Autora:
Existen personas (xd), que puedes celar, tocar y hasta besar a otras, pero sólo son 'amigos'.
Es irónico si lo piensas, o sea, se tratan literalmente como novios, pero dicen que son 'amigos', a mí no me van a joder, es obvio que hay sentimiento de por medio, pero tienen miedo al rechazo.
Y es entendible, podríamos arruinar años de una bonita amistad, por los sentimientos.
Ese era el caso de Diego Aquino, un chico castaño de 20 años recién cumplidos. Él estaba en el 'problema' que acabo de narrarles.
Estaba en conflicto consigo mismo, debatiendo una y otra vez si debería decirle o no lo que sentía a su mejor amigo, era algo que se tenía que pensar por demasiado tiempo, también debía considerar todas las situaciones y posibilidades, si es que iba a hacerlo, claro está.
Para el castaño era una gran desición, él pensaba que era como tomar una decisión entre la vida y la muerte.
Estás eran las posibilidades:
Si su desición era no, sus sentimientos serían guardados, tendría que vivir con la agonía de ver a Duxo con alguien más pero lo tendría a su lado.
Si su decisión era si podían rechazarlo y arruinar su amistad, Duxo podía reaccionar muy mal; insultarlo, gritarle, hasta se imaginó el escenario del pelinegro pegándole. Pero, pero... Estaba la mínima posibilidad de que el mayor le corresponda sus sentimientos.
¿Qué harían ustedes en su lugar?
°•°•°•°•°•°•20:42 p.m°•°•°•°•°•°•°•
Aquino estaba nervioso, cada sábado, Duxo y el primer mencionado se juntaban para ya saben, coger.
Pero ese no era el punto, el castaño no estaba nervioso por eso, sino porque había tomado la decisión de declararse, algo que yo no haría ni estando bajo las influencias del alcohol, pero bueno.
Las uñas de Aquino eran torturadas por los dientes de este, la ansiedad consumía todo su cuerpo, pero ya no había vuelta atrás.
El castaño revisó si todo estaba en orden, si el espacio en donde vivía estaba limpio, si él estaba bien también, obviamente se había bañado, pero Aquino llegaba a ser muy perfeccionista a veces, y lo confirmo porque era la séptima vez que el oji-miel se miraba al espejo, acomodándose la ropa o su peinado.
Y el timbre sonó, las manos del castaño estaban muy sudadas pero trató de controlarse para abrir la puerta.
Puso su mejor sonrisa al momento de recibir al pelinegro."Hola, Dux-". Ni si quiera pudo terminar la oración que sintió unos labios pegarse desesperadamente contra los suyos.
Aquino siguió el inesperado beso, sintiendo como las manos de Duxo exploraban todo su cuerpo: hombros, pecho, pezones, cintura y terminando en sus nalgas.
Duxo no se contenía, sus toques eran extremadamente bruscos pero calientes.
Aquino se separó para respirar, ya que se sentía asfixiado.
"Perdón pero tuve una dura semana" . Explicó para volver a atacar los labios del oji-miel.
Y si se estás preguntando, ¿cómo chucha se relaciona su semana de mierda con que casi deje sin labios, ni aire a Aquino?