PRÓLOGO

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Sin duda alguna aquel ruido era insoportable.

¿Cómo se llamaba?

Gotas de lluvia, odiaba la lluvia, y más cuando esta caía con tanta fuerza que el ignorarlo era imposible. Más allá de eso, lo que más odiaba era...

—Por favor...

Oh, sí, eso. Las súplicas vacías, las mentiras que se desbordan al igual que los ríos en aquella noche.

—No sé qué te he hecho, te pagaré el doble de lo que te pagaron, pero suéltame.

Miserable ser, su alma podrida y el aroma putrefacto que salía de sus labios le provocan un pequeño tic en el ojo.

—Decepcionante.

Aquella voz profunda se mezcla con el intenso ruido de la lluvia, sus pasos resuenan en la madera y con ella la respiración del hombre el cual yacía atado desde ambas muñecas, suspendido en el aire.

—¿Quién...? —traga saliva y busca con la mirada de dónde proviene aquella voz, temblando ante el miedo, o el frío.— Oh, por favor, piedad...

Y ahí estaba, el punto de quiebre, el punto más bajo al que alguien podría llegar, suplicar por su vida.

¿Si fuera al revés... él se detendría?

El miedo es una conducta humana, al igual que la maldad.

—¿Es usted creyente?

El hombre suelta una risa carente de humor, levantando su cabeza para buscar entre la penumbra el dueño de aquella voz.

—Así es, soy creyente.

—¿Cree que irá al cielo, señor David?

El mencionado traga saliva y otra risa carente de humor brota de sus labios.

—Perdonará mis pecados en las puertas del reino, y enviará mi alma a un eterno descansar.

Esta vez es la otra voz quien suelta una risa seca, tan larga y a su vez afilada, como si estuviera burlándose de sus palabras. 

Y sintió el filo, el frío de aquel brillante cuchillo contra su garganta, sus labios temblando cuando una sutil respiración choca contra su nuca.

—Dios no nos ama, señor David.

—S-se lo ruego... puedo pagarle todo lo que pida, yo-

Un grito se ahogó en el sabor metálico de su propia sangre cuando el cuchillo acarició frívolo la piel, la carne y hasta el hueso, la sangre brotando y salpicando aquella mano, y el piso de madera de aquel recóndito lugar.

—Saluda a Dios de mi parte, y dile que no se olvide de mi.



DEVIL IN DISGUISE  ❭ TAEKOOK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora