andas ocupada mija?
- En nada ma, estoy de vacaciones, paseando.
- Mmm ¿y por qué te escuchó triste?
- No estoy triste Lupe, solo que sin tener la mente ocupada...pues los extraño mucho.
- Y a la güera también.
- Si, también a Val.
- Pues ni modo mija, así son las cosas. Cuando quieras volver aquí estará tu madre.
- Salúdame a todos Lupe. Te llamo mañana.Buenas noticias señorita Carvajal. El departamento se ha vendido. Hay una oferta por la cantidad que solicita.
Valentina revisó su mail y los sentimientos estaban mezclados, era el departamento que su madre había dejado para ella, pero también era el lugar en el que planeo formar un matrimonio con Juliana. Y sobre todo significaba dar el cierre final a ese capítulo.
"Fuck it" pensó Valentina. Agendo una visita con el comprador para cerrar el trato. No había vuelta atrás.
Al día siguiente Valentina entró al departamento, estaba completamente vacío, se veía tan grande, frío y gris. Su corazón le dolió, literalmente le dolió. Con ese sentimiento supo que hacía lo correcto, ese lugar jamás sería un hogar, no sin Juliana.
No pudo evitar derramar una lágrima. Tal vez superarla sería más difícil de lo que creía pero estaba dispuesta a avanzar. El sonido de la puerta la sacó de sus pensamientos y limpio su mejilla para que no la encontraran así.
Giró para recibir a la persona que entró.
"What a fu..." no podía creerlo.- Juliana... dijo con asombro, las palabras apenas salieron de su garganta pues su pecho se sentía oprimido por el asombro.
Juliana se quedó parada cerca de la entrada simplemente con una sonrisa tímida, temerosa.
- ¿Qué haces aquí? Valentina se acercó más a ella sin pensarlo.
Juliana cerró la distancia y quedó a un par de pasos de Valentina. Quería abrazarla, lo necesitaba pero no lo haría sin permiso, sabía que no tenía el derecho de llegar y simplemente tomarla.
- ¿Puedo? Extendió un poco sus brazos para pedir consenso. Valentina simplemente asintió.
Juliana la estrechó y todo su cuerpo vibró. No se estaba equivocando. Esa sensación no se podía encontrar en otro lugar.
- Se ve más grande así. Dijo Juliana al separarse del abrazo. Mirando a su alrededor.
- Estoy por venderlo. ¿Qué haces aquí Juliana? Valentina estaba intrigada, aún no obtenía una respuesta.
Juliana mostró un folder color amarillo con varias hojas dentro.
- Yo lo compre.
- ¿Qué? ¿Por qué? Valentina no sabía si estaba molesta, o ilusionada, pero definitivamente estaba confundida.
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Nuevos adioses
Roman d'amourJuliana y Valentina, tuvieron un inicio de relación con altibajos y obstáculos. Cinco años después vivieron un sueño, pero ahora todo había terminado sin esperanza de un nuevo comienzo.