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Dos chicos entraron desesperadamente a una habitación, besándose y tocándose a la vez, la música sonando a todo volumen en aquel lugar.
Ninguno de los dos chicos que se encontraban ahí se conocían, simplemente fueron a esa fiesta por puro capricho y se cruzaron porque el destino así lo quiso o por simple casualidad.
La calentura en sus cuerpos estaba al 100%.
"Quítate la ropa". Ordenó el chico de mayor altura, haciendo lo mismo para ahorrar tiempo.
Ya que el alcohol y otras sustancias no muy legales se apoderaron de ambos cuerpos, quedarse cómo Dios los trajo al mundo no fue un gran problema.
Y una vez que ambos se encontraron desnudos, esta vez el de menor estatura, llamado "Duxo" por cierto, tomó la iniciativa, llevando al contrario contra la pared, para iniciar un nuevo beso.
"¿Cómo te llamas?". Preguntó el pelinegro.
"Aquino". Respondió de la forma más corta que pudo para volver a aquella caliente escena, esta vez toqueteando al contrario, para ser más específica, su trasero.
Aquino y Duxo se frotaban mutuamente, haciendo más caliente el asunto.
Y para avanzar un poco más, el castaño indicó al pelinegro que se apoye en la pared, ya que al parecer la cama estaba muy lejos para llegar a ella y estar más cómodos, aunque esto a Duxo no le molestó en absoluto.
Una vez que este estuvo en posición, Aquino se arrodilló en frente, empezando a besar y morder los glúteos y muslos del contrario, marcando lo.
Cuando Aquino terminó de marcar esas áreas, abrió lo más grande que pudo las nalgas de Duxo para luego meter su cara entre ellas.
Empezó por lamer superficialmente la zona, agradeciendo que esta estaba limpia dentro de todo, luego intentó meter su sin hueso un poco más profundo, escuchando como el pelinegro jadeó audible mente.
"Mierda". Maldijo el que se encontraba retorciéndose contra la pared, disfrutando de la lengua del castaño, sintiéndose en el cielo cuando éste agregó sus dedos para empezar a dilatarlo mejor.
"Relájate". Susurró Aquino en el oído contrario, para luego proceder a presionar la cabeza de su pene contra el orificio de Duxo.
Y bueno... Duxo intentó relajarse lo más que pudo, pero aún así le dolió aunque también lo disfrutó demasiado, era como si sufrir le causara placer, era un total sadomasoquista.
Así que con la primera penetración, aunque fuera dolorosa, el pelinegro de ojos color lila gimió de placer, llevando su cadera contra la de Aquino y así poder sentir mejor la polla de este.
Aquino, a pesar de no estar en sus 5 sentidos, quería esperar por el bien del cuerpo de Duxo, pero este último quería todo lo contrario, meciendo sus caderas hacia atrás para provocar al castaño y causando que este pierda su paciencia en cuestión de un parpadeo, dándole al pelinegro lo que deseaba.
"Te arrepentirás". Sentenció y sin esperar más, arremetió sin piedad contra el agujero del mayor.
A pesar de la muy alta música que abarcaba ese lugar, los gemidos y suspiros de aquellos dos se podían oír desde afuera de la habitación en la que ambos se encontraban, asiendo sonreír a varias parejas que pasaban por ahí, buscando un lugar en el cuál hacer lo mismo.
Volviendo a nuestros protagonistas...
Las piernas de Duxo ya estaban alcanzando su límite, flanqueando por lo duro que Aquino estaba siendo con el primer mencionado, y no hace falta decir que estaba muy sensible en ese momento, ya que se había corrido como tres veces en lo que iba de la noche, pero el castaño aún no llegaba, parecía no cansarse considerando que las embestidas seguían con la misma potencia que desde el principio.
Aunque el oji-violeta al parecer habló demasiado pronto y lo confirmó cuando las embestidas aumentaron en fuerza y precisión, haciéndole saber a Duxo que ya casi estaba por correrse.
"Agh". Gruñó Aquino, corriendose en el condón y Duxo ya soltando pis de lo sensible que estaba.
Este último se desplomó en el piso a penas el contrario salió de su interior, quedándose en este para recuperar fuerza y su respiración normal.
Aquino, al pasar unos minutos y ya estando vestido, decidió ayudar al que se encontraba en el suelo a cambiarse.
Aunque ambos estaban limpios y cambiados, decidieron acostarse, ya que de energía les quedó muy poco.
"Buenas noches". Se dijeron al otro para luego de un par de minutos, caer profundamente dormidos.
Generalmente en las fiestas uno bebe, fuma, se droga, baila o tiene sexo y se va, pero además del cansancio, algo les dijo a ambos que se quedaran con el otro, tal vez y lleguen a conocerse mejor *guiño, guiño*.
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Lo siento si la redacción es un poco mierda, es que eh estado muy ocupada y no tuve tiempo de escribir algo mejor, pero quería darles un capítulo por el apoyo que estuve recibiendo últimamente.
Muchas gracias <3.Espero hayas disfrutado, pecadores. Nos vemos en el próximo capítulo. Bye Bye~✨❣️.