#5 Pájaro.

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Unos golpecitos en mi costado me despertaron; cuando abrí los ojos, pude ver a Caracol sentado, observando

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Unos golpecitos en mi costado me despertaron; cuando abrí los ojos, pude ver a Caracol sentado, observando. 

_"Ya puedes irte a la maternidad, pero primero buscaré a alguien que venga a buscarte."_ El curandero se levantó y se marchó de la guarida. Lo vi irse y luego me quedé mirando fijamente un punto, para luego suspirar. (Por fin volveré a la maternidad). Levanté la mirada y me dediqué a observar la guarida más detalladamente; tenía muchas hierbas y bayas, todas ordenadas. Más al fondo, se podía ver un charco de agua. Me levanté de mi lecho y me dirigí hacia allí, no para beber, sino para ver mi rostro. Cuando llegué, pude ver una gran cicatriz en mi ceja izquierda, que cubría casi la mitad de mi cara. Un dolor en mi pecho se hizo presente. Aparté la mirada del agua, volví a mi lecho y me acurruque.(Me veo horrible).

. . .

Caminaba en dirección hacia la maternidad junto con mi madre. Cada vez que veía a un guerrero cerca, escondía mi cara en la esponjosa cola de mi madre para que no vieran mi fea cicatriz. Cuando estábamos por entrar a la maternidad, mis hermanas salieron de la nada y me derribaron al suelo, ambas con expresión preocupada. 

_"¿Estás bien?"_ Preguntó Noche.

_"¿Y esa herida?"_ Interrumpió Pequeña Mancha.

_"Estoy bien."_ Contesté, haciendo una mueca de incomodidad. 

_¿Segura? Papá dijo que-"_ Antes de que Noche pudiera terminar su oración, mamá la interrumpió.

_"Dejen de molestar a su hermana y vayan a jugar a otro lado. Debo hablar con ella."_ Ordenó.

Las dos hermanas se marcharon sin decir nada. Mamá me empujó hacia adentro de la maternidad. _"Dime la verdad... ¿Qué te pasó?"_ Saco el tema nuevamente.

_"Ya te dijo el curandero lo que pasó."_ Respondí mirando hacia un lado.

_"¡NO SOY ESTÚPIDA, BLANCA! Dime... la verdad..."_ Bajó el tono de su voz, algo arrepentida por haber gritado. _ "Lo siento, cariño."_ Dijo bajando la mirada. _ "Sé que es mentira lo que dijo el curandero, escuché bien, fue un zarpazo, ¡No una piedra! Alguien del Clan de La Tormenta te atacó. Dime cómo era, anda."_ Preguntó algo alterada.

_"Fue una piedra, mamá..."_ Esta vez la miré fijamente. 

Mamá me miró fulminándome con la mirada; ella iba a hablar, pero otro gato entró a la maternidad.

_"¿Acaso no escuchaste lo que dijo el curandero? Fue una piedra."_ Interrumpió.

_"No, no fue una maldita piedra, ¡UN GATO DEL CLAN DE LA TORMENTA ATACÓ A MI HIJA! _ Bufó con rabia y el pelo de su cuello se erizó.

_"Calma. ¿Por qué no crees en las palabras del curandero?"_ Preguntó arqueando la ceja.

_"Es mi hija, sé cuando algo no está bien con ella. ¿Crees que soy estúpida?"_ Respondió mostrando los colmillos.

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