| Coral | abril | 2022 |
Las cosas habían salido demasiado bien dado el hecho de que no planeamos nada en sí. No me esperaba que la señora y el señor Martínez-Pastor me aceptaran como enamorada de su hija. Además, la sorpresa de la madre de Maca fue prueba suficiente para deducir que mi chica jamás había tenido pareja. ¡Yo soy la primera! Y no puedo evitar que mi ego crezca hasta la luna. Incluso, Magda se mostró contenta por nosotras. Llegué al punto de considerar que mi familia podría no reaccionar tan mal como mi mente siempre me lo recuerda.
Claro. Siempre se puede ir a peor.
- Oye, siiií... Me sorprendí de que mis papis ya se estaban haciendo la idea de que yo andaba enamorada de la mujer más guapa del mundo.
- Tanto me dices que soy guapa que de a pocos me lo estoy creyendo -bromeé mientras andábamos descalzas por la orilla del mar-.
- ¡Hey! Si es cierto, Coral. Tienes un rostro tan tierno que muchas veces me siento culpable de los pensamientos impuros en donde estás involucrada.
Su comentario me provoca mucha risa. Ella se acerca un poquito más y me abraza por la cintura.
- Ni se te ocurra lanzarme al mar -le advierto algo seria-. El agua esta heladísima.
- Ajá.
- ¿Como que ajá?
Pregunté con cierto temor.
- Creí que querías saber qué clases de pensamientos impuros tengo contigo -sisea muy sensual, dejándome sentir su aliento detrás de mi cuello, erizándome los vellos-.
Ya me lo estuve planteando desde hace tiempo el dejar de ser virgen. Maca es la princesa azul a quien esperaba -aunque jamás me propuse encontrarla- y no tiene sentido el seguir esperando el momento perfecto.
- Qué tienes en mente.
- Muchas cosas.
- Qué específica eres -reí ante los besitos que reparte a lo largo de mis hombros-.
- Si te lo cuento ahora, no podré dormir de lo caliente que estaré. Ah, eso me hace acordar...
Su voz se partió en dos al instante. El tono había cambiado tan de golpe que mis nervios se congelaron como si me acabase de tirar de cabeza al frío océano.
- ¿Qué pasa?
- El lado negativo de que mis padres ya sepan sobre nuestra relación es que no podremos vivir juntas -exhala de forma seria-. Y no es por ti, Coral. Simplemente, mi mamá no aceptaría de ninguna manera que yo conviva con alguien que es mi pareja sin antes habernos casado. Suena tonto: lo sé. En estos tiempos ya nadie se casa.
No sé si me preocupa más el hecho de no poder mudarme a su depa o el desinterés que ella tiene por el matrimonio. Se nota que ella es mi amor platónico ya que no he perdido el tiempo en pensar en una vida a su lado estando casadas. Sin embargo, sí me gustaría esa posibilidad.
Los pensamientos se me enredan unos con otros, por lo cual no logro responder algo coherente y rápido. Así que Maca descifra mi silencio.
- Hey. Descuida. Sí tengo entre mis planes el casarme algún día. Si es que eso te preocupa.
Me limito a sonreírle, ya que si abro la boca sería para chillar de emoción. Estoy enamoradísima de mi chica.
- Entonces, se acabó el plan de vivir juntas -lancé luego de un ratito en silencio-.
- Sí y no. Ya pensé en algo, pero depende de ti el aceptar.
Allí fue que me explicó la posibilidad de ser compañera de dormitorio en el depa de su mejor amiga del universo: Daniela. Ella no vive lejos del depa de mi enamorada y es muy fresh como persona -al menos, en el tiempo que he compartido a su lado durante las fiestas-. La idea me parece buena. En verdad, cualquier alternativa que me permita independizarme de mi tóxica familia me parece excelente.
- ¡¿Qué...?! ¿La vas a llamar ahora mismo?
Exclamé sorprendida al verla marcar en su celular.
- ¿Para qué esperar hasta mañana? -comenta como si estuviese diciendo algo demasiado obvio-. Además, no es lo suficientemente tarde para que mi amiga ya esté en alguna discoteca un viernes por la noche.
Dicho y hecho. No le costó mucho a Maca el conversar con Dani. Al parecer, mi enamorada ya lo había tenido como un plan B, pues Daniela estaba al tanto de este escenario.
- Siií, Coral. Ya cuando vuelvas a Lima con le renegona de Maca, se vienen para mi depa. Me dará gusto y mucha diversión el compartirlo contigo. Si piensas que la gruñona de Maca es chévere, ¡uy! Ni te imaginas lo que es ser mi roomie -chilla entre fuertes carcajadas que resuenan por el altavoz-.
- Muchas gracias -exclamé contenta-.
- Ah. Y si te lo estás preguntando, obvio que no te voy a cobrar alquiler -ríe-. El dúplex es mío, peroooooo para que no te sientas "arrimada" o algo así, ya nos podríamos dividir el agua, luz, internet, mantenimiento. Eso ya lo conversaremos.
Al parecer, Daniela también tiene el mismo poder de lectura de mentes que Maca. Le vuelvo a agradecer y junto con mi chica nos despedimos de Dani.
- Asunto arreglado -ruge-.
- En parte -suspiré-. Mis papás ni se imaginan que ando planeando irme de casa.
- Lo dices como si fuese un pecado.
- Si mi hermano fuese quien se quiere ir, ellos lo felicitarían porque es hombre. En cambio, la mujer solo se debe de ir cuando ya está casada.
- Eso es una estupidez. Yo he vivido sola durante más de la mitad de mi vida y sigo sin casarme.
- Lo que pasa es que no conociste a la musa que evoque tus pensamientos impuros.
- Me encanta el tiempo verbal en pasado que has utilizado. Es obvio que ya conocí a mi musa.
Allí, con el mar, la arena y unas cuantas estrellas fue que nos besamos un largo rato. Comenzamos de pie, pero pronto la arena penetraba en las profundidades de mi cabello. El frío del agua ascendía por nuestros tobillos hasta tocar el inicio de nuestras pantorrillas, pero a ninguna le interesaba. Mis manos viajaban con cierta violencia por el camino de su espalda hacia su cintura y caderas. Cada respiro que yo lograba dar era como el fuego que lanzaba un dragón por la boca.
El calor me consumía ante el roce de su esbelto cuerpo contra el mío. La oscuridad nos cubría al igual que la frialdad del mar que ebullía producto de nuestra desbocada pasión. Sus manos habían comenzado a subirme los pliegues de mi polo, sentía esas cortas, pero filosas uñas untar mi cintura como si fuese una barra de suave mantequilla. Contraje el vientre al sentir ese picor de sus arañazos y no pude evitar respirar por la boca.
Sé que no es de noche ni estamos en una cama decorada por rosas rosas o al menos en la privacidad de una habitación. Sin embargo, estoy dispuesta a que esta sea mi primera vez.
Entonces, me atreví a besarle con fuerza su labio hasta provocarle un silencioso y sexy gemido que me estremeció como un escalofrió.
- Qué malvada eres, Marie.
La oír perfectamente y abrí los ojos de golpe.
- ¿Quién es Marie?
Mi pregunta no solo rompió con la magia de la noche sino que quizá también con la confianza que le tengo a mi enamorada.
*******
Hola! Disculpen la tardanza :c :c :c y lo cortísimo del capítulo. Esperaba equilibrar esta semana con mis pendientes, pero me avisaron que debía de ir presencial al trabajo y eso me desequilibró todo. No se preocupen que el siguiente cap. se mantiene para este viernes.
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María, llena eres de gracia
RomanceElla es Coral: veinteañera, 130+ de IQ, cristiana -obligada- y embriagada del tedio de tener que vivir otro aburrido día. Esto último era cierto hasta que una tragedia la arrastrará a alterar su vida al lado de la efusiva Maca. Charlar de la iglesia...