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Lunes, gracias.

Taehyung despertó, se encontraba mirando las grandes puertas de su balcon y como era de esperarse, el cielo estaba nublado.

Lunes... Ah, hoy es lunes... — Decía con su voz baja por recién despertar.

Se levantó, dándose cuenta de que despertó unos minutos antes de que sonara su despertador, extraño, nunca pasó, siempre terminaba por despertarlo ese objeto que lo sacaba de su momento de tranquilidad.

Bueno, eso no importaba, ahora tenía que alistarse para ir a la escuela y posiblemente no volver a toparse con Jeon Jungkook, seguía creyendo que esa semana sería la única en la que estaría acompañado y nuevamente estará solo.

Sin más, se levantó de la cama, hizo lo acostumbrado, recogió su habitación, preparó sus cosas, se dió un baño y de su armario sacó un poco del pollo frito que le quedó la noche anterior, llevándose otro poco para la escuela.

Al salir de su habitación, asoma su cabeza por la escalera para lograr ver la Sala y verificar si su padre continuaba ahí, extrañamente no estaba, pero podía aprovechar eso.

Cuando abrió la puerta de la salida, escuchó un ruido en el piso de arriba, así que, muy asustado, inmediatamente salió y cerró con mucho cuidado la puerta principal.

Suspiró pesadamente, recordando lo que le pasó la última vez que escuchó un ruido así y se quedó congelado en su lugar, fue un muy mal día, además de que no asistió a clases ese día, todavía tiene las cicatrices en una zona oculta de su espalda.

Caminó rápidamente para tratar de no ser visto por ninguno de ellos, no quería pasar por lo mismo otra vez, esa vez fue más que suficiente para hacerle entender.

Bajó la cabeza, sintiendo todo su poco ánimo bajar aún más, ni que decir de la gente mediocre a su alrededor, odiaba ser vigilado como si fuera lo peor del mundo.

Aunque, puede que si lo sea, o eso es lo que cree de sí mismo.

Al casi estar al final de esa calle, alzó la mirada para dar ese típico respiro para relajarse, pero no esperaba encontrarse con cierta persona a una no muy lejana distancia.

— ¿Que?... — Mencionó el azabache bastante impresionado al saber perfectamente de quien se trataba.

Era él, era Jeon Jungkook al final de esa calle, con esos brillantes y grandes ojos junto con esa sonrisa, al parecer, esperando por él.

Casi parecía el sueño que tuvo ese fin de semana, a excepción de que Jungkook tenía sus manos en los bolsillos de su sudadera, pero la sonrisa si era como en su sueño.

Es una simple coincidencia.

— ¿Jungkook?... — Cuando llegó a él, la sonrisa de Jungkook parecía no querer desaparecer.

— Buenos días, Tae... ¿Como estás?... — Preguntó el pelinegro bastante tranquilo, no sabía lo mucho que le impresionaba a Taehyung verlo ahí.

— ¿Q-que haces aquí?... — Bajó su mirada al percatarse de que ya estaba mirando de más al pelinegro.

— ¿No te da gusto verme?... Oh, lo siento, es que creí que-

Bored ~ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora