Bored ~ KookTae

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— Hola... — Dijo el azabache con un tono bajo pero animado.

— Ho-hola... — Respondió con timidez un chico castaño.

— Eres el chico nuevo de aquí, ¿cierto?... — Se acercó a él y se sentó a su lado, con la debida distancia para no incomodar al chico.

— S-si... L-lo soy.... — Permanecía con su rostro levemente abajo, pero aún así miraba al azabache.

— Oh, si, sé cómo es eso... — Suspiró —. Me llamó Taehyung... Kim Taehyung... — El azabache estiró su mano como un saludo.

— Y-yo me llamó Jimin... Park Jimin... — Tomo la mano del azabache, correspondiendo al saludo.

— Es todo un gusto, Jimin... ¿No te molesta si almuerzo contigo?...

— N-no, claro que no...

— Ah, que bien porque me agradas mucho... Si, lo sé no tiene sentido, te acabo de conocer, pero aún así, ya siento que me agradas...

— He... — Rió levemente —. E-eres algo extraño... — Dijo sin pensar realmente — Oh, l-lo siento no quise decir eso...

— Descuida, está bien... Oye, si no te molesta, ¿podemos ser amigos?, claro si tu quisieras...

— S-si, claro...

— Gracias, juro que no te causare molestias...

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Un nuevo día volvió a asomarse, el sol salía otra vez, pero para Taehyung, era como si ya no saliera y en cambio, siempre estuviera nublado.

El despertador lo sacó de su único momento de paz y tranquilidad, el lugar donde uno puede aislarse del mundo y que todo ahí es posible.

Soltó un pesado suspiro, estaba con la almohada en sus brazos todavía, pero ahora con la espalda contra la cama.

Se movió lentamente para sentarse en ella, froto sus manos contra su rostro, quitando todo rastro de lagañas y lágrimas secas que hubiera en sus ojos, estiró su brazo para apagar el despertador.

Sus pies tocaron el frío suelo, pero continuaba sentado en su cama, fijó su mirada en el suelo, su piel se erizo en cuanto hizo contacto con el frío de su habitación.

Siguió así hasta que, aún con su mirada en el suelo y sus cabellos cubriendo su rostro, dejó escapar una pequeña lágrima, dejando que está se deslizara lentamente por su mejilla hasta que cayera al suelo.

Después de eso, se levantó y comenzó a preparar todo para ir a la escuela, quien diría que terminaría prefiriendo ir a la escuela que estar en su propia casa.

No iba a ducharse esa mañana, su espalda aún dolía un poco y creía que  tal vez con lo caliente del agua, podría lastimar su piel, así que empezó a vestirse, con la ropa lo más holgada posible para que no toque demasiado su espalda.