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Autora:

              Su cabello negro despeinado, camisa lila, jean color negro, zapatillas blancas, varios anillos en su mano derecha y con un dije en forma de serpiente en su collar.

Ese era el outfit que llevaba Duxo, un chico de 24 años que saldría con sus amigos a un antro para divertirse un poco después de una muy estresante semana.

'Toc Toc' escuchó el pelinegro, sabiendo de antemano quiénes eran los que se encontraban del otro lado de la puerta. Así que con algo de entusiasmo se puso algo de colonia y fue a abrir esta.

"¿Ya estás listo?". Preguntó un chico bastante alto.

"¡Si, vámonos!" Respondió el de baja estatura, cerrando la puerta de su departamento con llave, para irse con su amigo Tommy, Locochon y C3jo.

°•°•°•°•°•°Ya en el antro°•°•°•°•°•°

    La música estaba bastante alta, al punto de tener que gritar en el oído de la otra persona para que se escuche, las personas bailaban muy pegadas y algunas estaban prácticamente teniendo sexo con la ropa puesta en algún que otro rincón, o algunas simplemente se encontraban fumando y bebiendo también, pero todo eso era de esperarse, o sea, ¿Quién iría a una fiesta para leer o algo así? Sería ridículo.

Y todo esto que les acabo de mencionar era lo que vió nuestro hermoso pelinegro al entrar al lugar, sin mencionar el fuerte olor a alcohol que había.

Pero esto no le molestaba en absoluto, es más, extrañaba eso y lo demostró en el momento en que se acercó a la barra para pedir un pequeño pero potente vaso de vodka.

En cuánto lo tuvo en sus delgadas manos, lo bebió de una, sintiendo su garganta arder.

"Uff". Se dijo para si mismo, por el ardor que sintió.

"Ten cuidado, puedes terminar muy mal". Se escuchó una voz algo grave a su lado.

Cuando volteó se encontró con un chico robusto, ojos color miel, un poco más alto que él, con camisa blanca algo transparente, un jean negro algo rasgado en las rodillas, unas zapatillas rojas, y un piercing en el labio inferior derecho, bastante lindo para la vista de Duxo.

"Lo sé". Respondió el pelinegro al comentario del castaño, sin saber aún su nombre. "¿Lo dices por experiencia propia?". Preguntó con toda la confianza del mundo, como si se conocieran hace años.

"Si, era mi primera vez tomando y acabé hecho mierda". Respondió a su pregunta, acompañando la respuesta con una pequeña y sensual risa. "Soy Aquino, por cierto". Se presentó, ofreciendo su mano en forma de saludo.

El contrario río ante la no muy detallada anécdota del oji-miel."Duxo". Dijo con una pequeña sonrisa,  estrechando la mano contraria.

    Después de presentarse, ambos chicos siguieron bebiendo y hablando de su vida, obviamente con algo de alcohol en sangre, pero no lo suficiente para no ser conscientes de sus acciones.

"Dime Duxo... ¿Tienes novia?". Lanzó la pregunta un ansioso castaño.

"No, hace mucho que no tengo pareja". Dijo tranquilamente, resaltando la palabra 'pareja' para que el contrario se diera cuenta que no solo le gustaba la mandarina, sino también la banana, por decirlo así.

Con esa revelación, el más alto se animó a acercarse más a Duxo.

"Entonces, esto no te importará". Aseguró con un tono más juguetón, poniendo su mano derecha en el muslo contrario, masajeando este.

Duxo se acercó también."Para nada". Respondió en el mismo tono de voz, estando cada vez más cerca del oji-miel.

Este último mencionado ya sabía lo que quería hacer el oji-violeta, así que para no alargar más la maldita espera, se acercó para juntar sus labios en un demandante y húmedo beso, ambos disfrutando demasiado de este.

Aquino posó sus manos en la cintura del mayor y este las posó en el cuello, profundizando más el beso.

Uno que otro jadeo se le escapaba a ambos, haciéndole saber al otro que estaba disfrutando del caliente beso.

El castaño quiso ir un poquito más lejos, así que dejó los deliciosos labios del mayor y bajó los besos al cuello de este.

Poco a poco estos besos se fueron convirtiendo en succiones y esas succiones en mordidas, era como si el oji-miel tratará de marcar su territorio.

"Aquino~". Se le escapó un gemido al más bajo.

"¡Lo siento! Me dejé llevar". Se disculpó rápidamente algo apenado.

Duxo por un momento volvió a la realidad cuando esos maravillosos labios ya no estaban marcando su piel y escuchó la voz de Aquino pidiendo disculpas.

Duxo no sabía que decir, abrió la boca para decir algo, pero nada le salió.

"Tranquilo... M-me gustó". Fue lo único que su boca pudo formular.

Y entonces ambos se quedaron en silencio, no era incómodo, sólo estaban procesando lo que acababa de pasar.

"Toma". Dijo, entregándole un papel con su número anotado en él. "Es algo más para que no te olvides de mí". Dijo despidiéndose para después perderse entre la gente.

En ese momento Duxo no entendió lo que Aquino quiso decir, así que solo se limitó a sonreír y a buscar a sus amigos que en algún momento de la noche se perdieron de su vista.

Cuando los encontró, le pidió al menos borracho, que en ese caso era C3jo, que lo lleve a casa, este fue el conductor designado y por lo tanto no tomó mucho.

Luego de un no tan largo viaje a casa, le agradeció a su amigo por traerlo y se adentró a su hogar.

Una vez cerró la puerta, se dirigió a su cuarto para ponerse ropa un poco más cómoda y cuando lo hizo, las palabras de Aquino volvieron a su cabeza 'Es algo más para que no te olvides de mí'.  Su cuello y algo de sus clavículas, estaban llenas de chupones que serían muy difíciles de cubrir y que no se irían en unos días.

(Posesivo). Pensó Duxo para luego sonreír, terminar de cambiarse y acostarse a dormir.

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Espero y lo hayas disfrutado, pecador/a. Nos vemos en el próximo capítulo. Bye Bye~✨❤️.

    

One-Shots {Duxino} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora