J'arrêterais bien le temps pour qu'il dure un peu plus longtemps

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La dirección que el alfa le proporcionó después por llamada correspondía a un lugar tan grandioso que Willow pasó dos veces por delante sin considerar siquiera que pudiese ser el lugar apropiado. Era un sitio impresionante. Se elevaba en la cumbre de la colina, y dominaba el paisaje con una fachada blanca que recordaba a Willow las mansiones de la preguerra.

Parecía tratarse de un club de campo, se encontraba en la calle más prestigiosa de la ciudad, con sus innumerables fuentes y sus mansiones construidas por las familias más prestigiosas. A la omega no le quedaba ninguna duda de que el lugar tendría un grupo de alfas afiliados de la más elevada categoría.

¿Y Hunter era miembro de esa entidad?

Willow descendió del automóvil, se pasó una mano por encima de la falda, ¡había decidido bien en no llevar pantalones! Incluso su vestido no era muy apropiado, pues se trataba de un conjunto un tanto informal de dos piezas con rayas marrones y blancas; bajo la chaqueta llevaba una blusa de cintura estrecha, las mangas amplias y el cuello alto.

Los arbustos alrededor de la entrada parecían artificiales por estar recortados de modo perfecto. Las macetas con flores y los arbustos formaban una colorida profusión a cada lado de los peldaños. Deteniéndose a pocos pasos de las plantas, Willow extrajo de su bolso un lápiz labial, inspeccionó su cara en un minúsculo espejo, y se aplicó una reluciente línea ámbar en los labios. Apretando bajo el brazo su bolso, ingresó al lugar.

Estaba en una amplia sala con ventanas anchas hacia la izquierda, a través de ellas entraba la luz del sol que iluminaba un elegante conjunto de muebles antiguos. A un lado de los sillones había un hogar, y varios enormes ramos de flores artificiales conseguían que los elegantes muebles antiguos parecieran incluso más valiosos.

Una voz discreta la sobresaltó.

—¿Willow Park?

La omega se volvió y vio a una beta impecablemente vestida que le sonreía, sus ojos inteligentes detrás de un par de gafas, con una cadena que colgaba de una de las patillas. Por su aspecto la beta podía ser la propietaria de la casa pese a ser una beta.

—¿Sí? —replicó la desconcertada Willow.

—Ah, pensé que era usted, basándome en la descripción que me ofreció Hunter Wittebane. Está en el salón. Siga por ese corredor y lo hallará fácilmente.

Con un elegante movimiento de la mano, la beta se retiró.

La omega descendió la escalera que la beta le había indicado, y se encontró en un bar de techo bajo, no muy iluminado. Apenas tuvo tiempo de advertir que Hunter no estaba allí, cuando otro beta sonriente, con el atuendo formal del camarero, se aproximó para preguntarle lo mismo que su compañera beta que se había topado en el piso alto:

—¿Willow Park?

—Sí.

—Hunter Wittebane la espera en el salón; le ruego que me siga.

El beta la llevó a otra habitación elegante, muy parecida a la del piso alto, solo que más pequeña y más íntima, iluminada por una suave luz difusa que provenía de varias lámparas de mesa. Aquí también había un hogar en la pared del fondo, y un juego de cómodos muebles agrupados en distintos conjuntos. Al final se podía ver al alfa, que ocupaba uno de los sillones antiguos al lado del fuego, al ver a la omega se puso de pie.

—Hunter Wittebane, aquí está su invitada —anunció el camarero.

—Gracias, Steve —dijo Hunter y luego añadió dirigiéndose a Willow—: Veo que no ha tenido inconvenientes para encontrar la casa.

—Hubo algunas dificultades —reconoció la omega, mientras recorría con la mirada al alfa.

—¿La señorita desea un cóctel? —preguntó Steve.

SI TE LLEVO EN MI CORAZÓN... -HUNTLOW ADAPTACIÓN - OMEGAVERSE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora