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— Las cosas no cambiarán, dí mi palabra de jamás dejarte solo, Taehyung...

— Lo sé, Jungkook, es sólo que... puede que yo interfiera las cosas entre Ji y tu, no me gustaría que terminaran distanciándose debido a mi...

— No, eso tampoco va a pasar, ella me dijo que también quería intentar ser tu amiga, entre más seamos, mejor será... Tendrás a más personas en quienes confiar, y te aseguro que ella es muy buena chica, Tae...

— D-de eso estoy seguro, l-lo que yo quiero es ser bueno para ella, un buen amigo...

— De eso también estoy seguro, Tae...

El azabache sonrió levemente, con las mejillas un poco rojizas mientras Jungkook lo miraba con atención, al igual que siempre, sólo que su atención hacía él se iba volviendo más y más intensa, no teniendo la intención de no mirar algo o alguien más.

Ambos se encontraban en el balcón de la habitación, era sábado y a penas iniciaba el atardecer, Jungkook continuaba con esa rutina diaria de la cual nunca se cansaba.

— Nunca me cansaré de ésta vista... — Mencionó Jungkook, todavía sin apartar la mirada de Taehyung.

— ¿Que vista?... — Taehyung volteó a mirarlo completamente, cosa que hizo a Jungkook girar la mirada al atardecer.

— Oh, p-pues el atardecer... se ve muy hermoso desde aquí siempre que lo veo...

— Ah, tampoco yo...

Ambos no sabían si estaban hablando de la forma en que el sol se ocultaba, o de otra cosa muy diferente.

— Creo que... ya tienes que irte, ¿no te parece, Jungkook?...

— ¿Que?, no, aún tengo tiempo antes de regresar a casa...

— Lo sé pero... algo me dice que tienes que regresar a casa...

Ahora Jungkook miraba a Taehyung, quien tenía la mirada baja y los brazos cruzados, en señal de abrazarse a sí mismo.

—Taehyung, ¿sucede algo?, ¿es con respecto a tus padres?...

— No...

— Es sólo que... nunca me habías pedido algo así... o es... ¿acaso ya no quieres verme aquí?...

— No... No, Jungkook, no pienses eso, claro que no es sólo que... no sé...

Jungkook se acercó lentamente a él, viendo como el azabache recargaba su espalda contra la baranda del balcón, bajando más la mirada, sintiendo aún más ese raro presentimiento.

— Taehyung, ¿que te sucede?...

— No lo sé, Jungkook... por alguna razón... no quiero que... no quiero que estés cerca mientras yo... yo pienso en... en cosas...

— ¿Cosas?, ¿como que cosas, Taehyung?...

— Cosas... cosas negativas, Jungkook... — Taehyung hizo una mueca en su rostro mientras alzaba levemente su cabeza, sin mirar al pelinegro —. Siempre tengo algo en mi cabeza que me culpa de todo lo que pasa... esa voz no me ha dejado tranquilo desde que tenía catorce años...

— ¿Una voz?... — Jungkook lo miró extrañado ante esas palabras, pero pronto entendió a lo que se refería.

Su madre le había mencionado una cosa parecida cuando era más pequeño, escucharla decir cosas negativas relacionadas con su vida, como el no querer continuar más, fue lo peor que pudo haber escuchado en el mundo, más al venir de la voz de su madre.

Creía que Taehyung no tenía ese tipo de pensamientos, pero ha sido demasiado ingenuo, era muy obvio ante las circunstancias tan duras a las que ha vivido, siempre siendo el objetivo principal de las culpas, la responsabilidad y la forma en la que lo obligan a someterse ante todo y todos, volviendo incluso a su propia mente en su contra.

Bored ~ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora