𝐀𝐌|🌹|Bakugou Katsuki, un joven cazador de dragones que no tiene interés en estar en una relación, un día accidentalmente conoce a alguien que puede hacerlo cambiar de opinión.
Solo recuerda una cosa... No todo es lo que parece.
➪Hola!!! Les habl...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Takeo.
¿Cómo es que te presentas a alguien después de diecisiete años de no verse?
Yo, no sé.
Soy un viejo hombre de más de cuarenta años que espera ser perdonado por su hija a quien abandonó junto a la mujer que amó por más de dos décadas.
Es momento de que afronte mis miedos y le cuente la verdad a T/n quien también ha sido no más que una espectadora en esta triste historia.
Me sentía nervioso, ansioso y con unas ganas inmensas de llorar. Soy quien está a punto de romper a llorar por milésima el día de hoy.
Nací y crecí en este pueblo, pero sin duda ha cambiado tanto que ya no reconozco la mayoría de los lugares y calles de por aquí. Sería ilógico regresar después de diecisiete años y creer que todo estaría exactamente igual que antes.
Cuánto extraño la época en la que conocí a la madre de T/n. Sólo éramos dos adolescentes que no tenían en cuenta lo malo, sólo eran risas y diversión.
Suspiré, miré hacia arriba para encontrar a mi amada en ese nocturno cielo estrellado y en efecto pude verla deslumbrando como el día en que me enamoré de ella, el día que nos conocimos.
Caminé hacia el lugar que me había indicado Bakugo, no estaba lejos por lo que no tardé tanto en llegar y una vez que ya estaba ahí, esperé a que llegara.
"¿Qué haces?" Se escuchaba a una chica riendo desde la entrada del establecimiento en el que estaba.
Al voltear me encontré a Bakugo quien ya me estaba mirando y le contestó a la chica a la cual le estaba cubriendo los ojos.
______: ¿Ya llegamos? - Preguntó ella tratando de quitarse las manos del rubio de sus ojos.
BAKUGO: Así es, T/n - Quitó sus manos -, hemos llegado.
En cuanto Bakugo la soltó nuestras miradas se conectaron y poco a poco nos fuimos acercando hasta quedar uno en frente del otro.
______: Señor... ¿Lo conozco?
No pude formular ninguna respuesta y las palabras se estancaban formando un nudo en mi garganta. Por un momento pude ver a esa niña con coletas y rechonchas mejillas que vi hace catorce años y mis ojos se humedecieron. La tomé entre mis brazos y la apreté hacia mi dejando salir mi llanto.
TAKEO: L-lo siento tanto, hija mía. No sabes cuánto lo lamento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
