#3 Caracol.

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Gran Tiniebla caminaba junto con sus dos compañeros de clan, con la cabeza baja

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Gran Tiniebla caminaba junto con sus dos compañeros de clan, con la cabeza baja. La cacería no fue muy buena, y llevaban pocas presas para su clan, algo que lo dejaba desanimado. El gato negro que dirigía la patrulla notó el desánimo y le dio un toquecito en la nariz con la cola. Gran Tiniebla sacudió la cabeza y miró a Garra Rota que lo observaba por encima de los hombros. 

_"No te sientas mal por la caza de hoy; tal vez por la tarde nos vaya mejor."_ Dijo el gato negro. 

_"Tal vez..." _ Soltó un pequeño suspiro. 

Los tres felinos continuaron su camino hacia el campamento, pero un chillido desgarrador los detuvo. 

_"¿Y eso?" _ Preguntó Bigote Blanco. 

_"Parece..." _ Respondió Garra Rota, pero el chillido resonó por segunda vez sin dejarlo responder. 

_"¡Es el chillido de un cachorro!" _ Exclamó alarmado Gran Tiniebla. 

_"Parece que proviene cerca del territorio del Clan de La Tormenta; tal vez sea un cachorro del clan que solo está haciendo ruido."_ Habló Bigote Blanco sin preocupación. 

_"Tal vez, ¡pero eso no fue un chillido de juego, debe estar en peligro!" _ La preocupación de Gran Tiniebla aumentaba cada vez más. 

_"Si es eso, pues algún guerrero del Clan de La Tormenta lo va ayudar." _ Maulló el felino blanquecino. 

_"¿¡Qué?! _ Bufó _ ¡Además es un cachorro, ellos no pueden salir del campamento hasta ser aprendices! _ Exclamó algo enojado por cómo reaccionaba su compañero de clan. 

Nuevamente el chillido del gatito resonó por el bosque alertando al felino más grande. Gran Tiniebla dio media vuelta y se dirigió a las fronteras del Clan de La Tormenta lo más rápido que podía sin importarle si sus compañeros lo seguían o no. Al llegar al lugar se percató de que no había nadie, los chillidos del gatito habían dejado de sonar, hasta que Garra Rota, que estaba subido a una roca, le señaló a Gran Tiniebla donde estaba el cachorro. 

_"¡Lo veo, está detrás de esa roca!" _ Avisó Garra Rota.Sin pensarlo dos veces, Gran Tiniebla se adentró al territorio del clan enemigo y se acercó al cachorro. Garra Rota saltó de la roca y fue junto con Gran Tiniebla, para toparse con una bola de pelo toda sucia de tierra y manchada de sangre. Al acercarse más a la criaturita, Garra Rota pudo darse cuenta de quién era. 

_"¿Esa no es tu...?"_ Garra Rota ni siquiera pudo terminar de elaborar su pregunta porque fue interrumpido por un Gran Tiniebla preocupado.

_"¡Blanca!" _ Él miraba a su pequeña con asombro y temor por la sangre que le brotaba por su ceja izquierda. 

_"¿Cómo pudo llegar hasta aquí? _ Se preguntó Garra Rota algo trastornado.

_"¡Tenemos que llevarla con Caracol, ahora! _ Dijo Gran Tiniebla antes de agarrar a su pequeña con cuidado de no lastimarla más de lo que estaba. Los dos gatos se encaminaron al campamento, topándose con Bigote Blanco que estaba sentado esperándolos. El gato se levantó al verlos llegar, pero su expresión de disgusto se desvaneció al ver a la pequeña que cargaba Gran Tiniebla en su boca. Garra Rota frenó en seco, menos Gran Tiniebla, que siguió corriendo hacia el campamento. Bigote Blanco se quedó mirando a Garra Rota en busca de una explicación.

_ "Encontramos a su hija dentro del territorio del Clan de La Tormenta, no sabemos cómo rayos llegó a parar ahí." _ Le explicó Garra Rota a las corridas y siguió con su camino. 

_"¡¿Qué?!" _ Exclamó confundido antes de correr junto con su compañero. 

Al llegar al campamento, Gran Tiniebla fue derecho a la guarida del curandero, entró de prisa y dejó con cuidado a su pequeña en el suelo; Caracol apareció de golpe por el fondo de la guarida antes de que Gran Tiniebla pudiera llamarlo, y el curandero se acercó a la pequeña y la examinó de arriba abajo. 

_"¿Qué le pasó? _ Preguntó el viejo curandero con expresión seria y voz relajada. 

_"La encontré en territorio ajeno..." _ Respondió algo nervioso. 

Caracol agarró a la pequeña y la colocó sobre un colchón de musgo, empezó a tratarla mientras Gran Tiniebla observaba preocupado. 

_"¿Se pondrá bien?" _ Preguntó el gato blanco con notable preocupación. 

Caracol levantó la vista y miró de arriba y abajo al gato. 

_ "No podré hacer mi trabajo si tengo a alguien observando." _ Contestó con un bufido.

_"Ah, sí, lo siento. Ya me voy." _ Se despidió con una reverencia.

Salió de la guarida del curandero con la cabeza baja y se sentó al lado de la entrada, levantó la mirada y observó el campamento sin pensar en nada hasta que vio a sus otras dos pequeñas que lo miraban desde lejos. Gran Tiniebla se levantó y fue de prisa a la maternidad, pasó de largo de sus dos hijas que lo habían saludado y entró azotando las hojas que tapaban la entrada, tomando por sorpresa a Única Oreja que estaba descansando junto con su pequeño.

_"¿Pasa algo?" _ Preguntó la reina algo confusa por su repentina aparición. 

Gran Tiniebla no respondió y siguió su camino hacia Nubleada que estaba recostada en su lecho. A Única Oreja le tomó por sorpresa su reacción, pero no preguntó más. Gran Tiniebla miró a Nubleada por un momento como si estuviera pensando en cómo despertarla.

Gran Tiniebla: "¡Nubleada! _ La llamó, pero ella no respondía. _ "¡NUBLEADA!" _ Esta vez su llamado sí surtió efecto.La felina despertó de golpe topándose con unos ojos desorbitados de color ámbar, observándola fijamente. Nubleada suspiró del susto y se alegró al ver a su amado, pero al darse cuenta de que la expresión de Gran Tiniebla no era de alegría, sino de preocupación, se alarmó.

_"¿Qué pasa, cariño?" _ Una notable preocupación apareció en su voz.

_"Blanca está con Caracol ahora, la encontramos en territorio ajeno." _ Trató de explicarlo con calma.

_"¡QUÉ!" _ Se levantó de un salto _ "¿Cómo que en territorio ajeno?" _ Preguntó aterrada.

_"Oh, no..."_ La voz preocupada de Única Oreja se escuchó al fondo.

_"¿Por qué no la cuidaste bien?" _ Respondió Gran Tiniebla con notable enojo en su voz.

A Nubleada se le desorbitaron los ojos, dejando ver con claridad sus bellos ojos celestes, brillantes y fríos como el hielo._"¿Qué?" _ Ella parpadeó y frunció el ceño indignada _ "¡Le dije que no se fuera tan lejos, ella no me hizo caso!" _ Exclamó enfada. Nubleada disparó fuera de la maternidad en dirección hacia la guardia del curandero sin dejar responder a Gran Tiniebla, él solo la miró irse sin expresión alguna.

       Nubleada disparó fuera de la maternidad en dirección hacia la guardia del curandero sin dejar responder a Gran Tiniebla, él solo la miró irse sin expresión alguna

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