Titan Tower

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Aún recuerdo la primera vez que hablé con Bruce.

Habían pasado 3 meses desde que se anunció la muerte del segundo Robin, Batman se había descontrolado, toda Gotham comenzaba a temer.

Los anuncios de la policía decían que el justiciero se había vuelto loco, dejaba a cada delincuente que encontraba casi en coma, algunos pasaron semanas en cuidados intensivos.

Era evidente que Batman necesitaba parar, necesitaba que alguien le recordara por lo que debía luchar.

Primero había intentado convencer a Dick para que volviera al lado de Batman.

Su reacción fue bastante graciosa cuando vio a un niño de 10 años parado en su puerta en el pequeño apartamento en Blüdhaven, alegando que conocía su secreto.

Lo cual era verdad, Richard Grayson fue el primer Robin.

—Lo siento Tim, pero ya he terminado con Batman.

Eso fue lo único que me dijo, también parecía cansado, deprimido.

Días después me decidí, alguien debía ayudar a Batman y yo era el único que parecía querer intentarlo.

Alfred también se sorprendió cuando me vio parado en la entrada de Wayne Menor, aunque cambió su expresión cuando le dije que sabía que Bruce Wayne era Batman.

Me invitó a pasar, siempre tan cordial, yo acepté, de alguna forma había logrado controlar mi ansiedad.

—El señor Wayne dice que quiere hablar con usted, joven Timothy, por favor le pido que espere a su llegada.

Yo acepté, varias horas después apareció Bruce con su semblante impenetrable.

—¿Quién eres?

—Timothy Drake, señor. —había logrado que mi voz saliera plana, escondiendo con eficacia mis nervios.

—¿Qué quieres?

—Ayudarlo. —dicho eso, Bruce cambió su mirada, ahora parecía desconsolado.

—¿Por qué?

—El mundo necesita a Batman.

Yo necesito a Batman.

—¿Hace cuanto lo sabes? —ahora parecía intrigado, aunque note la desconfianza en su mirada, si decía alguna mentira Bruce se iría.

—Desde que tengo 7 años, señor.

—¿Cómo?

—Dick es el único niño que he visto que ha logrado hacer tantas maniobras de gimnasia tan peligrosas, y justo después de ser adoptado por usted, Batman obtuvo un Robin que se movía con la misma agilidad, fue muy obvio para mi, llegue a conocer a los Grayson gracias a mis padres.

Bruce no respondió, me miró por un rato y luego desapareció.

Al día siguiente volví a la mansión, Alfred me dejó pasar, me interrogó después de darme chocolate caliente y galletas.

—El señor Wayne no aparecerá esta noche, joven Timothy.

Yo entendí, y aún así esperé.

El día después volví a ir a la mansión, y así sucesivamente por dos semanas.

Iniciando la tercera semana Bruce volvió a presentarse, esta vez con un semblante diferente, irritado.

—Vete niño, si no has dicho nada a los medios hasta ahora, te daré el beneficio de la duda de que nunca lo harás, solo vete.

La perspectiva de RobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora