✦ 𝗢𝖼𝗁𝗈

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Jungwon limpiaba constantemente el sudor de sus palmas en sus jeans mientras esperaba sentado en una mesa de la cafetería en dónde se iba a ver con el alfa pelinegro

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Jungwon limpiaba constantemente el sudor de sus palmas en sus jeans mientras esperaba sentado en una mesa de la cafetería en dónde se iba a ver con el alfa pelinegro.

Escuchó un tintineo proveniente de la puerta del establecimiento indicando que un cliente había entrado y volteó a esa dirección.

Sunoo entraba con una pequeña cajita en la mano y una gran sonrisa hacia Jungwon quien se sonrojó bajando la vista a sus manos temblorosas.

─ ¿Llego tarde? ─ Preguntó el pelinegro tomando asiento frente al omega.

Jungwon negó con sus palmas hacia él. ─ Llegas justo a tiempo, creo que yo llegue muy temprano.

Sunoo rió con ternura al notar el nerviosismo de Jungwon pues él estaba igual, o quizá más nervioso que el omega.

─ ¿Ya ordenaste algo? ─ Preguntó Sunoo dejando la cajita de color azul terciopelo en la mesa.

─ Te estaba esperando. ─ Confesó el omega con timidez.

Sunoo sintió su cara enrojecer. ─ Entonces ordenemos algo.

Jungwon le extendió una de las dos cartas que le había proporcionado una mesera antes de que el alfa llegara.

─ Los pasteles de chocolate son los mejores aquí. ─ Comentaba Jungwon apuntando en su carta. ─ Pero los que tienen fresa también son muy ricos.

Mientras tanto, Sunoo observaba con una pequeña mueca lo que había en el menú pues él no era de las personas que amaban comer las cosas muy dulces.

Cómo las rebanadas de pastel de chocolate y fresa de las que Jungwon hablaba maravillas.

─ Sunoo. ─ Llamó Jungwon dejando su carta en la mesa.

─ ¿Qué dijiste? ─ El mencionado parpadeó confundido hacia el omega sin haber comprendido la oración anterior antes de que lo llamara.

Jungwon apretó sus labios manteniendo su ceño fruncido. ─ Dije que si quieres podemos ir a otra cafetería.

Sunoo abrió sus ojos sorprendido. ─ ¿Por qué?

─ Tengo la ligera sospecha de que no te gusta lo que venden aquí. ─ Jungwon hizo un pequeño puchero bajando la vista hacia su regazo, esta cafetería era su lugar favorito y quería compartirlo con el alfa.

Fue entonces que Sunoo pudo admirar por cortos segundos sus largas y tupidas pestañas de color oscuro pero brillante. También notó que no llevaba el vendaje en su nariz.

─ ¿Ya no tienes que usar tus vendas? ─ Preguntó olvidándose momentáneamente de lo que había dicho Jungwon.

─ Aún tengo que usarlas. ─ Respondió el omega mirándolo a los ojos. ─ Solo que como venía a la cita contigo, compré vendas que casi no se notan. ─ Terminó de decir en un susurro manteniendo un gran sonrojo en sus mejillas.

Peachy Smell  ୨୧  sunwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora