XVII

2K 183 88
                                        


Pov espectador*

Yamaguchi y Tsukishima, salieron de ese dudoso campamento dos días después, lo que hicieron en eso dos días se los dejo a la imaginación.

Cuando volvieron, en la escuela estaban sorprendidos de la extraña aura  que desprendía un cierto pecoso.

– Tadashi... Ya no eres virgen verdad? – le pregunto Hinata que era muy directo y no se guardaba nada.

– Hinata!!! No digas ese tipo de cosas con tanta gente al rededor.– El más alto estaba muy nervioso y sin duda ya su piel había tomado un curioso tono de rojo.

Unas bromas más y volvieron a prestar atención a la clase, era bueno estar de vuelta.

Al finalizar el día ya tenían que volver a sus hogares, todos se despedían entre si, algunos tomaban el bus escolar, otros solo iban en la dirección contraria, estos últimos eran la extraña pareja, una amargó chico y uno muy dulce.

Muchos ya sospechaban de su relación, pues el famoso Tsukishima solo se comportaba de una manera algo extraña cuando estaba al lado de Yamaguchi.

La pareja de , según ellos, recién casados, llegaron a su punto de separación al principio no querían despedirse pero si no lo hacían sería muy sospechoso para la madre de el pecoso.

– Nos vemos mañana Tsuki.

– Aún sigues con ese tonto apodo... Nos vemos mañana mi amor.

Al parecer el más bajo no espera a esta clase de apodo amoroso pues la piel se le puso chinita y un notorio sonrojó recorría su rostro.

Ya cada uno estaba en dirección a sus hogares pero algo faltaba, algo que no les dejaba ir tranquilos y como en las películas, al parecer estaban vinculados pues ambos voltearon y corrieron a su encuentro, se abrazaron y besaron con pasión y amor durante un buen tiempo.

– TE AMO TADASHI TE AMOO!!! – grito el más alto mirando a el cielo.

– No te imaginas cuanto te amo Tsuki TE AMO DEMASIADO!! – le respondió de un grito.

Las personas que estaban presentes no prestaban atención a ese tan empalagosa escena pues con el pasar del tiempo ya se habían acostumbrado a ver a esos dos juntos.

Una ráfaga de viento recorrió su alrededor en esos momentos, despeinado sus cabellos y creando un ambiente muy romántico.

Y así nuevamente volvieron a separarse, no querían pero tenían que hacerlo, de todas formas tenían toda la vida para seguir conociendose entre si.

El que tenía las estrellas plasmadas en la cara, suspiraba todo el camino, no podía creer que en verdad era tan feliz después de todo los que paso.

Por otro lado, el más alto también suspiraba, se preguntaba cómo llego a enamorar a ese chico tan lindo, si el era tan... Frío, pero lo bueno es que se aman, en realidad eso es todo lo que importa.

Y así es como acaba ese fragmento muy pequeño de ese amor gay que nadie aceptaría, que simplemente no es "normal", pero vamos ese amor era uno muy grande, algo simple, dulce y verdadero. Nadie podría negarlo, tú los veías y te morías de ternura.

Ya saben, amor.

Amor gay, del bueno.

Amor gay del bueno [ Tsukiyama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora