"Solo hazlo".
Mierda, estaba tan nervioso que sus orejas estaban de un color rojo intenso y se le habían olvidado las palabras que con tanto esmero practicó.
— Thoma, ¿qué es lo que quieres decirme?
Ayaka lo miró con esa característica sonrisa elegante mientras jugaba con el abanico en sus manos, Thoma y ella se encontraban sentados jugando ajedrez tranquilamente cuando el pelinaranja dijo que tenía que decirle algo importante interrumpiendo su partida, sin embargo, el chico no hablaba y la miraba sumamente nervioso, Ayaka pensaba que sería una muy mala noticia.
— E-es qué... bueno... jajaja, señorita Ayaka yo quería decirle qué- — Fue interrumpido por uno de los guardias subordinados que custodiaban la puerta.
— ¡Señorita Ayaka, el jefe llegó!
Ella se sintió confundida por un momento hasta que comprendió sus palabras, se levantó de su lugar y sonrió mirando a Thoma. — ¡Thoma! ¡Mi hermano mayor volvió! — Sin pensarlo, la chica de pelo celeste corrió dejando la habitación y dejando a Thoma con las palabras en la boca, se sintió mal. Sin embargo, no pensó mucho en ello pues también se sorprendió con la repentina noticia de la llegada de su señor, eso... eso le subía mucho el ánimo ante una declaración de amor fracasada. — ¡Thoma, ven! ¡Vamos a recibir a mi hermano juntos! — Juntos... Sí, quería estar a su lado, al menos sentir que podría estarlo. Se levantó de su lugar sacudiendo sus ropas y caminó hasta la entrada de la hacienda en dónde a lo lejoe venía un hombre custiodiado por guardias de confianza, era inconfundible que era el hermano mayor de Ayaka; cuando llegó a la entrada Ayaka no se molestó en presentar sus respetos e inmediatamente se abalanzó sobre él rodeando su cuello y diciéndole que lo había extrañado mucho.
Thoma por su parte se limitó a sonreír e hizo una reverencia un tanto forzada, a pesar de llevar mucho tiempo viviendo en Inazuma no se acostumbraba a los tratos específicos que debía darle los superiores, en Mondstat no era así. — Ya te dije que no es necesario que me reverencies, Thoma. — Dijo la suave voz del líder. — No pierdas tus raíces.— De nuevo le regaló una cálida sonrisa.
Thoma solo asintió un tanto nervioso por la serena presencia, aunque se quería engañar a sí mismo sobre que no le causaba una sensación extraña de comodidad, hacía tanto tiempo que no veía a Ayato que se encontraba algo aturdido, a pesar de que casi nunca tiempo con él debido a todas su obligaciones, era el mismísimo jefe quién llamaba a Thoma para pasar el tiempo juntos cuando rara vez estaba libre de sus deberes y eso le gustaba mucho a Thoma pues Ayato siempre irradiaba una serenidad sorprendente a pesar de admitir que estaba estresado, normalmente no lo aparentaba. Para reducir su estrés solían jugar ajedrez o sentarse a leer codo a codo, le resultaba cómodo, a veces Thome era quién se la pasaba hablando hasta que Ayato caía dormido en su silla, de alguna forma u otra Thoma también le regalaba paz a Ayato.
Sin embargo esta vez era diferente y se sentía un tanto inquieto, entre cómodo e inquieto, quizás... era porque hacía bastante tiempo que no lo veía y porque ahora el gusto que tenía por Ayaka no era algo sencillo de decir, un forastero adoptado por una familia poderosa, no como guardia, sino como un amo de llaves, Ayaka era digna de desposar a alguien a su nivel pero el amor que Thoma sentía por ella le decía que no perdía nada confesándose. O bueno, tal vez perdería su trabajo y su amistad pero no era nada que no pudiera recuperar en otra parte, ¿Cómo decirle al líder del clan que le gustaba su hermana? ¿Cómo decirle a aquella princesa que le gustaba a un simple miembro de la servidumbre?
¿Por qué Ayato lo hizo sentirse culpable de gustar de Ayaka por un momento?
— Thoma. — La voz del peliazul le sacó de su trance de dudas, ya lo estaban los tres en la habitación. — ¿Quieres venir a cenar con nosotros? — Preguntó Ayato sonriendo suavemente dejando ver aquel lunar bajo su labio de forma gloriosa, era lindo. El chico pyro lo miró con duda a lo que el líder rió suavemente. — Vamos, siempre que yo estaba aquí te unías a cenar con nosotros incluso sin pedírtelo. — Las orejas de Thoma enrojecieron violentamente, a veces se pasaba con su confianza hacia los hermanos sin darse cuenta, no quería mirar a Ayaka pero lo hizo y esta le sonrió tratando de convencerlo.

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boys like boys too | Ayato x Thoma
FanficThoma estaba listo para finalmente aceptar y declarar su amor por Ayaka, hasta que se entera de que su hermano, la cabeza del clan, Ayato, acaba de volver y lo hace confundirse repentinamente. ¿Le pueden gustar dos personas al mismo tiempo? ¿O es...