—¡Dije que me dejes en paz! — gritó Bella
—Bella no hagas esto— contestó Edward
—¡Se acabo vete! — gritó Bella cerrando la puerta en la cara del chico y preocupando exitosamente a Charlie, quién la siguió por la casa haciendo preguntas.
Izaro estaba en la habitación de su compañera preparando el bolso para ganar tiempo y Edward se unió a ella, mientras escuchaban a su humana ir de un lado a otro en la casa buscando cosas y discutiendo con su padre.
—¿Qué no me estás diciendo? — preguntó Izaro sin mirar al hombre y concentrada en su tarea.
—No es el momento— contestó Edward
—¿Y cuando lo será? Estaremos ocupados con James— respondió Izaro con voz firme —Dímelo, Edward. Sabes que no me gusta que me mientan—
—No te estoy mintiendo, solo no te digo todo— contestó Edward
—Admites que no me estas diciendo todo— dijo Izaro deteniendo sus movimientos y mirando el perfil de su compañero que estaba tenso y continuaba guardando cosas.
—Ellos... solo escuche fragmentos en sus mentes— admitió lentamente Edward —Le tenían miedo a tus tatuajes cuando vieron más de ellos—
Izaro se quedo congelada en el lugar —¿Ellos sabrán lo que me hicieron? —
—Cariño, no es el momento de pensar en eso, Bella corre peligro— intentó Edward sabiendo de la sed de venganza que tiene Izaro por quienes le hicieron los tatuajes y a pesar de que pasaron varios años para que siguieran vivos los responsables, la morena sabia que sus experimentos y laboratorios seguían vigentes.
En ese momento, Bella entro en la habitación y cerro la puerta de un portazo mientras se escuchaban las suplicas de Charlie para que hablara con ella.
—¿Qué le voy a decir? No quiero herirlo— dijo Bella
—Tendrás que hacerlo— contestó Edward —Estaremos en la camioneta—
Izaro giro la cabeza y beso la frente de su compañera, antes de acariciarle la mejilla, luego los dos vampiros salieron de la casa esperando que la humana terminara.
—Izaro— dijo Edward con preocupación al leer la mente de su compañera
—Sé que no puedes evitar leer mis pensamientos, pero ten el respeto de no comentar nada— contestó con frialdad Izaro —Bella es la prioridad ahora, hay que protegerla a ella— contestó vagamente Izaro sabiendo que James estaría por los alrededores escuchando.
Luego de que Bella lograra irse de la casa en su camioneta, ambos vampiros saltan de los árboles para agarrarse a los costados de la camioneta, asustando un poco a Bella.
—Tu padre te va a perdonar— dijo Edward notando las lagrimas en los ojos de Isabella. —Déjame conducir—
Izaro se deslizo en el asiento del copiloto y levanto con gentileza a Bella para que se sentara en su regazo, mientras Edward ahora conducía.
—No lo hará— contestó Bella —Deberían haberlo visto, le dije lo mismo que mamá le dijo cuando lo dejo— dijo la chica mientras se acurrucaba más contra el cuerpo de Izaro.
—Si no, no te hubiera dejado ir— contestó Edward —No te preocupes por él, el rastreador nos sigue a nosotros—
—Él es tu padre y se nota que te ama Bella— dijo Izaro con voz gentil besando la sien de la chica —Te perdonara—
En eso, Bella se asusta y aprieta su agarre contra la camisa de su compañera, debido a que hubo un ruido en la parte trasera de la camioneta.
—Es Emmett— dijo Edward intentando tranquilizar a Bella —Alice esta en el auto de atrás— comentó el chico al ver un auto que los seguía.
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La compañera de Edward y Bella
FanficIzaro Cullen es una vampira única, su apariencia es diferente a los demás vampiros. No es porque no sea pálida y hermosa. Es diferente por su regalo que además de ser muy poderoso y deseado por los Vulturis, en su cuerpo parece que tuviera tatuajes...