✦ 𝗡𝗎𝖾𝗏𝖾

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Decir que Jungwon quedaba fascinado cada vez que salía en una nueva cita con Sunoo, era casi como afirmar que estaba perdidamente enamorado del alfa de cabello pelinegro

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Decir que Jungwon quedaba fascinado cada vez que salía en una nueva cita con Sunoo, era casi como afirmar que estaba perdidamente enamorado del alfa de cabello pelinegro.

Habían pasado ya seis semanas desde que se vieron en la cafetería favorita de Jungwon gracias al travieso de su amigo en común: Riki, quién lo bombardeó de preguntas acerca de, literalmente, todo el día que se la pasó con Sunoo por primera vez.

Jungwon sonrió con alegría, tocando con su mano derecha el delicado dije que colgaba de su blanquecino cuello, sosteniendo con su brazo contrario los libros que necesitaría para la clase a la que iba.

─ Buenos días, Jungwon. ─ Saludó Choi Beomgyu, su único amigo dentro de su carrera: un omega con olor a canela que le gustaba llevar su cabello como si fuera una naranja.

─ Buenos días, Beomgyu. ─ Jungwon respondió mientras agradecía por la silla que el de cabello naranja abría para él al verlo con sus manos llenas de cosas.

─ Me ha contado un pajarito que cierto alfa del departamento de educación infantil esta conquistando a cierto omega que conozco. ─ Dijo el omega con olor a canela moviendo sugestiva mente sus cejas de arriba a abajo.

Jungwon se sonrojó provocando risas en su amigo, llamando la atención de algunos compañeros que ya estaban en el aula.

─ Así que es cierto. ─ Afirmó limpiando una lágrima que salió por el rabillo de su ojo.

─ ¿Quién te dijo? ─ Preguntó Jungwon cubriendo sus mejillas calientes.

─ No es sorpresa para nadie, Jungwon. ─ Beomgyu hizo un ademán airado con su mano. ─ Al menos en nuestro curso se sabe qué, si no estás conmigo, estás con tu amigo pequeño.

─ Es Ni-ki. ─ Corrigió Jungwon.

Beomgyu le restó importancia. ─ Como sea. Te vimos entrar con un gran ramo de girasoles un día y curiosamente, provenían de dicho alfa.

Jungwon arrugó su nariz al escuchar las conclusiones de su amigo. No quería hacer obvio el hecho de que Sunoo le gustaba demasiado, pero parecía que ya todo su curso lo sabía.

Suspiró resignado antes de hablar: ─ Están en lo cierto. Sunoo y yo estamos intentando algo.

Beomgyu cubrió su boca emocionado de que el lindo Jungwon por fin tuviera pareja; o que al menos saliera con alguien aparte de sus dos amigos.

Jungwon sonrió alegre, mirando constantemente el reloj después de que la clase comenzara, pues saliendo de la escuela tendría una cita con Sunoo en el cine.

Después de dos pesadas y lentas horas, Jungwon salió presuroso de su aula mientras acomodaba sus castaños cabellos que se desacomodaban a medida que avanzaba. Esa vez quería sorprender al alfa esperándolo afuera de su salón.

Pero el hecho de que Jungwon estuviera en el edificio F y Sunoo en el A, en puntas contrarias, no facilitaba la tarea y menos con su mochila llena de libros sobre economía, política, administración y demás.

─ Hola, bonito. ─ Sunoo lo saludó con una gran sonrisa, tomándolo entre sus brazos cuando se encontraron a medio camino.

─ Volví a fallar. ─ Dijo haciendo un puchero y abrazando también al pelinegro.

Sunoo río. ─ Eres muy adorable, eso es lo que sucede.

Jungwon deshizo el abrazo y lo miró con un puchero. ─ ¿Algún día lograré ganarte a llegar?

─ Quizá. ─ Sunoo se encogió de hombros. ─ Por lo mientras, vayamos al cine para ver qué función está disponible ahora.

Jungwon asintió resignado pero contento. Sunoo tomó la mochila del omega colgándola en su hombro contrario a dónde mantenía la suya y ambos comenzaron a caminar.

Después de menos de media hora, llegaron al gran cine, percibiendo inmediatamente el olor de las palomitas.

─ Huele delicioso. ─ Dijo Jungwon deleitándose con el aroma con sus ojos cerrados.

─ Por cierto, ¿Cómo va tu tratamiento? ─ Preguntó Sunoo recordando que el omega estaba yendo a atención psicológica.

─ Bastante bien. ─ Comentó Jungwon tomando un lugar en al fila de los boletos. ─ La recuperación física está casi completa, ya puedo percibir casi por completo cualquier olor.

─ Eso es algo genial. ─ Sonrió Sunoo al escuchar que tenía avances positivos.

─ Y con el psicólogo vamos poco a poco. Ya puedo decir "duraznos" sin querer vomitar. ─ Afirmó orgulloso de sí mismo.

─ Magnífico. ─ Sunoo lo miró sorprendido de su gran avance.

─ Te prometo que en poco tiempo podrás dejar de utilizar el neutralizador, Sunnie.

─ Jungwon. ─ Sunoo tomó entre sus manos las del omega. ─ Esperaré el tiempo que sea necesario para hacerlo; tu salud es lo más importante para mi.

El omega castaño lo abrazó fuertemente, susurrando un "gracias" antes de separarse para poder comprar los boletos y dulces, esperando a que comenzara la función.

Una película cliché y romántica era la que habían elegido para ver en la pantalla grande. Jungwon reía y se sonrojaba cuando aparecían las escenas melosas de la película entre los protagonistas mientras que Sunoo miraba con ojos soñadores, deseando tener pronto algo así de lindo con Jungwon.

─ ¿Puedo tomar tu mano? ─ Preguntó el alfa en un susurro de manera repentina, sorprendiendo a Jungwon.

─ Seguro. ─ El omega deslizó nerviosamente su mano para juntarla con la estirada del alfa, quien se encargó de entrelazarlas sonriendo feliz al sentir como encajaban.

» Sunoo... ㅡ Habló Jungwon mordiendo su labio nerviosamente mirando al pelinegro entre la oscuridad del cine, con la pantalla iluminando tenuemente sus rostros y mostrando la escena del beso tan esperada por todos.

─ Se mi novio, Jungwon. ─ Dijo Sunoo tomando todo el valor que tenía, esperando que el omega le dijera que sí.

─ ¿En serio quieres salir conmigo? ─ Preguntó con inseguridad. ─ Tienes que estar utilizando neutralizador cuando estás conmigo.

Sunoo lo pensó a la vez que acariciaba con su pulgar el dorso de la mano de Jungwon. ─ Tomaré el riesgo.

Dongju sonrió en grande ante la respuesta del alfa. ─ Entonces sí quiero ser tu novio, Sunnie.

Sunoo sonrió y se acercó lentamente al omega, tragando pesado cuando sus rostros estuvieron a pocos centímetros de distancia y sintiendo el embriagador aroma a mango que Jungwon desprendía; simplemente lo volvía loco como un bobo enamorado.

Jungwon fue quien terminó por acortar la distancia entre ambos, cerrando sus ojos al sentir los suaves labios del contrario en apenas un toque sutil, que contenía demasiadas emociones para ambos.

Jungwon fue quien terminó por acortar la distancia entre ambos, cerrando sus ojos al sentir los suaves labios del contrario en apenas un toque sutil, que contenía demasiadas emociones para ambos

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Peachy Smell  ୨୧  sunwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora