BloodStar

#4 Sueño.

_"Ay, eso duele."_ Se quejó al sentir la telaraña tocando su herida, que era presionada por la pata del curandero. 

_"Perdón por eso, pero es para que tu herida deje de sangrar."_ Explicó, dejando de presionar la herida y yendo a guardar la demás telaraña sobrante.

_"¿Para eso sirve la telaraña?"_ Preguntó la gatita con curiosidad.

Caracol dejó de ordenar la telaraña y miró de reojo a la pequeña, y sin darse cuenta marcó una ligera sonrisa en su rostro. Se acercó a ella y observó la herida por última vez antes de contestarle. _"La telaraña sirve para absorber la sangre y calmar la hemorragia; también puede ser usada para unir huesos."_ Le explicó el curandero.

Blanca lo vio extrañada _"¿Por qué sonríes?"_ Preguntó señalando su sonrisa con la nariz.

Caracol dejó de sonreír de golpe. El curandero iba a responder, pero una entrada inesperada lo interrumpió. Nubleada entró de golpe a la maternidad con una clara expresión de preocupación. 

_"¿Cómo está mi niña?"_ Le preguntó al curandero con solo verlo.

_"Ella está bien, el arañazo no fue tan profundo para dejarla ciega, solo le quedará una cicatriz, eso es todo."_ Le explicó Caracol a la felina. La gata al escuchar al curandero se calmó un poco, pero luego se alteró de nuevo al ver a su pequeña que estaba al fondo. 

_"¿Cómo estás mi niña?"_ Se acercó rápido hacia su hija.

_"Estoy bien, mamá." _ Respondió la pequeña avergonzada.

_"¿Segura?, ¿pero qué te pasó?"_ Preguntó mirando la herida.

_"Me caí..." _ Dijo con la cabeza baja.

_"¿De dónde te caíste?"_ Nubleada se acercó más a la pequeña, tratando de ver su cara.

_"De la roca." _ Respondió Gran Tiniebla entrando a la guarida.

Nubleada lo observó molesta. _"¿¡De la qué?!"_ Exclamó de mal humor.

_ "Si van a discutir que sea afuera, por favor." _ Habló el curandero moviendo la punta de la cola.

_"Me caí de una roca." _ Dijo en voz baja.

_"¿Pero cómo?" _ Preguntó la madre de nuevo.

_"Pues me caí de una piedra, resbalé y caí, eso..." _ Trató de explicarlo.

_"¿Y ese rasguño apareció solo?"_ El enojo empezó a sonar en su voz.

_"Me lo hice con una piedra, no es un rasguño."_ Contestó negando con la cabeza.

_"¿Cómo que no? Si Caracol me acaba de decir que fue un arañazo."_ Replicó mirando al curandero.

Gran Tiniebla volteó a ver al curandero. 

_ "Sí, pero una herida así también puede ser provocada por las puntas de una roca, haciendo que parezca un zarpazo." _ Explicó el curandero. _"Puede que me haya confundido, si ella dijo que fue por la roca, entonces fue por eso."_ Continuó.

_"Entiendo..."_ Contestó no satisfecha por la respuesta.

_"Ella necesita descansar ahora, avisaré cuando esté lista para que vuelva a la maternidad."_ Respondió señalando la entrada de la guarida con su cola.

Nubleada asintió y se acercó a su hija. _"Luego hablaremos de esto." _ Dio media vuelta y se marchó.

 _"Sé cuando un arañazo es un arañazo. ¿Por qué no decir la verdad?"_ Preguntó con el ceño fruncido.

_"Un gato del Clan de La Tormenta atacó a Blanca, pero no digas nada, no queremos problemas."_ Explicó el felino.

_"¿Pero por qué no?"_ Preguntó la pequeña._"Pronto será la asamblea, si hacemos alboroto con esto, se burlarán de nosotros diciendo que no sabemos cuidar de nuestros cachorros."_ Respondió volteando a ver a Gran Tiniebla. _"Eh, sí, no queremos más problemas con ese clan."_ Contestó agachando las orejas. 

_"Bien, ahora la pequeña necesita reposar y dejar que esa herida sane."_ Decía mientras empujaba a Gran Tiniebla fuera de la maternidad.

_"Ah, sí. Lo siento, ya me voy, luego te vendré a visitar, mi vida."_ Dijo antes de que el curandero lo corriera.

. . .

El agua fría que envolvía todo el cuerpo blanco de la pequeña y que fluía a gran velocidad. Blanca desesperada tratando de subir y tomar un poco de aire, pero cada vez que llegaba hacia arriba, sentía como una potente pata la arrastraba hacia abajo del agua y luego la soltaba, así sucesivamente, como si jugara con ella. En su último intento de buscar aire, la pata enorme que subía desde el fondo del río, sacó sus garras y las clavó en el cuerpo de la joven, haciendo que ella soltara un chillido de dolor; el agua aprovechando de su grito comenzó a entrar en su pequeña boca ahogándola. La pata blanca y enorme que había agarrado a la pequeña, la arrastró hacia el fondo del agua con mucha brutalidad, desgarrándole la piel y la sangre que salía del cuerpo de la joven fluyendo libre por fin, salía a litros y rápidamente el agua se tornó de un color rojizo oscuro. Blanca lo único que podía hacer era ver cómo la luz del sol que iluminaba el río se alejaba muy rápido, como sus esperanzas de salir con vida de aquel lugar frío y oscuro; ver cómo su sangre fluía de ella mientras sus ojos poco a poco se cerraban y el sonido del agua que se distanciaba de sus oídos, convirtiéndose en una voz muy familiar, la despertó de aquel sueño perturbador.

_"¡Blanca, Blanca!"_ La llamó aquella voz.

Blanca se levantó de su lecho y estiró sus patitas algo acalambradas, sacudió su cabeza y pudo ver bien de quién era la voz que la llamaba.

_"Hola, Pequeño Nieve."_ Saludó la pequeña feliz de ver a su amigo.

_"Hola, ¿Cómo estás? Mamá dijo que te lastimaste."_ Preguntó preocupado mientras se acercaba a olisquear la herida de su amiga.

_"Estoy bien, solo me caí de una piedra y me hice esto, no te preocupes."_ Decía mientras alejaba su rostro de Pequeño Nieve con miedo a que le tocara la herida.

El gatito alejó su nariz de Blanca al ver que ella se alejaba. _"Ten cuidado, no quiero perder a la única amiga que tengo."_ Soltó una pequeña carcajada.

_"Claro..."_ Respondió rodando los ojos. _"Y yo no quiero perder al único amigo que tengo si Caracol lo descubre en su guarida."_ Bufó graciosa.

_"Nadie lo sabrá, soy bueno en escabullirme."_ Decía colocando su mejor sonrisa de orgullo.

_"Por supuesto que sí."_ Bufó el gato marrón desde la entrada.

_"¡Ah!"_ El pequeño saltó del susto y se escondió detrás de Blanca. La pequeña solo se quejó con un bufido al ver cómo Pequeño Nieve estaba dejando su lecho. El curandero dejó sus hierbas en el suelo y se acercó hacia el pequeño 

_"Más vale que te vayas antes de que use tu pelaje como hierba curativa."_ Dijo soltando un gruñido. Pequeño Nieve salió corriendo de su mal escondite hacia la salida de la guarida

 _"¡Eso es ilegal!"_ Gritó antes de huir fuera de esta. El curandero solamente suspiró sacudiendo su cabeza, recogió sus hierbas y las guardó en donde iba cada una. Blanca solo lo miraba.