27. Unnatural

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Aki se levantó, sintiendo un calor intenso envolver su cuerpo entero que le causó una picazón. Esa picazón, poco a poco se fue convirtiendo en un ardor inmenso que le hacía revolcarse en su cama.

Estaba sola y nadie escuchaba sus lamentos.

Se cayó de la cama, golpeando su rostro sobre el piso y de repente todo se volvió borroso a su alrededor.

No lograba entender nada, pues esto no era parte de lo que había visto en el libro ni nada parecido.

¿Qué me está pasando?

Fue lo que preguntó en su cabeza, pues aún no podía hablar.

Una neblina inundó la habitación de un momento a otro y luego ya no se encontraba en el colegio. Ahora estaba en una sala completamente oscura con una pequeña luz en el centro, iluminando

— Hola, brujita. — La peli-rosa levantó su pierna — Adiós, brujita.

Una patada en el rostro fue lo último que alcanzó ver Aki antes de perder la conciencia.

— ¿Por qué la patada?

Los ojos de Sein eran ahora de un color púrpura, mirando a la chica sin una sola pizca de compasión.

— ¿Ya estás suavizándote? Apenas llevas dos horas convertido, viejo amigo.

— Solo preguntaba. No le veo necesidad a los golpes si puedes lastimarla con magia, es todo.

— Digamos que es algo que quiero hacer desde hace mucho — sonrió Takanashi — A la peli-lila, mas que a nadie.

Ella caminó hacia el ataúd abierto que contenía el inerte cuerpo de Michiya Kudo.

— ¿Y a este para qué lo seguimos necesitando? — acarició el rostro pálido del hombre.

— ¡No lo toques! — el grito del rubio llamó la atención de la chica — ¡No pongas tus sucias manos sobre él!

— Pero que chico tan sensible — rió — Y que cabellera más hermosa la que tienes... Creí que los ángeles serían unos seres poderosos y difíciles de vencer, pero ya vi que no.

Afuro escupió el rostro de la chica, quien comenzó a reír cínicamente ante el gesto.

— Fue tan sencillo el ganarse tu confianza a través de Sein, y atraparlos a ustedes dos. Son verdaderamente débiles — siguió burlándose — Espero que no tengan ninguna esperanza en las demás brujitas, porque si su líder es así de debilucha... Sí, es mejor que se den por vencidos.

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Fuyuka se lanzó al pasto para descansar luego de aquel arduo entrenamiento. Le faltaba el aire luego de realizar aquellos hechizos y tener duelos de práctica contra sus amigas.

Fudo se sentó a su lado, ofreciéndole agua.

— No la quiero — le dijo, apartando la botella de su rostro — Pero te lo agradezco.

— ¿Ya volviste a ser tan amargada? No me gusta eso, sabes que ese es mi papel y no el tuyo.

— Solo... guarda silencio.

El castaño notó el extremo cansancio en la chica, cosa que lo extrañó porque de todas, era la que más rápido se recuperaba debido a su capacidad de ángel.

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2022 ⏰

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